"Pudahuel es una comuna popular cuya historia ha sido escrita por movimientos sociales y dirigentes anónimos que han conducido los anhelos de los suyos para transformarlos en realidades. Las tomas de terreno, la construcción de viviendas, la pavimentación de las calles y la instalación de servicios básicos han sido logros obtenidos mediante el trabajo y esfuerzo mancomunado de los pobladores. De allí que el Alcalde, Sr. Johnny Carrasco, nos haya invitado a participar de un proyecto que tiene como objetivo realizar un monumento al trabajo obrero, a esos líderes sociales que han asumido como propios los problemas, las urgencias y la consecución de derechos de todas y todos, un monumento que se referenciara en la importancia que han tenido las y los dirigentes sociales de la comuna".
Así responde Luis Montes Rojas, profesor del Departamento de Artes Visuales, a la pregunta por el origen del monumento que creó junto al también profesor y subdirector de esta unidad académica, Luis Montes Becker, y al arquitecto Álvaro Sallés, una invitación que aceptaron porque, "como colectivo de artistas, nos motivan particularmente las obras que pueden ser instaladas en comunas periféricas, espacios que en general están desprovistos de obras de arte porque éstas, habitualmente, se aglomeran en otros sectores de la ciudad. Por ello es que las esculturas monumentales que hemos realizado o proyectado, como el Monumento de Villa Francia o los proyectos para el Parque Mapuhué o Av. La Serena, se han emplazado en comunas con menos recursos", señala al respecto.
En ese contexto es que el proceso de concepción y producción de cada propuesta se realiza en contacto "directo con organizaciones sociales, atendiendo los requerimientos de representación de la comunidad y poniendo acento en las características formales de los lugares de emplazamiento, con una preocupación insistente en la calidad material de las mismas para asegurar su pervivencia, de tal forma de colaborar efectivamente en el mejoramiento de la calidad de vida a través del enriquecimiento de los espacios públicos", agrega Luis Montes Rojas sobre esa metodología que también se aplicó en el Monumento al dirigente social de Pudahuel, oportunidad en la que trabajaron junto a una comisión en la que participaron funcionarios municipales y representantes de organizaciones sociales.
A ellos les presentaron los bocetos de los tres proyectos que habían sido creados en el marco de esta iniciativa, propuestas que compartían dos características fundamentales para este equipo de trabajo: la incorporación espacial y significante del espectador, y la relación de la obra con el espacio en que sería instalada: la plaza central del Edificio Consistorial de Pudahuel. Así, en esa antigua casa patronal se emplazó finalmente la escultura elegida por la comisión municipal, una propuesta conformada por tres columnas de acero de seis metros de altura que, equidistantes una de la otra, acogen en el centro a un grupo de figuras humanas; un monumento en el que el público puede transitar libremente entre los elementos que lo componen, pudiendo "incluso moverse entre las figuras humanas".
"Todo se refleja en el acero inoxidable, donde las columnas aparecen como logros instituidos en que los demás debemos reconocernos. Entonces, es una invitación a asumir el desafío de ser comunidad porque, como diría Armajani, una verdadera democracia exige que cada ciudadano participe completamente en la vida cotidiana y contribuya al bien público", explica Luis Montes Rojas, agregando respecto a este tipo de proyectos que involucran a la comunidad y que se ejecutan en el espacio público que, "cuando hemos tenido la oportunidad de asumir estos desafíos, siempre hemos intentado equilibrar nuestros intereses artísticos particulares con lenguajes que puedan ser leídos y reconocidos por los transeúntes, sin abandonar el objetivo que es conformar una obra de arte consistente".
Desde esa perspectiva, ¿cómo fue recibido por los vecinos de Pudahuel?
Una obra de arte contemporáneo instalada en el espacio público siempre genera cierto ruido porque no es fácil su lectura ni su incorporación en el cotidiano de quienes la vivencian. Sin embargo, luego de la inauguración, vimos cómo se produjo una inmediata apropiación. Los pobladores comprendieron que era suyo, y la dignidad de la ceremonia de inauguración, del lugar del emplazamiento y el profesionalismo en su construcción, eran signos que forman parte del reconocimiento sincero de la autoridad política a la importancia que tiene y puede tener el movimiento social. Por lo tanto, quedamos muy conformes con el resultado de este proyecto.
