Dos fueron los conceptos con los que Ignacio Szmulewicz trabajó para dar forma a Matadero. 10 artistas jóvenes de la escena chilena, ciclo de exposiciones que se presentará en la librería Metales Pesados y que surgió a raíz de una invitación que Sergio Parra, dueño de esa librería, le hizo a este joven teórico del arte que se desempeña como docente en el Departamento de Artes Visuales. "Él estaba interesado en conocer lo que estaba sucediendo hoy con el arte en nuestro país, y me contactó para hacerme cargo de esta curatoría que tenía como principal objetivo la configuración de una nueva lectura en torno la producción de jóvenes artistas chilenos", recuerda Ignacio Szmulewicz, quien, a partir de ese encargo, inició un trabajo de investigación que le permitió definir las problemáticas que cruzarían las propuestas a exhibir.
Así, cuerpo y ciudad emergieron como ejes centrales de este ciclo de exposiciones al que fueron invitados Tomás Fernández, Aymara Zegers, Adolfo Bimer, Simón Jara, Felipe Santander, Camila Astaburuaga, Andrés Lima, Camila Ramírez, Claudia Lee y Víctor Flores, artistas que, "en su mayoría, han hecho exposiciones sólidas y que además han desarrollado un trabajo de obra consistente al abordar ciertas problemáticas formales y conceptuales que me parecen sumamente interesantes de mostrar en este ciclo", señala el curador de Matadero, agregando que "la mirada que tienen sobre el cuerpo no es la clásica, por ejemplo, y quienes trabajan con el tema de la ciudad lo hacen a partir de aproximaciones a lo urbano y lo público. Por lo tanto, son nuevas lecturas en torno a estas problemáticas".
Y es que, según explica, todos estos artistas se caracterizan por tener procesos de obra "muy interesantes, en los se pueden leer cuestiones vinculadas a la historia del arte en general y al desarrollo del arte chileno en particular", dice Ignacio Szmulewicz, quien justamente propuso cuerpo y ciudad como hilos conductores de este ciclo en el entendido de que el primero ha sido un problema central en el arte chileno que "hoy adquiere especial resonancia a partir de los medios, la tecnología y el procesamiento de imágenes, pudiendo abrirse y conectarse con el trabajo de estos artistas. Lo mismo podría decirse de ciudad, un tema muy poco explorado, analizado y discutido en el arte chileno, aún cuando efectivamente hay artistas que están trabajando temas urbanos en sus propuestas", agrega.
En ese contexto fue que "matadero", espacio en el que se procesa el cuerpo para ser ingresado nuevamente a la urbe, surgió como una figura que permitía articular cuerpo y ciudad, dando nombre a este ciclo de exposiciones que se organizó de acuerdo a la temática abordada por cada uno de estos artistas. Por un lado, Tomás Fernández, Aymara Zegers, Adolfo Bimer, Simón Jara y Felipe Santander trabajarán a partir de la observación, análisis y pulsión hacia el cuerpo como un lugar, recinto y campo de problemas, mientras que Camila Astaburuaga, Andrés Lima, Camila Ramírez, Claudia Lee y Víctor Flores harán lo propio con la ciudad como reserva para pensar lo público, la colectividad y lo masivo, dando forma a las nuevas obras que exhibirán en el marco de este ciclo de exposiciones.
"Mal obrar"
Tomás Fernández, artista formado en la Universidad de Chile y profesor del Taller de Dibujo de la Etapa Básica en Artes Plásticas, será quien abra este ciclo de exposiciones con Mal obrar, propuesta que se traducirá en una maqueta realizada con materiales precarios. "Las maquetas surgieron como una necesidad de crear un modelo para pintar y luego fueron haciéndose autónomas", cuenta este pintor de formación que ve una cierta correspondencia entre armar maquetas y armar un cuadro. "Ocurren similitudes procedimentales y formales: un cartón irregular se parece a un empaste, al contorno trémulo de una forma en pintura, un pedazo de plástico es como una veladura, y así", ejemplifica, agregando al respecto que en ambos casos construye en base al error, dándole un valor formal a la falla y al accidente.
Las condiciones formales de sus pinturas -"la parquedad, la restricción cromática, la síntesis de las formas, la ausencia de detalle", dice-, fueron las que le permitieron extremar la carga temática de sus propuestas, logrando "poses dramáticas y descomedidas, escenas violentas que se tornan ambiguas por el modo en el que están resueltas tanto en pintura como en maqueta", explica Tomás Fernández, quien pretende "mostrar cuerpos despersonalizados, sin rostro, afásicos, que se entregan a la violencia como única posibilidad de interacción, volviendo así a esta noción de ambigüedad en la representación del cuerpo presente en mis trabajos y en esta obra en particular", responde al preguntarle por el vínculo que él establece entre su trabajo y la curatoría propuesta por Ignacio Szmulewicz.
Y esa ambigüedad es la que le interesa potenciar a Tomás Fernández, que sea el espectador quien se haga las preguntas mientras él se preocupa "de cuestiones compositivas y de equilibrar pesos visuales; que se pueda enarbolar todo un entramado simbólico, una serie de lecturas en torno al cuerpo o a la violencia, por ejemplo, y que a la vez siempre se pueda argüir: aquí no hay cuerpos, no hay más que manchas o papeles enrollados y amarrados con maskingtape", señala este profesor de la Etapa Básica en Artes Plásticas sobre la propuesta que exhibirá en el marco de este ciclo en el que, "más allá de las particularidades de cada artista, hay un intento por construir ficciones, instalar imaginarios y armar un relato que articule el arte del pasado reciente con lo que está aconteciendo ahora", concluye este artista.
Mal obrar se inaugurará este próximo jueves 10 de mayo, a las 19:30 horas, en la librería Metales Pesados (José Miguel de la Barra 460, Santiago), espacio en el que permanecerá en exhibición hasta el próximo 3 de junio.
