El Departamento de Música de la Universidad de Chile realizará entre el 20 y el 22 de octubre la primera versión del Encuentro Killari Domo, Mujeres en la música, que contempla conciertos, talleres, conferencias, conversatorios y el estreno en Chile de la primera ópera escrita por una mujer en el mundo.
El encuentro tiene por objetivo principal “visibilizar y valorar el rol de las mujeres en la música de manera integral, promoviendo la creación, la investigación, prácticas musicales y el intercambio de conocimiento con perspectiva de género”.
Para eso, se desarrollarán diversas actividades en distintos espacios de la capital. El lunes 20 y martes 21 se realizarán dos jornadas que incluyen conferencias, conversatorios y talleres en la Cineteca del Centro Cultural Palacio de la Moneda, con temáticas que van desde el rol de las mujeres en el folklore chileno hasta mujeres músicas y bienestar.
Esos mismos días se realizarán dos presentaciones en la Sala Isidora Zegers, donde se presentarán obras elegidas por convocatoria y algunas estratégicas como un homenaje a Sofía Gubaidulina en el año de su fallecimiento a cargo de la cellista Gabriela Olivares.
Además, el miércoles 22 en Sala Ceina se presentará la ópera de la ópera "La liberazione di Ruggiero", de Francesca Caccini, considerada como la primera ópera escrita por una mujer en todo el mundo, y que realiza el Colectivo Lírica Disidente junto a la Camerata Estudiantil, dirigido por Carolina Abarca.
Para la subdirectora del Departamento de Música y coordinadora general de Killari Domo, profesora Carolina La Rivera, esta actividad significa “un hito trascendental para nuestro Departamento, ya que consolida una línea de trabajo que integra la creación, la investigación, la docencia y la extensión con perspectiva de género”. Agrega que “este encuentro visibiliza el compromiso institucional del DMUS con la equidad y la inclusión en el ámbito musical, promoviendo el reconocimiento de las mujeres creadoras, intérpretes e investigadoras en espacios donde históricamente han estado ausentes”.
Asimismo, define el proyecto como un “germen, una ‘luz inicial’ que comienza casi invisible, pero que tiene la potencia de hacer historia, porque en la universidad no pocas veces surgen iniciativas que, nacidas de manera silenciosa, llegan a transformarse en aportes trascendentes para la sociedad”.
¿Un proyecto de tantas perspectivas no obliga a sostener a futuro una estructura bastante fuerte?
El contenido que conforma esta primera edición de Killari Domo es el resultado del trabajo que muchas —principalmente académicas y profesionales de la música— hemos venido desarrollando en nuestras respectivas áreas de especialidad. Son investigaciones, proyectos artísticos y experiencias docentes que, en muchos casos, se venían realizando de manera individual o en pequeños grupos, y que hoy convergen bajo una misma visión.
Esta articulación colaborativa ha permitido construir un programa diverso y coherente, donde se reflejan tanto las líneas de acción del comité artístico del encuentro como otras iniciativas significativas que se desarrollan dentro y fuera del Departamento en torno a la temática. Así, este encuentro se transforma en un punto de partida integral, que nos proyecta hacia un futuro que aún no vislumbramos del todo, pero que nos desafía a hacernos cargo de las conclusiones que se obtendrá de este primer encuentro y a mantenernos abiertas a sostener los caminos que hoy comienzan.
Hay bastantes actividades enfocadas en el género en la música en Chile, pero quizás en la música de tradición escrita es algo menos frecuente. ¿Por qué cree que ocurre y cuál es el rol de Killari Domo en ese sentido?
Efectivamente, en los últimos años han surgido en Chile múltiples iniciativas que abordan la relación entre música y género, principalmente en ámbitos vinculados al folclor, la música popular y las prácticas interdisciplinarias. Sin embargo, en el campo de la música de tradición escrita estos procesos han sido menos visibles y, en muchos casos, más lentos.
Esto se debe a razones históricas y estructurales: la persistencia de un canon que ha privilegiado el repertorio masculino y europeo, la ausencia de políticas de inclusión sostenidas en los espacios académicos y la falta de visibilidad de las compositoras en los programas formativos y en los escenarios de interpretación.
En este contexto, Killari Domo asume un rol esencial: aportar una mirada crítica y propositiva desde la universidad, releyendo la historia musical, difundiendo nuevos repertorios y generando espacios donde la creación, la investigación y la interpretación se articulan con perspectiva de género. Su objetivo no es solo programar obras o realizar actividades con enfoque de equidad, sino contribuir activamente a transformar las estructuras de pensamiento y los hábitos de programación que por décadas han limitado la representación femenina en la música académica.
