Una evaluación positiva tuvo el resultado de una serie de encuentros colaborativos, junto a los seis departamentos de la Facultad de Artes, sus escuelas de Pregrado y Postgrado y las unidades dedicadas al bienestar y la vida universitaria, como la Dirección Estudiantil, Dirección de Bienestar Estudiantil y del Personal, y Oficina de Género y Diversidades Sexuales, contemplados en la metodología de trabajo con la que se está dando cierre a la Guía de Diseño.
Llevada a cabo durante los meses de marzo y abril, esta etapa denominada “Análisis y Revisión por departamento”, fue la instancia en la que integrantes del Comité Ejecutivo del Proyecto Nueva Infraestructura trabajaron con dichas unidades para analizar el programa arquitectónico propuesto para cada una de ellas en la Guía de Diseño. El objetivo era llegar a un consenso sobre los ajustes prioritarios a abordar en la mencionada etapa de cierre.
“Cada departamento trabajó activamente en precisar el número y tipo de recintos requeridos, con un enfoque consciente en la sostenibilidad y uso eficiente del espacio. Se cumplió con realizar dos reuniones de cierre con cada unidad académica, lo que permitió adaptar las proyecciones arquitectónicas de manera más precisa, comprendiendo en profundidad las necesidades específicas de cada departamento”, afirma Claudia Vergara, arquitecta e integrante del equipo de trabajo, sobre la labor realizada específicamente con cada uno de los seis departamentos de la Facultad de Artes.
En relación a las escuelas de Pregrado y Postgrado, Vergara detalla que el trabajo se estructuró en torno a la matriz de recintos académicos. Desde esa perspectiva, explica que, en el caso de Pregrado, “la colaboración con la Dirección de Escuela permitió identificar espacios que favorecen la formación interdisciplinar: un aspecto común en los planes de estudio de los programas, así como en la formación transversal en inglés y la oferta de cursos electivos”. Por otro lado, en Postgrado, “se trabajó junto al Director de la Escuela en la identificación de espacios para los programas de postgrado y educación continua adscritos a los departamentos. Asimismo, se avanzó en el levantamiento de requerimientos para las áreas transversales de la Facultad”, dice.
Finalmente, en cuanto a las áreas de la Dirección Estudiantil, la Dirección de Bienestar Estudiantil y del Personal, y la Oficina de Género y Diversidades Sexuales, se sostuvieron reuniones colaborativas con sus integrantes para reflexionar en conjunto sobre los espacios que podrían contribuir a mejorar el bienestar y la vida universitaria, con el propósito de desarrollar soluciones arquitectónicas pertinentes y adecuadas.
Desde el Departamento de Música (DMUS), su director, Álvaro Menanteau, señala que este proceso “fue una oportunidad para que el equipo de trabajo del DMUS -principalmente integrantes del Consejo DMUS- pudiera representar los requerimientos de espacios necesarios para el desarrollo de nuestra disciplina, proyectada a través del plan de Nueva Infraestructura. Cada metro cuadrado que se ponía en discusión involucraba la fundamentación de aquello que se solicitaba como mínimo para poder funcionar. Fue un ejercicio intenso de autoevaluación, que siempre estuvo atravesado por la justificación disciplinar”.
Todo lo revisado anteriormente, será integrado en una versión consolidada de la Guía de Diseño. La arquitecta adelanta: “Esta nueva versión incluirá un programa arquitectónico validado por todas las unidades académicas y de gestión, y será presentada al Consejo de Facultad para su revisión y validación institucional. El documento final dará cuenta de las necesidades actuales, las proyecciones de crecimiento y los lineamientos estratégicos definidos en conjunto con la comunidad triestamental, consolidando así una propuesta sólida, representativa y alineada con los principios del proyecto Nueva Infraestructura”.
Por último, el Vicedecano de la Facultad, Luis Montes Rojas, reflexiona sobre el trabajo serio y colaborativo con cada una de las Direcciones, cumpliendo con el mandato de construir un plan de desarrollo de infraestructura en diálogo con las comunidades. En ese sentido, comenta: “Creo también que esa conversación ha sido muy fructífera, alcanzando proyecciones que recogen aquello que cada departamento o unidad requiere y anhela. Una vez que esté terminado nuestro trabajo, presentaremos este plan a las autoridades de Universidad para proyectar su ejecución, y así iniciar el camino definitivo para tener una nueva infraestructura para nuestra Facultad”.