Fernando Andacht, semiólogo de larga trayectoria, académico de la Universidad de Ottawa (Canadá), destacado por innumerables publicaciones y artículos sobre sociosemiótica basados en el modelo teórico del pensador norteamericano Charles Sanders Peirce (1839-1914) dictó el seminario, "Lo Real, lo Auténtico y lo Imaginario: Signos, Vida Cotidiana y Representación", cuyo objetivo principal fue "dar a conocer los trabajos de Peirce, para poder comprenderlos debido a su alta complejidad, además del uso de terminologías muy especializadas en sus publicaciones, explicando con ello cuál es el motivo para estudiar semiótica a través del análisis de cosas de la vida cotidiana, de la publicidad, de las películas, de los documentales, etcétera", declara el académico y agrega, "la idea también es mostrarle a los estudiantes que la semiótica abre un panorama muy interesante y distinto a la psicología, a la sociología o a la antropología, porque se centra en la lógica de lo que Peirce denominaba signos, en la interacción de estos y en la relación inseparable entre el ser humano y los signos del mundo".
Desde 1987 que el profesor Andacht se dedica a la sociosemiótica, que según sus propias palabras "es una disciplina fundamental y periférica" y explica, "este ámbito es fundamental porque su campo tiene que ver con los procesos biológicos o humanos por los cuales se gesta, se desarrolla, crece, cambia, se adapta el sentido o la significación, lo que la posiciona como fundamental porque no hay ciencia que no use el sentido. Basta pensar en las formulas algebraicas, químicas, ecuaciones, mapas, todos ellos usan algún tipo de representación de lo que les interesa del mundo y el termino representación está en el corazón de lo que es la semiótica. Estudia diversas formas de representación, en contraste por ejemplo, con la lingüística que es mucho más acotada".
Sin embargo, a pesar de ser una disciplina transversal a cualquier ámbito de estudios, la semiótica sigue siendo marginal en el área académica, "esta disciplina no es misteriosa, sino que a menudo es rechazada, ninguneada y dejada de lado porque no es parte del canon de los programas de estudios de nivel secundario, eso explicaría el desinterés por desconocimiento", señala el profesor.
Invasión de lo real
Desde hace más de diez años que el académico Fernando Andacht estudia la invasión de lo real, más conocido como el genero televisivo de los reality shows. Una tendencia comunicacional que nace en Holanda en 1999 y cuyo formato se expandió por todo el mundo, dando paso al fenómeno "Glocal", concepto creado por el sociólogo norteamericano Roland Robertson y utilizado con frecuencia por Andacht, para explicar la invasión de los reality shows en gran parte del mundo. "El fenómeno glocal del reality habla de la globalización porque viene de Holanda y se expande por el mundo, pero al mismo tiempo es algo muy local, donde lo que a la gente le va a encantar ver en la televisión chilena es que venga alguien de Concepción o de Antofagasta que se comporte igual que el expectador, entonces eso es interesante porque se mezclan las clases sociales, lo local y cada país lo maneja", señala.
A partir de la irrupción de este nuevo genero televisivo, criticado por algunos, elemental para otros, el profesor Andacht empieza a investigar y estudiar la dinámica y el funcionamiento distintivo de los reality shows. Motivo por el cual comienza a hablar sobre la temática central del seminario que dictó en la Universidad de Chile, "lo real, lo autentico y lo imaginario", agregándole el análisis de discursos políticos, documentales y el empoderamiento de las redes sociales (Facebook, Youtube, Twitter, etc.) como mayor medio comunicacional de esta nueva era. "Durante el seminario mostré videos de políticos y artistas pop como Rihanna, con el fin de que los estudiantes comprendan que, lo real es lo que pasa y lo autentico es lo que se busca en lo real. Es decir, hoy en día la gente busca el alma de las cosas, lo que yo llamo el Santo Grial", explica el académico.
Sex appeal e Index appeal
Esta diversificación de temáticas estudiadas por el profesor Andacht lo llevaron a publicar un paper presentado recientemente en Brasil, denominado "El juego de las lágrimas", en el cual, luego de una serie de análisis audiovisuales de diversas figuras públicas del mundo de la política, la música, entre otras, se da cuenta que las lágrimas y la sentimentalidad con la que los famosos tratan de llegar a la audiencia buscan ser un signo de humanidad, autenticidad y cercanía. "Hoy las redes sociales plantean una idea altamente dudosa, porque las personas no son tontas, pero gracias a esos medios la gente tiene la ilusión desengañada de encontrar algún signo genuino de algún artista o político", indica el académico.
