Corría el año 2011 y los estudiantes de todo Chile salían a las calles, acompañados por miles de chilenos, a exigir reformas radicales que permitieran que la educación en el país fuese gratuita y de calidad. Lo que comenzó siendo una lucha estudiantil, a poco andar se transformó en un movimiento ciudadano que exigía más equidad y oportunidades.
En distintos núcleos estudiantiles, los jóvenes sorprendían a la opinión pública con inusuales intervenciones. El Departamento de Teatro de la Facultad de Artes (Detuch) de la Universidad de Chile fue pionero en ese nuevo modo de manifestarse, impulsando iniciativas tan relevantes como la corrida titulada "1800 horas por la Educación" que tuvo a cientos de corredores rodeando el Palacio de La Moneda ininterrumpidamente por casi cuatro meses.
Benjamín Bravo, estudiante de la Licenciatura en Artes con mención en Actuación Teatral, junto a un grupo de compañeros del Detuch participaban activamente de las movilizaciones. Un día se le ocurrió la idea de recopilar ocho mil testimonios de chilenos que creyesen y explicasen por qué la educación en nuestro país debiese ser gratuita y de calidad. El proyecto buscaba conseguir esa cantidad de historias- aludiendo a las ganancias de la familia Luksic que bordean los 8 mil millones de pesos mensuales- y compilarlas en un libro.
El primer paso para concretar la iniciativa fue crear un evento en Facebook en que se invitaba a las personas a mandar sus testimonios. "No era necesario ser estudiante, ni tampoco tener argumentos políticos o económicos, queríamos escuchar las historias particulares", contó Benjamín Bravo. La respuesta fue inmediata y al mail habilitado para la recepción comenzaron a llegar varios testimonios.
Sin embargo, un día Benjamín ya no pudo entrar más al correo electrónico y el evento de Facebook desapareció. "Perdí material que no había alcanzado a respaldar", recuerda. Ocho meses después y tras varios procedimientos de verificación, logró recuperar la cuenta y acceder al material que ahí había quedado y, lo que es mejor aún, había seguido llegando en esos meses.
De la protesta a la escena
Material en mano y sin renunciar aún a la idea de editar el libro, el estudiante del Detch sintió que debía hacer algo para sacar ese material a la luz. En medio de esa reflexión llegaron las postulaciones al Festival de Teatro Víctor Jara 2012, tradicional espacio para que jóvenes estudiantes apuesten y realicen sus primeros montajes.
"Decidí tomar las últimas ocho historias que habían llegado al mail. La idea fue seleccionarlas cronológicamente y no por criterios estéticos o teatrales. Trabajé los textos para darles un hilo reflexivo común y que no parecieran sólo testimonios de distintas personas, porque habían temas que atravesaban todas las historias y ahí me interesaba poner el énfasis", contó el estudiante.
Así, la creación colectiva de la Compañía Teatro Cívico se presentó ante el jurado del Festival. El resultado fue mejor del esperado, ya que fueron premiados con una temporada de funciones que comienza este jueves 15 de marzo en la Sala Sergio Aguirre del Detuch.
"Nuestra obra entiende la educación no sólo como la institución, la Universidad o el colegio, sino que pensándola como algo presente en la casa, en la calle y que incluso en algún momento existió el ramo de Educación Cívica que se impartía en los colegios. Si alguien viene a ver la obra no se va a encontrar con los ocho testimonios, la propuesta va más allá de eso, se trata de reconocer en distintos lugares comunes, cotidianos, que la educación está presente en muchos más sitios y situaciones de las que pensamos", mencionó Bravo.
¿Cómo han ido trabajando la propuesta en estos meses?
Hemos podido atender la opinión de todos los que hemos participado en la obra y así hemos encontrado un lugar más rico en el material testimonial.
¿Cuáles son los objetivos de la obra?
Entendiendo que el teatro también funciona como un medio de comunicación, el objetivo es encontrar en el teatro temas que no atraviesen sólo al arte sino que a una sociedad entera.
Nuestra idea es que la gente no solamente crea que viene a ver algo para disfrutar, sino que también deba hacerse cargo de una participación respecto al tema que se está tocando. La obra apela a que el público se haga un lugar crítico respecto a la educación.
¿Cuáles son las expectativas con esta primera temporada?
Lo primero que necesitamos es que la gente venga a la Sala Sergio Aguirre a participar de esta propuesta porque más allá de los canales de comunicación como Facebook o Twitter es el boca a boca el que hace que una obra se difunda. La idea concreta de esta temporada es que la gente venga a pasarlo bien y que entienda que esto no significa únicamente reírse, sino que también hacerlo observando lo que ocurre. Otro de nuestros objetivos es presentar la obra en lugares como sindicatos y colegios, sectores que se movilizaron el 2011, tratando de recuperar eso que se llamó Educación Cívica.
No hay que ser estudiante o una persona de teatro para venir y analizar la obra, sino que nuestra propuesta es discutir un tema común desde una mirada crítica.
"Historias de la Edukación" se presentará el 15, 16, 21, 22 y 23 de marzo a las 20:30 horas en la Sala Sergio Aguirre (Morandé 750). Las entradas tienen un valor de $ 3.000 entrada general, $ 2.000 estudiantes y 3era. Edad.
