Se formó como bailarina en la Facultad de Artes de la Universidad de Chile y hace ya veinte años que reside en Francia, país que le permitió perfeccionarse en áreas que aquí ni siquiera hoy se conocen. Si bien, regresa de manera periódica a nuestro país, Milena Gilabert sintió que esta vez fue diferente, ya que no sólo volvió a la Facultad que por años la albergó y formó, sino que en ese mismo lugar pudo compartir con los estudiantes del Departamento de Danza el proyecto que le quita el sueño desde hace años: la Danza como práctica somática.
¿Cómo se gesta tu visita a Chile?
Vine a través del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes (CNCA) para hacer un seminario de Práctica Somática. El CNCA hizo la selección y finalmente participaron de la actividad veinte personas provenientes de distintas áreas. Fue muy bonito para mi volver al Centro Gabriela Mistral (GAM), ya que cuando me fui era el ex Diego Portales. Personalmente fue importante el contexto en el que volví.
¿Y volver a la Facultad?
Siempre vuelvo, pero de visita y en el marco de esas visitas me piden que dicte clases, específicamente relacionadas con técnica, pero yo encuentro que en Chile hay gente que da muy buenas clases, entonces para qué voy a hacer yo lo mismo. Hay tantas otras cosas que compartir, y eso fue lo que hice en la charla.
¿Cómo surgió la posibilidad de esa charla?
Fue a través de una proposición que me hizo Nury Gutes, quien en representación del cuerpo docente del Departamento de Danza, me dijo que no podía venir a Chile y no compartir mi experiencia con los estudiantes de la Facultad. Además Nury y Francisca (Morand) conocen mi historia, mi contexto, y me recordaron que yo le prometí a mi maestra Bárbara Uribe que volvería e intentaría retribuir lo aprendido aquí. Así me convencieron y fue muy bueno porque discutiendo con el equipo pedagógico se llega a cosas interesantes como esa charla que no es consumación técnica, sino otra cosa.
¿Cómo sentiste la recepción de los estudiantes?
Fue una cosa muy distinta a la recepción del GAM y para mí simbólicamente son dos cosas distintas también.
La charla fue una inscripción más político-cultural, quizás menos del soma, sino de cómo yo me inscribo en este proceso de llevar la danza a otros territorios, que es lo que se denomina Pedagogías Alternativas. Fue bonito porque aquí sentí que hubo confirmación de algunas elecciones, es decir, que hay gente que de manera instintiva está haciendo lo que yo ya hago en Francia.
¿En qué sentido?
Está haciendo ya prácticas culturales de sensibilización, pero sin saberlo o sin que la institución lo valide.
Durante la charla la actitud de los estudiantes era de curiosidad respecto a lo que estabas diciendo, ¿lo sentiste así?
Sí. Los chicos fueron súper inquietos. Yo no me esperaba un grupo así, yo me esperaba un grupo un poco más anestesiado.
¿Por qué?
Porque había venido a Chile años atrás y estaban así. Entonces estaba preparada para intentar despertarlos y no, fue súper rica la charla porque ellos hoy día están despiertos, quieren descubrir, piden y preguntan.
También depende de la persona que venga a dar la charla porque si tú llegas a impartir una charla de saberes validados, sin dejar un espacio de reacción, ellos se limitarán sólo a escuchar. Yo vine como una alumna más, que ha hecho un recorrido que tiene tanto o igual valor que el recorrido de los que estaban en la sala. Yo creo que los jóvenes hoy día necesitan un diálogo así, un poco más de igual a igual, pero con confirmación de valores ideológicos, estéticos, políticos El grupo con el que compartí es fantástico.
¿Crees que de este primer intercambio puedan surgir otros con los estudiantes del Departamento de Danza?
Yo espero. Fue una experiencia muy bonita para mi y si puedo regresar eventualmente y contribuir en algo, lo haré.
Práctica Somática
Hablemos de la práctica somática. ¿Cómo llegas a ella tras tu partida de Chile?
Yo me fui a Francia en 1992 especializarme, específicamente a una carrera llamada "Artes del Espectáculo, especificación Danza", la que incluye muchos ramos de Estética, Filosofía, reflexión a partir del cuerpo y en el marco de ese programa se abre para mi el área de la Práctica Somática que tiene que ver más con una cosa más científica.
¿Cómo definirías la práctica somática?
Es una invitación a una persona a descubrir espacios poéticos, artísticos que ni ella ni yo conocemos. Es un recorrido y para que se desarrolle bien yo fundamento un proyecto artístico. Es una invitación a que hagamos un trayecto como lo hacen los bailarines y en el camino vamos a ver qué pasa, pero vamos a dialogar y tú me invitas a tu corporaleidad.
¿En qué se diferencia de prácticas como la Danza Terapia?
La diferencia con la danza terapia es que en ésta utilizas la especificación de la danza para sanar a la persona, es decir, tienes una meta, quieres llevar a alguien de aquí hasta acá. En la práctica somática no hay un objetivo de sanación. Es una experiencia. Está fundamentado sobre el arte de experienciar.
¿Cómo reciben las personas esta invitación tan amplia?
Hay de todo. Yo la verdad he tenido más bien lindas y agradables experiencias, porque la actitud de resistencia también contribuye a mi proceso de creación. Pero de manera general, esta experiencia ayuda a centrar a las personas. A mí me encanta poder compartir con cualquier tipo de ser humano lo que nosotros hacemos cotidianamente como bailarines, porque si uno no está centrado no puedes hacer cosas con el movimiento. La danza no es sólo imagen, es muy completa, holística y te obliga a estar bien física, espiritual, sensorial y políticamente incluso. Yo creo que es una de las profesiones más lindas del planeta.
Ahora que regresas a Francia, ¿sigues trabajado en proyectos de práctica somática?
Yo siempre sigo relacionada a proyectos somáticos pero siempre como bailarina. Trato de seguir defendiendo ese lugar porque en él me formé. Además, la idea de que uno pueda ayudar al acompañamiento de una persona, ya sea para una sanación, una restructración social, restablecer su equilibrio o lo que sea, pero como artista, me parece fascinante.
Ha sido muy lindo este trayecto que he hecho yo como bailarina. Hace años ya que yo trabajo con discapacitados, ciegos, con personas de edad avanzada, y ahora con el proyecto Les Sisyphe, también con gente con vulnerabilidad social.
