"Hace algún tiempo atrás, Irene Abujatum y Elodie Fulton, directoras de Galería AFA, manifestaron su interés en conocer mi trabajo artístico ya que sólo tenían referencias de mi desempeño como docente y de mi participación en programas de producción y gestión cultural, por ejemplo, en INCUBO. A partir de eso surgió la invitación para realizar una exhibición en Galería AFA, la que finalmente se concretó con esta muestra", recuerda Bárbara Palomino sobre los orígenes de Techné, propuesta en la que fusiona diferentes dispositivos y materialidades con el objetivo de "generar cruces formales y conceptuales que remitan a la historia de las imágenes y al silencio gris que se encuentra en muchas de ellas", dice.
Para ello, la joven artista se propuso interpretar, desde una mirada textil, las técnicas, artificios y aparatos utilizados para representar la realidad, tomando como referente el porticón de Durero, "instrumento que traducía materialmente, con un tablero e hilos, el plano y las rectas visuales con la finalidad de situar el punto de vista del ojo en diferentes posiciones para reproducir un determinado objeto, transformándose en un procedimiento matemático que construía una visualización medida y cuadriculada de la realidad, dando paso a una serie de modelos tridimensionales y convirtiendo la geometría de la luz en una ciencia de la representación y en un modelo mecánico", explica al respecto.
De allí que en su propuesta, "una instalación compuesta por una serie de objetos híbridos basados en instrumentos textiles, linternas mágicas, máquinas de proyección y escenas ilustradas en tratados de perspectiva, la proyección de luz que traza las imágenes se haya convertido en hilos que remiten a esa monocromía que existía en el carácter primitivo de la primera operación de representación", explica la Licenciada en Artes Plásticas de la Universidad de Chile y titulada en Arte Textil, agregando que "todas las piezas de esta exhibición están realizadas con madera reciclada e hilos, algunos confeccionados a mano y/o mixturados con otros prefabricados, piezas que construí con la ayuda del escultor Daniel Báez, egresado de la Facultad de Artes y con quien he trabajado en varios montajes".
Bárbara, ¿de dónde proviene tu interés por trabajar en torno a estas problemáticas?
Mi interés en trabajar en dichas problemáticas viene de larga data y creo que ha estado presente en mi trabajo sin que yo tuviera completa conciencia de ello. Por largo tiempo he coleccionado imágenes de máquinas diversas, máquinas imaginadas pero nunca construidas, máquinas construidas pero fallidas en su aplicación, por ejemplo, bicicletas voladoras y telares diversos. Junto a ello, imágenes de fantasmagoría, máquinas de perspectiva, linternas mágicas, cámaras oscuras, máquinas de reproducción o captación de sonido. Por lo tanto, Athanasius Kircher, Alberto Durero, Leonardo da Vinci, Hooke, el contemporáneo Theo Jansen y cualquier inventor anónimo de máquinas para imaginar el mundo de otra manera y poder traspasarlo a partir de un determinado punto de vista, están entre mis referentes o artistas de interés.
¿Por qué?
Porque siempre me han interesado los mecanismos, artificios y aparatos creados para traspasar una imagen a otro medio visual con la mayor aproximación y precisión posible. En este sentido, he tenido especial interés en investigar sobre la derivación de tecnologías surgidas en el ámbito textil y cómo éstas pasaron a ser aplicadas en otros ámbitos, o cómo la tapicería fue por largo tiempo un mecanismo de traspaso y reproducción de imagen que igualaba a un cartón de dibujo y/o a una pintura, por ejemplo. Más que el resultado en sí de esa operación, me ha interesado el por qué, el proceso que se llevó a cabo para lograr esa concreción: la mixtura entre técnica, oficio, tecnología y arte. Por lo tanto, creo que el interés en estas problemáticas ha estado presente desde que estaba en el taller de especialidad textil de esta Escuela, y creo que la amplitud reflexiva y el rigor planteado en la práctica al interior del mismo fue un punto de partida clave para abarcar de una determinada manera estos temas formal y conceptualmente hoy en mis propuestas artísticas.
Techné, muestra que recibe su nombre por la ambigüedad de esa palabra griega -"cuyo significado ha sido discutido ampliamente, principalmente por Aristóteles y Heidegger, relacionando el término a una poiesis o para referirse a la creación de una realidad que no existía con anterioridad, vinculada a la capacidad de producción de un artificio, como un saber, al arte o más cercano a la técnica", explica Bárbara Palomino- se podrá visitar hasta el próximo 16 de junio en Galería AFA (Pasaje Phillips 16, dpto 16-A, segundo piso. Santiago Centro). La entrada es liberada.
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