De esta manera, el encuentro se consolida como un espacio de proyección institucional que amplía la mirada sobre la creación musical desde la Universidad de Chile hacia el país y la región, promoviendo una cultura musical más diversa, equitativa, de todos los tiempos y contemporánea.
¿Cuánto diría usted que el objetivo central del Encuentro (“visibilizar y valorar el rol de las mujeres en la música de manera integral, promoviendo la creación, la investigación, prácticas musicales y el intercambio de conocimiento con perspectiva de género”) es algo que está ocurriendo efectivamente al interior de la comunidad DMUS?
Killari Domo no surge en el vacío, sino que responde a un proceso que ya se viene gestando al interior del Departamento de Música. En los últimos años, diversas académicas, académicos y estudiantes han incorporado repertorios de compositoras, desarrollado proyectos de investigación con enfoque de género y promovido instancias de reflexión sobre la práctica artística y sus implicancias sociales.
A ello se suman iniciativas como los conciertos “Ellas por Ellas”, que alrededor de cada 8 de marzo reúnen a intérpretes y compositoras en torno a una programación conmemorativa, o los distintos ciclos y proyectos que, desde la extensión y la docencia, han contribuido a visibilizar el trabajo de mujeres creadoras. También destacan experiencias formativas que involucran directamente a estudiantes, como las realizadas por la Camerata Estudiantil, los ensambles de Música de Cámara y otras agrupaciones del DMUS, que integran repertorio de compositoras dentro de sus programas académicos y presentaciones públicas.
En este contexto, Killari Domo se presenta como un espacio que recoge y potencia estas transformaciones, dándoles visibilidad, coherencia y proyección institucional.
¿De qué modo un hito anual puede llevar a que ciertas cosas se reviertan permanentemente y no ocurra que sirva como una suerte de hecho simbólico?
Killari Domo fue concebido desde sus inicios como un proceso de largo aliento más que como un evento puntual. Su sentido no es únicamente conmemorativo, sino estructural: busca instalar una manera distinta de pensar y hacer música en la Universidad, articulando de forma permanente los ejes de creación, investigación, docencia y extensión con perspectiva de género.
Cada edición del encuentro se propone dejar aprendizajes, redes y capacidades instaladas dentro del Departamento, de modo que su impacto trascienda la fecha del evento. En esa línea, la reflexión que surge a partir de las conferencias, talleres y mesas de diálogo se proyecta hacia los programas de estudio, las líneas de investigación y las políticas de extensión que el DMUS desarrolla durante todo el año.
Más que un gesto simbólico, Killari Domo busca consolidar una práctica institucional que impulse cambios sostenibles, favoreciendo un entorno de trabajo y aprendizaje donde la equidad, la colaboración y la conciencia crítica se conviertan en ejes que orienten las decisiones y los proyectos futuros del Departamento.
Es difícil elegir, pero ¿se pueden mencionar algunos hitos significativos del encuentro?
Cada actividad del programa cumple un rol específico dentro de la estructura del encuentro, pero existen algunos hitos que reflejan con especial claridad la amplitud y profundidad de Killari Domo. Por una parte, las conferencias y mesas temáticas permiten situar la reflexión académica sobre las mujeres en la música desde distintas perspectivas —histórica, interpretativa y creativa—, generando diálogo entre compositoras, investigadoras y artistas.
Por otra, los conciertos y estrenos de obras de compositoras chilenas y extranjeras constituyen una instancia de visibilización directa del trabajo artístico de mujeres creadoras, integrando la práctica musical universitaria con el entorno cultural del país.
Junto a ello, destaca un aspecto inédito en este tipo de proyectos: la incorporación del bienestar como eje académico. A través de talleres y espacios de reflexión, Killari Domo aborda por primera vez, desde una perspectiva institucional, la importancia del autocuidado, la salud mental y la autoconfianza escénica en la formación musical. Este enfoque integral amplía la comprensión de la práctica artística y propone un modelo más consciente y sostenible del quehacer universitario.
Finalmente, el cierre con la ópera La liberación de Ruggiero, de Francesca Caccini, a 400 años de su estreno, simboliza el espíritu del encuentro: recuperar voces históricas y proyectarlas hacia el presente, consolidando el compromiso del Departamento de Música con la equidad, la creación y la excelencia artística.
ACTIVIDADES DEL PRIMER ENCUENTRO KILLARI DOMO