El profesor Germán González Quiroz asumió la misión de concertar la actividad general de acreditación en la Facultad de Artes, promoviendo de paso la generación de una futura unidad especializada en estas tareas. De ese modo, el académico del Departamento de Artes Visuales reemplaza al profesor Carlos Delgado Lizama, quien ejerció el cargo durante el año 2014 y que hoy coordina la Comisión de Autoevaluación de la Licenciatura en Artes mención Danza, mismo rol que la profesora Ana Luisa Campusano ejerce en la mención Diseño Teatral.
La Decana Clara Luz Cárdenas y el Vicedecano Jorge Gaete Villalón han encomendado a estos académicos, junto al equipo de la Escuela de Artes que dirige la profesora María Teresa Lobos la conducciónde este proceso. Así, uno de principales objetivos en la gestión del profesor González es establecer y administrar protocolos de acuerdo para que las distintas menciones que se imparten en la Facultad de Artes se incorporen al proceso de autoevaluación y acreditación por carrera que impulsa la Universidad de Chile.
“Las carreras deben tener la voluntad de acreditarse, porque cualquier tipo de medida para imponer procesos como éste va a concluir en un fracaso”, dice el académico y coordinador de acreditación de la Facultad de Artes sobre dicho mecanismo que busca asegurar la calidad de las instituciones de educación superior así como de las carreas y programas que en éstas se imparten. Y agrega: “Lo importante es entender que detrás de la autoevaluación hay un espíritu que se debe respetar y que implica una participación horizontal de los protagonistas del proceso, que son todos los integrantes de la comunidad académica en cada carrera”.
Por eso es que para el profesor González es fundamental dar a conocer de qué tratan las diversas etapas de este proceso, pues transparentar esta información permitirá que “estudiantes y académicos entiendan en qué consiste la autoevaluación y la acreditación, que lo acepten, lo valoren y lo aprovechen”, agrega este académico que en su gestión además cuenta con el apoyo profesional de Francisco Becerra, asesor en materias de autoevaluación y acreditación proveniente de la Unidad de Reforma Curricular de la Iniciativa Bicentenario a cargo de Sara Chauriye, y que actualmente trabaja con las comisiones de las carreras de Danza y Diseño Teatral.
Autoevaluación
La autoevaluación es lo primero en lo que deben enfocarse las comunidades de las licenciaturas y carreas que han decidido incorporarse a este proceso que, en la Facultad de Artes, ya han iniciado las licenciaturas en Artes mención Danza y mención Diseño Teatral (ver contenidos vinculados).
Definida por la Comisión Nacional de Acreditación, CNA, la autoevaluación es “el proceso mediante el cual una carrera reúne y analiza información sobre sí misma, a partir de criterios y patrones de evaluación definidos, con el fin de generar mecanismos de control de su calidad”. De allí que para Germán González Quiroz ésta sea una invitación a “entender en qué situación estamos y hacia dónde queremos llegar, pues tiene que ver precisamente con identificar procesos internos de cada carrera para revisarlos y ver en qué y cómo podemos mejorar”.
Para él, la historia de la Facultad y su actual distribución geográfica son características que vuelve más complejo este proceso y que obligan a preguntarse “cómo generar, por ejemplo, una política de autoevaluación, una mirada de identidad que sea transversal a todas las carreras dentro de lo que es la Facultad. Es decir, cómo trabajar un proceso de autoevaluación que sea más o menos común, porque cada carrera es un mundo, cada sede es un mundo y cada disciplina también lo es”, dice.
La autoevaluación comprende la conformación de una comisión, recolección de antecedentes, generación y análisis de información, formulación de juicios preliminares sobre las fortalezas y debilidades de la carrera y la socialización de dicho material, para finalmente elaborar el informe de autoevaluación. “La idea es que todos conozcan y accedan a la información relativa a la autoevaluación, a sus insumos y elementos de trabajo”, dice el Prof. González, agregando que “no es sólo espíritu. Aquí cada comunidad es responsable y protagonista del trabajo que demanda su autoevaluación”.
Acreditación
Entre seis meses y año en es el tiempo en que aproximadamente puede extenderse este proceso, desde que se oficializa la incorporación hasta que se obtiene o no la acreditación. “Las carreras pueden comenzar a prepararse antes, pero es ése el margen convencional de tiempo con el que se cuenta para desarrollar el proceso”, explica el académico, contemplado en ese cálculo las dos etapas que siguen a la autoevaluación: la evaluación externa o visita de pares evaluadores, y el pronunciamiento de acreditación.
“De acuerdo a la Unidad de Autoevaluación, Acreditación y Calidad de la Universidad de Chile, bajo la coordinación ejecutiva de Cecilia Dooner, somos parte del 25,8% de las carreras que no están acreditadas dentro de la institución”, señala Germán González, quien por lo mismo se ha propuesto reforzar el apoyo a las comisiones que coordinan los profesores Carlos Delgado y Ana Luisa Campusano para cambiar esta situación, además de generar las condiciones para que otras licenciaturas se incorporen. Y aunque aún no es obligatorio, este proceso sí “debería ser permanente en la medida de que invita a estar continuamente revisando en qué se puede mejorar”, dice.
“Ésta es una oportunidad para que las comunidades se miren y den cuenta que este proceso puede significarles beneficios, en la medida que comprometan ánimos propios”, señala este académico. Y continúa: “La idea, desde el punto de vista de nuestras máximas autoridades, Decana Clara Luz Cárdenas y Vicedecano Jorge Gaete, es respaldar fuertemente las carreras que se incorporen a esta actividad, a través de sus respectivas comisiones de autoevaluación, para que puedan trabajar tranquilas y lograr ese sello que va más allá de la acreditación misma, pues da cuenta de un sentido de la excelencia y la identidad de cada uno de nuestros programas de arte”, concluye.
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