El martes 20 de agosto, el Museo de Arte Contemporáneo anunció la recuperación de la totalidad de las obras sustraídas tras el masivo concierto de Los Jaivas, el jueves pasado. Si bien nos alegramos ante esta noticia, este grave incidente causó perjuicios a nuestra institución que van más allá de este hurto específico.
Este evento contó con la autorización y apoyo de la Municipalidad de Santiago. Al MAC no se le informó sobre esta actividad, haciendo imposible tomar resguardos adicionales en el interior del museo. Tampoco se dispuso seguridad exterior adicional, guardias ni vallas papales, por lo que nuestro edificio patrimonial sufrió daños debido al desborde de la convocatoria, entre ellos, rayados a la fachada, orínes que hasta hoy contaminan incluso el interior del museo y una ventana forzada. En este marco, el atentado sufrido por el MAC se configura como un acto vandálico producto del desorden generalizado y no como una acción premeditada de un robo de arte especializado.
En lo más contingente, esto implica un perjuicio a la más reciente política del MAC de abrir un espacio a los coleccionistas privados de nuestro país. Este incidente es un atentado a la generosidad de un coleccionista, pero también al incentivo que genera esta iniciativa en el mercado de artistas locales.
El Museo de Arte Contemporáneo sede Parque Forestal -y sus muestras Colección Juan Yarur: Un Relato Personal, Quién como Dios, de Carlos Bogni y Y Este Mar que Tranquilo Nos Baña..., de Virginia Huneeus- se mantendrá cerrado hasta nuevo aviso. Así mismo, se suspenden las dos actividades que se realizarían junto al Consejo Nacional de la Cultura y las Artes: la inauguración de la muestra El Castigo, de Zaida González -actividad oficial del para el Mes de la Fotografía, a la que asistiría el Ministro de Cultura, Roberto Ampuero- y el conversatorio Coleccionismo de Arte en Chile Hoy; igualmente la conferencia internacional del artista brasileño Caio Reisewitz, agendada para el lunes próximo.
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