"50 años, 50 voces" | Federico Schumacher, académico

El 11 de septiembre de 1973 tenía 10 años. Vivía con mi abuela en Marcoleta con Lira, en un pequeño edificio justo frente a las torres que están en Diagonal Paraguay. Se decía que en esas torres había mucha gente de la Unidad Popular y, de hecho, las balaceras por el barrio comenzaron bastante temprano ese día. El departamento tenía ventanas hacia Diagonal Paraguay y una ventana hacia el norte, como mirando hacia la Alameda, y recuerdo que a través de ésta última vi justamente a uno de los aviones disparar contra La Moneda. Eso lo tengo fijo en la memoria. La balacera era permanente alrededor de mi casa. De hecho, en algún momento llegó un balazo que rompió una parte de nuestro balcón. En esa época no tenía la claridad que tengo hoy sobre lo que pasaba, pero vivir ahí implicaba estar muy cerca de ciertas situaciones políticas que ocurrieron antes del golpe y que hacían notar la tensión del ambiente. Por ejemplo, recuerdo las marchas que pasaban por Diagonal Paraguay o las concentraciones en la Alameda. También el paro de los mineros de El Teniente, que vinieron desde Rancagua a la Casa Central de la Católica, y andaban por los techos de esa cuadra, lo que nos incluía, como previendo una contratoma. Hay una imagen bien conocida, posterior al golpe, que también vi desde ese departamento: cuando bajaron a toda la gente que vivía en las torres, en la madrugada, todavía con ropa de dormir, y luego tiraron y quemaron los libros en la fuente que está en la esquina de Diagonal Paraguay, que esa vez no tenía agua. Evidentemente, todas esas cosas quedan grabadas en la cabeza de un niño, como cuando a veces, mientras dormíamos en la noche, empezaban las ráfagas de metralletas y había que tirarse debajo de la cama porque nadie sabía hacia dónde iban las balas. Sin embargo, yo diría que ya a la semana siguiente del golpe, la situación en el barrio era más o menos normal en términos de desplazamientos; de hecho, se volvió una vida casi normal si no fuera porque había muchos militares en las calles, jeeps con ametralladoras, grupos por aquí y por allá. Y luego estaba toda la imagen comunicacional: la Junta de Gobierno en la televisión, las proclamas y la promesa de extirpar el cáncer marxista, por un lado, y por el otro los supuestos allanamientos de armas y la desaparición, al menos en el espacio mediático, de todas las voces que eran partidarias del gobierno de Allende. Como no había una contestación mediática, la idea era que sí había habido un enfrentamiento, pero que eso se había terminado y las condiciones volvían a una cierta normalidad. A raíz de que la situación no era completamente segura, a los dos meses me mandaron a vivir a Arica, con mi papá, una ciudad mucho más tranquila donde la efervescencia política era mucho más pequeña. Con la consulta de 1978, época en la que yo ya no estaba en Arica, hubo una especie de regreso a la conversación sobre el tema y se empezaron a tomar ciertas posturas. Yo sabía que había habido violaciones a los derechos humanos, pero la violencia y el grado en que degradaban a los seres humanos al cometer esas violaciones, por lo menos para mí, no fue claro hasta que se descubrieron las fosas de Lonquén. A los 15 años tenía clara mi posición y, estando ya en la universidad, tuve una actitud más militante, lo que significó que me fui detenido varias veces. A la Facultad llegué el año 1982, como parte de la primera generación de la Licenciatura en Música. Recuerdo que el cupo máximo era más o menos de 25 estudiantes, pero entramos más de 30, entre ellos, varios personajes que eran bastante extraños en términos de edad, algunos ya mayores y desprovistos de habilidades musicales. En la Facultad había un ambiente de mucho miedo, de mucha tensión, en el cual uno sentía que las paredes tenían oídos. Casi todos los que entramos en esa primera generación teníamos una opción política anti dictatorial, salvo esos personajes medios raros de los que, casi al final de ese año, no quedaba
prácticamente ninguno. 

Federico Schumacher, académico de la Facultad de Artes

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