Un expediente policial sobre una agresión sexual fue lo que originó la investigación que Deysi Cruz realizó para dar forma a Himen complaciente, propuesta en la que invita a reflexionar en torno a la violencia ejercida contra el cuerpo de las mujeres. "En las páginas de ese expediente se describen los procesos a los cuales es sometida la víctima después de una agresión sexual, para constatar la veracidad de su denuncia, pero ¿qué ocurre cuando el cuerpo de la mujer no presenta daños físicamente visibles? ¿Cómo se demuestra la agresión? Ése es el caso de este expediente en que la mujer examinada presenta un himen complaciente que permite la penetración sin desgarrarse", recuerda esta joven artista, citando la frase que finalmente gatilló la creación de la obra que exhibirá en la Sala Juan Egenau.
Siete grupos de velo italiano conforman esta propuesta, telas en las que esta egresada de la Licenciatura en Artes Plásticas imprimió las páginas de ese expediente, imágenes de los diversos tipos de hímenes que se pueden encontrar y fotografías de su rostro. "Cada grupo contiene 25 velos instalados uno tras otro, de manera que, mirándolo de frente, forma una pintura hecha por veladura", explica Deysi Cruz, agregando que aunque cada velo es independiente uno del otro, "en conjunto forman una imagen completamente distinta, un todo en que se superponen imágenes y textos y con el que invito al espectador a ser un agente desvelador de esta realidad macabra y oculta bajo el velo social de la hipocresía y la omisión".
La caída como una microexperiencia de la muerte a través de una mirada fotográfica es el título de la muestra que Natalia Betancourt exhibirá en la Antesala del Auditorio de la Facultad de Artes, una propuesta en la que trabajó en torno a la representación de la muerte mediante la fotografía, en el entendido de que entre ambas existiría una relación fundamental: el tiempo. "La muerte entendida como lo transitorio y la fotografía como instrumento que captura y detiene aquel tiempo ido", dice esta egresada de la Licenciatura en Artes Plásticas, añadiendo que, desde esa perspectiva, la hipótesis que plantea con su trabajo es que "la caída como referente en la fotografía es una forma de ratificar que la muerte es una experiencia constante y cotidiana en el hombre".
De hecho, según explica esta joven artista, la caída de diferentes elementos corporales efectivamente puede ser leída como una microexperiencia de la muerte. De allí que para corroborar esa idea, haya seleccionando una serie de desechos corporales, elementos que los sustentan como tales y objetos que acentúan la caída de éstos para disponerlos en un espacio y registrarlos fotográficamente, dando forma a las imágenes que exhibirá en esta muestra: fotografías digitales en las que aparece pelo, sangre, toallas higiénicas y tijeras, entre otros, y que recogen "la idea de que es posible un acercamiento menos doloroso con la muerte", dice Natalia Betancourt, añadiendo que en la imagen fotográfica "el dolor se atenúa porque la situación que se contempla parece estar ocurriendo allí y no con nosotros".
Las exposiciones Himen complaciente de Deysi Cruz y La caída como una microexperiencia de la muerte a través de una mirada fotográfica de Natalia Betancourt se inaugurarán este lunes 1 de abril, a las 18:30 horas, en la Sala Juan Egenau y en la Antesala del Auditorio de la Facultad de Artes, respectivamente (Las Encinas 3370, Ñuñoa, al interior del Campus Juan Gómez Millas de la Universidad de Chile), espacios en los que se podrán visitar hasta el próximo 5 de abril, de martes a jueves, de 10:00 a 21:00 horas, y los viernes de 10:00 a 17:00 horas. La entrada es liberada.
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