Desde este año, el Departamento de Música y Sonología de la Universidad de Chile, DMUS, impartirá la carrera de Ingeniería en Sonido, que viene a reemplazar a la Licenciatura en Artes con mención en Sonido. Quienes cursen la nueva carrera, cuyo jefe es José Luis Cárdenas, tendrán un título profesional de Ingeniero en Sonido o Ingeniero en Sonido con mención en Señales y Sistemas Sonoros o con mención en Diseño y Producción Sonora.
El académico Sergio Floody, quien previamente se desempeñaba como jefe de carrera de la Licenciatura en Artes con Mención en Sonido, fue quien lidero este proceso de cambio del currículo. “Existía las necesidad de crecer en varios aspectos, era imperante una reconfiguración del plan de estudios para ofrecer al mercado laboral un titulado que sea capaz de desempeñarse en campos que crucen ciencia, arte y tecnología”, cuenta Floody.
Respecto al proceso de creación de la malla académica, iniciado en agosto de 2009, Floody cuenta que se trabajó un proceso de reflexión cuya idea era generar una carrera flexible, que tome áreas científicas, matemáticas y de audio. Además de incluir aspectos estéticos y sicológicos, siempre haciendo hincapié en cómo todas estas áreas confluían. En todo el proceso diversos expertos y egresados de la Licenciatura en Sonido, ya insertos en el mundo laboral, fueron consultados sistemáticamente.
Así, los titulados en Ingeniería en Sonido se caracterizarán por tener una formación transdisciplinaria, con una mirada amplia y unificadora, con el objetivo de intervenir, transformar y generar proyectos y gestionar a nivel fundamental el fenómeno sonoro en las áreas de realidad y abstracción. “En el fondo, esta es una carrera que define el concepto de creación, qué es realmente una experiencia artística y científica”, agrega Sergio Floody
Proceso académico y malla curricular
Los primeros semestres de la carrera tienen una estructura clásica, con ramos de teoría. Sin embargo, a partir del cuarto semestre los ramos se vuelven más prácticos. Entre estos destaca el Taller Integrado de Creación Sonora, donde los estudiantes podrán generar su primer proyecto de creación específica, en el área del sonido. Otro curso relevante es el Taller Interdisciplinario, donde los futuros titulados podrán trabajar en conjunto con estudiantes de otros Departamentos de la Facultad de Artes. De este modo, compartirán procesos pedagógicos con alumnos de Danza y Teoría Musical.
Música Popular de los siglos XX y XXI, un curso de Sicoacústica y Acústica Musical, proyectos integrados de Señales y Sistemas Sonoros también son parte de la nueva malla, que además incluye ramos de producción.
Otra de las ventajas de Ingeniería en Sonido es que las prácticas profesionales quedarán mejor distribuidas en la duración de la carrera. En total, son cuatro prácticas que se desglosan en dos prácticas de observación en los primeros cuatro semestres y dos prácticas profesionales, una en el séptimo semestre y otra en el décimo. Esto, con el objetivo de integrar paulatinamente al estudiante en el mundo laboral.
El proceso pedagógico terminará con un Seminario de Investigación, donde el estudiante armará su proyecto de memoria. Paralelamente podrá elegir, de una batería de electivos, los cursos que más le interesen. De este modo, la memoria queda incluida en los diez semestres de la carrera y no aparte, como ocurría con la Licenciatura.
Campo laboral del ingeniero
Las áreas en las que el titulado podrá desempeñarse incluyen la producción musical, estudio y grabación, refuerzo sonoro, audiovisual, entre otros. Pero además, podrán desarrollarse en campos menos tradicionales, en proyectos junto profesionales de otras áreas, como la fonoaudiología, arte o danza.
“Antes quienes hacían saltos y cruces con otras disciplinas lo hacían a ciegas, la idea es que ahora estén respaldados por un diseño académico y curricular intencionado, esa es la gran ventaja”, comenta Floody. “Hay que entender este proyecto como la encarnación de una formación flexible, siguiendo los nuevos paradigmas del carácter educativo. Esta no es una carrera aislada que sirva sólo para una cosa”, finaliza el académico.