Con el Seminario “Los ochenta y noventa en la Argentina: Entre la desaparición y el goce" y la Conferencia “La Hora Americana: El imaginario andino en el arte argentino 1910-1950" el académico e investigador argentino Roberto Amigo dará a conocer parte de las investigaciones de su amplia trayectoria, en la visita que realizará a la Facultad de Artes de la Universidad de Chile.
El curador en jefe del Museo Nacional de Bellas Artes de Buenos Aires (MNBA), quien por tercera vez se presenta en esta casa de estudios, analizará -desde una mirada de la historia del arte- el proceso abierto de la crisis de la dictadura militar y la transición democrática, desde las diversas estrategias de las artes visuales, para dar cuenta de la desaparición, pero también del goce, de la afirmación lúdica de los cuerpos como respuesta al terror. “La propuesta es pensar la obra de algunos artistas y principalmente no afirmar -como es habitual- como un bloque autónomo de los noventa por criterios formalistas, sino pensarlo como conclusión política de los ochenta”, señaló el profesor Roberto Amigo.
Y es que para el docente argentino, los años ochenta constituyen un eje fundamental de sus investigaciones, comenzando su estudio precisamente a fines de esa década. “Mucho antes que estos temas se constituyeran con una presencia fuerte en las investigaciones académicas y en las políticas museográficas, comencé a estudiar lo que denomine prácticas artísticas de praxis política de esa década”, argumentó. Aduciendo además que ese interés surge a partir una cuestión generacional, “una trama de relaciones personales que me une con los artistas de los ochenta y los noventa”, agregó.
De ahí que el Seminario que se realizará los días miércoles 2 y jueves 3 de julio a las 18:30 hrs. en la Sala Adolfo Couve de la Sede Las Encinas, aborde el problema de la representación de los detenidos-desaparecidos, los secuestros, las torturas y la desaparición de los cuerpos. Así mismo el curador se referirá al goce desde la perspectiva del artista Roberto Jacoby, una característica que según el profesor Amigo, fue utilizada como estrategia del placer y la alegría en respuestas a la violencia y la represión.
En la conferencia que se realizará el viernes 4 de julio a las 19:30 hrs. en el MAC Parque Forestal, el académico presentará la exposición actual del MNBA en la que trabaja como curador jefe. “La Hora Americana es una muestra que explora las relaciones entre las ideas americanistas y el arte argentino, desarrollando los conceptos que van definiendo ese americanismo: eurindia, indianismo, nativismo, costumbrismo regionalista, indigenismo”, explicó el profesor.
Para el especialista en arte latinoamericano del silgo XIX, el americanismo ha sido una línea constante de trabajo, “me interesa ese marco de identificación regional sobre la fuerza dominante de la identidad nacional, por su amplio margen ideológico que abarca desde el nacionalismo cultural católico, hasta la izquierda comunista”, explicó el curador.
Al ser consultado sobre la relación que existe entre las ponencias que encabezará durante los próximos días y el trabajo mostrado durante la I Trienal de Chile, que se realizó durante el 2009, en donde Roberto Amigo participó con la investigación: Territorios de Estado, Paisaje y Cartografía, Chile siglo XIX, el académico aseveró que, “tiene preocupaciones similares sobre la función de las imágenes como constructora de la identidad, pero el campo es otro, menos sujeto a una discusión sobre la implantación y transformación local de los géneros pictóricos, para indagar más sobre las ideas de la Argentina como tradición y como destino”, concluyó.
Por último, el profesor Roberto Amigo declaró sentirse muy contento con esta nueva visita a Chile, afirmando que, “siempre es un placer discutir mis investigaciones en Chile, dar un seminario en la Universidad de Chile, reunirse con los colegas, mirar el arte chileno en lo que me permita mi corta estadía. Por otra parte en mi trabajo en el Museo Nacional de Bellas Artes, en Buenos Aires, impulso fuertemente la integración entre la universidad y el museo, que generalmente han transitado por senderos paralelos, sin duda porque pertenezco a los dos lugares, y tengo el convencimiento de que el trabajo conjunto de ambas instituciones (a veces, en el simple cruce de investigadores y proyectos) permiten con mayor solidez la defensa de lo público, de la democratización del acceso a la cultura y del saber sobre ella”.