Para reforzar esta hipótesis y basándose en un artículo publicado en una revista estadounidense, Fernando Andacht postula que en la actualidad los actores de cine y la parafernalia hollywoodense han perdido valor ante las figuras musicales, debido a que estos últimos aparecen de manera constante en los medios de comunicación y utilizan las redes sociales como medio de difusión. A diferencia de lo que ocurre con los actores de cine que de vez en cuando aparecen en televisión vendiendo su nueva producción. "El actor de cine solo viene cada tanto tiempo a vender su película nueva, los artistas de la música en cambio tienen la pagina de Facebook, el Twitter, y sobre todo Instagram. Entonces vemos que hay un enorme e imposible anhelo de ver el verdadero ser, de ver lo real, lo autentico, y acá entra lo imaginario, porque obviamente eso está en la imaginación de esta época que tiene una gran paradoja. Es la época más tecnificada, menos presencial, donde tu vas a un concierto en vivo y vas a ver a tu artista preferido a diez kilómetros en una pantalla gigante, existen gran cantidad de intermediarios, y justamente lo que más valor tiene para esta época es la inmediatez, el contacto", plantea Fernando Andacht.
Esto vendría a explicar una de las líenas de estudio de este semiólogo, que parte analizando campañas políticas, seguido del fenómeno de los realitys shows, sumado a la cantidad de desarrollo que se ha dado en la cotidianeidad. "En la vida de las personas hay una verdadera pasión por el contacto, a todo eso yo le llamé index appeal. Hollywood invento el sex appeal, una diosa glamorosa como Marilyn Monroe, inventa una industria de las stars y el sex appeal es un llamado sensual y erótico pero fantaseado, porque nadie se espera que Marilyn Monroe se fije en uno. Ahora hay otro fenómeno que yo llamo index appeal, centrado en el index, es decir, en los signos indiciales que estudia la semiótica a partir de lo que existe, de lo fáctico, lo individual, lo concreto", afirma Andacht, y agrega, "yo digo que Hollywood inventa la seducción de la lejanía, de la distancia y esta nueva maquina mediática, el reality show, propicia algo tan imposible como lo otro, pero la ilusión es distinta. La ilusión es que son como tú, que tienen problemas como cualquiera, que van a reaccionar como tú. La producción remplaza al libreto, hace trampa, pone músicas, les hace juegos, pero cómo reaccionan los protagonistas es la diferencia. No es un libreto que les dan como para que lean, sino que los participantes son elegidos con características opuestas para que generen reacciones, para que hayan choques, entonces es fascinante este fenómeno porque está lo racial, lo sexual, lo social, lo económico, lo educativo, todo mezclado y es infinito como objeto interesante de estudio".
Sin embargo, esta industria moderna que propicia el index appeal, no suple al sex appeal, así lo postula el académico al afirmar que, "el index appeal no remplaza el sex appeal, siguen habiendo grandes divas. Lo que hay cada vez más es un menú ampliado. Antes las personas veían noticias para buscar la realidad objetiva, eso hoy explotó porque existe una gran ilusión de ver la realidad de los artistas a través de las redes sociales. Lo que antes aparecía en una revista del corazón, hoy aparece con inmediatez en una página web, en Twitter. El intermediario toma importancia, entonces yo diría que hay un menú ampliado, porque la fascinación por la distancia existe, pero al mismo tiempo no hay ídolo que no intente, como mayor o menor éxito y eficacia, abrir la ventana del autentico ser. Lo que antes era algo mucho más estándar y preparado, hoy es distinto porque aunque existen sospechas, los cantantes pop en la actualidad tratan de crear un sí mismo muy cercano a lo que cantan y se presentan sobre el escenario como papel y ahí es donde viene lo nuevo. Está la actuación que es del orden casi de lo ficticio, pero se trata de que haya una especie de confusión, de invasión de ese personaje con la persona y eso vale millones. Entonces hoy conviven de forma conflictiva, mutante y móvil, el gusto por la distancia, por la estética clásica, llamada sex appeal, con algo de intimidad mediada pero que por instantes genera la ilusión, el ensueño de que casi lo estas tocando, de que casi estás llegando a la persona misma y ahí es donde está lo distintivo del fenómeno mediático. No desaparece la ficción pero se complejiza y se agrega toda esta tecnología y las redes sociales. Todo ese juego, aunque sea voluntario, involuntario o accidental, agrega complejidad", asegura el semiólogo.