El estudiante de la Facultad de Artes y becario de la generación 2022 del PME de la U. de Chile, David Lincoleo, fue invitado a entregar su testimonio en el marco de la ceremonia en la que la Casa de Bello distinguió, en diciembre pasado, a quienes obtuvieron Becas Uchile – Santander. En la instancia, que contó con la participación de la Rectora Rosa Devés, la Directora de Relaciones Internacionales de la U. de Chile, Alicia Salomone, y el gerente de Santander Universidades e Instituciones, Rodrigo Machuca, David entregó su testimonio, señalando que "la movilidad significó mucho para mí y se tradujo también en una gran cantidad de primeras veces: nunca había viajado en avión, salido del país o siquiera pensado en lo maravilloso que sería estudiar fuera”.
David Lincoleo es estudiante de la Licenciatura en Artes con mención en Teoría de la Música y el primer semestre de 2023 realizó una estadía en la Universidad Nacional Autónoma de México. Al respecto, recuerda que la inquietud por estudiar en el extranjero inició en pandemia, periodo en el congeló sus estudios para trabajar en el sector agrícola durante un año y en el que, en paralelo, comenzó a investigar sobre las posibilidades que existían para concretar ese desafío.
“Investigando, llegué a este programa que me permitió realizar parte de mis estudios en otra institución y conocer nuevas perspectivas educativas de la música, obteniendo habilidades de dirección, organización, autogestión, entre otras”, agrega sobre esta experiencia que lo llevó hasta la Universidad Autónoma de México, institución que eligió por su prestigio y nivel académico.
“Cumplió con cada expectativa que llevaba, teniendo profesores de gran nivel haciendo clases. Un espacio propicio para el desarrollo musical, teniendo una infraestructura adecuada para esto, logrando conocer y relacionarme con otras áreas musicales como con intérpretes de una gran variedad de instrumentos”, cuenta. Destaca, además, la gran oferta cultural de la casa de estudios mexicana y la variedad en sus programas artísticos, que “me permitieron una mayor flexibilidad para homologar las asignaturas cursadas con las de mi plan de estudios”.
La importancia de las redes de apoyo
Más allá de los desafíos académicos que tuvo que enfrentar durante su permanencia en la Universidad Autónoma de México, la adaptación a la vida universitaria, los horarios y otros temas cotidianos, también se transformaron en desafíos a los que David Lincoleo tuvo que hacer frente. “Organizarse para cumplir con todo implicó que al principio se me dificultó socializar lo suficiente para formar amistades, aunque, luego de un tiempo, pude acostumbrarme al ritmo universitario y esto desencadenó en lograr conocer mejor a mis compañeros de clases”, cuenta este estudiante, quien también forjó amistad con otros/as estudiantes que estaban de intercambio. “Al principio puede parecer todo muy abrumador y solitario, pero al irse acostumbrando, todo empieza a ser más fácil de llevar y empiezan a aparecer amigos que te acompañarán hasta el final”, agrega.
Sin embargo, “el desafío más grande fue el emocional, sentirse tan lejos de la familia, de los amigos de toda la vida, de todo lo que es normal y a lo que estás acostumbrado. Esto es algo que no pude resolver del todo, ya que había momentos donde se encontraba todo bien, pero otros donde uno sentía que estaba equivocado por completo. Este vaivén de emociones fue lo más difícil de llevar, aunque con los amigos antes mencionados como grupo de contención, poco a poco fue más tranquilo todo”.
Y fue precisamente por ello que al momento de compartir su experiencia con quienes obtuvieron Becas Uchile – Santander, decidió centrarse en “la salud mental y el lado emocional”, dice, explicando que “las conexiones que uno tiene y que genere, están para apoyarnos. Difícilmente a un amigo o familiar le molestará que le escribas y le comentes que no estás pasando por un buen momento, que necesitas que te escuchen o un consejo sobre algo que les cueste decidir”. Y agregó: “Por esto consideré que mi experiencia podría ayudarles a tener una movilidad más agradable, ya que aunque no todo es 'bonito', sigue siendo una vivencia que vale completamente la pena, y ése es el mensaje que intenté resaltar durante la ceremonia”.
A quienes iniciarán su intercambio, David Lincoleo no sólo les aconseja disfrutar al máximo la experiencia, sino también que, “si necesitan ayuda, recurran a los servicios de la Universidad, ya que siempre estarán para ayudarles. Además, no pierdan la comunicación con las personas que quieren porque en algún momento pueden necesitar de sus palabras de aliento”. Y a quienes están pensando en postular, que no dejen todo para la última semana, que celebren cuando les digan que quedaron y, en caso contrario, que “no se desanimen y sigan intentando, porque esta experiencia es algo que van a querer vivir y contar durante mucho tiempo”.
Como cuenta David, gracias a esta experiencia pudo “enriquecer su perspectiva sobre la importancia de las relaciones internacionales en el ámbito académico y cultural, fomentando uno de mis interes personales, el cual es aportar a la comunidad de la que soy parte”. Por ello es que cuando el prof. Pablo Kogan, Director de RR.II. de la Facultad de Artes, le ofreció colaborar con esa dirección, “no dudé en aceptar”, recuerda. Y concluye: “Mi experiencia previa, conocimientos adquiridos durante mi intercambio y habilidades personales, junto a la buena voluntad del director de RR.II. Artes, me han permitido participar en distintas labores de la Dirección de RR.II de la Facultad, cosa que me llena de orgullo y satisfacción, ya que estoy contribuyendo al enriquecimiento académico y cultural de mis compañeros, de la Facultad y de la comunidad de la Universidad de Chile. Es por esto que estoy comprometido a seguir fomentando la internacionalización de nuestra Facultad y, en un futuro cercano, lograr promover la colaboración artística y académica a nivel global”.
