Anaís Rivera Santana tiene 12 años y arribó desde Copiapó a la ciudad de Santiago para poder realizar el curso de Pintura y Dibujo. Acompañada por su madre, Alejandra Santana Vásquez, hicieron el esfuerzo de viajar y buscar dónde alojarse durante una semana para tener la oportunidad de adquirir más y mejores herramientas, a las innatas capacidades artísticas que tiene Anaís.
“Vinimos del norte solamente para los cursos, ya que en nuestra región no hay muchas actividades de este tipo para los niños, ni en verano, ni en invierno y tampoco durante el año. Fue así como buscando en internet encontré esta alternativa para Anaís, porque realmente siento que tiene capacidades, le gusta el dibujo, la pintura; le gusta el arte en realidad. Y en estos 12 años siento que no he sabido entregarle herramientas, hasta que encontré este curso que creo es una buena alternativa para comenzar a indagar lo que mi hija quiere”, contó la madre de Anaís, Alejandra Santana.
Al ser la más grande de la clase, Anaís pensó que eso le jugaría en contra, pero su ímpetu y la buena relación que logró establecer con sus compañeros más chicos, le permitieron adaptarse de buena forma y finalizar el curso que con tanto entusiasmo comenzó. “El primer día, como yo vi que las niñas eran mucho más chicas de edad en relación a Anaís, le ofrecí no volver, le dije que no era obligación, y me dijo que quería seguir viniendo y está muy contenta con todo lo aprendido”, dijo Alejandra.
Un porteño
Desde Valparaíso llegó Hans Grawe de 8 años, junto a su padre del mismo nombre, también con la idea de reforzar el talento y las capacidades autodidactas que posee. Así lo confirmó Hans Grawe padre, quien contó que su hijo dibuja desde muy chico, pero que “el uso de los colores le faltaba. Entonces justamente eso estábamos buscando, que obtenga más herramientas y que aprenda más conceptos, porque él dibuja hace tiempo, tiene la mano suelta y queríamos que desarrolle eso”.
De allí que al igual que Anaís y su madre, hicieron el esfuerzo de venirse por una semana a la capital para que Hans adquiriera más herramientas artísticas. “Nos enteramos de los cursos por un correo que me llegó y se dieron todas las instancias, teníamos todas las ganas, así que como a él le gusta, vinimos a quedarnos acá durante toda esta semana”, señaló Hans padre.
Hoy, ya finalizado el curso, Hans cuenta que su hijo está muy contento con todo lo aprendido. “A él le gustó mucho, trabajó harto y puso atención. Ayer por ejemplo me explicó la Estrella de David, la Teoría de los Colores; el otro día le explicaron la sección áurea y le pasaron las proporciones. Igual le quedaron grabados los conceptos porque se los explicaron de manera lúdica para que lo puedan entender ellos y hay mucha práctica y eso es lo más significativo para ellos”, dijo Hans padre.
La muestra
El esfuerzo y la dedicación tanto de Anaís como de Hans, así como del resto de los alumnos para participar de este curso, les dieron la posibilidad de exhibir por primera vez sus trabajos en una sala de exposiciones de gran importancia como es la Sala Juan Egenau, que durante este viernes 21 de julio, reunió las obras de los pequeños artistas, con el que se cierra esta primera experiencia de impartir talleres dirigidos especialmente a los más pequeños del hogar en las vacaciones de invierno.
“Mi hija siente que aprendió mucho y relaciona mejor las cosas. Ayer me hablaba de la perspectiva, cosa que ella ya sabía, pero me dijo que ahora había aprendido el concepto y está teorizando un poco las cosas que ella tenía adquiridas por esencia como algo innato. Me habla de muchas cosas y me gusta que ella vea que la vida no termina allá en el norte y este curso ha servido para eso, para abrirle las puertas”, puntualizó la madre de Anaís.
Igual opinión tiene el padre de Hans, quien afirmó que “esto es una inversión que le va a quedar para siempre. Estos conceptos no solo le van a ayudar para soltar la mano, para integrarlo, sino que van a ser parte de su vida”.
Un actor relevante en la realización del curso es el profesor Juan Céspedes, artista visual reconocido a nivel nacional, quien tuvo a cargo la misión de enseñarles a los niños los conceptos primarios y más importantes de la técnica del Dibujo y la Pintura.
“Comenzamos con conceptos bien básicos pero importantes, que aunque los vimos superficialmente, los chicos lo absorbieron súper bien. Empezamos con geometría, para ver cómo la ésta ayuda a estructurar el dibujo, sin decirles a ellos que eso era el objetivo, sino que son cosas que pasan naturalmente. Vimos color, proporciones, Fibonacci, collage y luz y sombra, trabajamos con varios materiales y distintos soportes diferentes”, explicó el profesor.
Precisamente esos trabajos se pudieron apreciar en la muestra que además de dibujos de gran calidad, exhibió los collages hechos por los niños.
En la oportunidad, el subdirector del DAV, Daniel Cruz, tuvo palabras de agradecimiento para los niños y sus padres y adujo que, “vemos que aquí hay un potencial muy relevante, por eso la idea es trabajar con los chicos y que descubran también distintas formas que a veces en los colegios o en otros lugares no están tan implementados. Para nosotros también es una nueva forma de entender lo que es crear y lo que es explorar los materiales, en este caso el dibujo y la pintura”.
La coordinadora de los Cursos de Extensión, Francisca Montes, también se refirió a lo que fue la realización de este curso de Pintura y Dibujo, señalando que “el taller fue un éxito. La asistencia de los niños fue del 100% todos los días y el profesor Juan Céspedes pudo efectivamente aplicar, implementar y enseñar conocimientos que son pertinentes para los niños entre 8 y 12 años. Los resultado se ven en el montaje de sus trabajos en los muros de la Sala Juan Egenau y estamos súper contentos de haber podido realizar esta experiencia”.
Además la artista visual y académica del DAV indicó que continuarán con este tipo de talleres, mejorando los aspectos más débiles para la próxima versión y llegando a otros niños a los que no llegaron en esta primera versión de los cursos, siempre articulándolos con las vacaciones.
“Consideramos importante vincularnos no solo con el ámbito del medio del arte en los adultos, sino que creemos que desde los niños también se puede lograr trasmitir cuestiones esenciales que se están desarrollando acá y así poder aportar a configurar sensibilidades que están presentes en los niños para que se puedan desarrollar hacia un futuro”, sentenció la coordinadora.
Por último, el profesor Juan Céspedes se mostró conforme y sorprendido con el resultado final del taller expuesto en la Sala Juan Egenau, manifestando que, “el resultado fue óptimo y más o menos sorprendente. Los chicos tienen una velocidad y capacidad de ver y trabajar bastante dinámica, entonces eso obliga a estar constantemente presentándoles y proponiéndoles nuevos desafíos”.
Además el profesor concluyó invitando a los padres y niños a participar en este tipo de actividades que les permite a los más pequeños desenvolverse de mejor manera en todo ámbito: “Pienso que en general es importante desestructurar a los niños y abrirlos a la libertad que el arte en general permite y eso es lo principal, que ellos se sientan libres, que puedan darse cuenta que ellos pueden saber y que tienen posibilidades con distintos tipos de medios”, indicó Juan Céspedes.