Javier expuso sobre su tesis doctoral, investigación que según el mismo explica "se relaciona con las señales fisiológicas y de la manera como las usamos para crear nuevas interacciones musicales". El académico reconoce que esperaba escepticismo por parte de los alumnos pues sabe que es un área que se aleja a la enseñanza más tradicional de la Universidad de Chile, sin embargo celebró el interés, las muchas preguntas y la comprensión en cuanto a las aplicaciones que tiene y como se mueve la performance musical en esta área.
¿Qué expectativas tenías del coloquio?
Tratar de exponer sobre lo que estoy haciendo, estimular la investigación en los alumnos de sonido y sobre todo crear un lazo para continuar en comunicación y mantenerlos al tanto de los avances de este tipo de estudios ya que es un campo que en nuestro país no está desarrollado. Sobre esa base sería ideal crear una línea de investigación y que mejor si es en la Universidad de Chile.
¿En qué consiste esta área de investigación musical?
Es un área que está enmarcada en el diseño de instrumentos musicales digitales que crece cada vez más en el mundo y se desarrolla ya desde varios años, sin embargo en nuestro país es poco lo que se ha hecho. Hasta donde conozco en Chile hay un leve desarrollo en composición electroacústica con obras interactivas donde el intérprete está conectado a sensores que controlan parámetros del sonido no relacionado con su instrumento y que mandan señales a un computador manejado por otra persona. Sin embargo la tecnología hoy día permite que sea un parámetro más para el intérprete y eso ya es un hecho en Europa.
¿A qué te refieres con diseño de instrumentos musicales digitales?
Es el diseño de una interfaz que me permite generar sonido con fines musicales. Si lo ponemos en una perspectiva histórica antiguamente el tipo de interacción con el instrumento dependía de la característica física y acústica de éste. Con el advenimiento de la electricidad y la electrónica fue posible usar sintetizadores lo que permitió que el sonido ya no dependa de la forma del teclado, sin embargo el diseño de instrumentos siguió con limitaciones como la tecnología misma o los circuitos utilizados. Hoy, el avance digital me permite desacoplar esos dos mundos, puedo tener toda mi síntesis de sonido en un computador y desarrollar la interacción con el instrumento independiente de la generación de sonido. Esto permite crear instrumentos que producen sonidos que no crean los habituales.
¿Cómo es la relación de los músicos tradicionales con ésta línea más moderna?
Como en toda área cada músico e investigador busca su propio camino. Trabajo con una violinista fantástica de entrenamiento clásico que le interesan las nuevas tecnologías y siempre está disponible a experimentar. Por supuesto hay cosas que le gustan y otras que no pero hay una abertura a la experimentación. También hay otros que sencillamente prefieren seguir en la línea clásica y tradicional y es igualmente válida. Lo importante es no desprestigiar lo que cada académico e investigador quiera hacer y permitir el desarrollo de cada materia.
¿Se abre un campo laboral en nuestro país bajo esta área?
En lo personal veo la investigación de manera más pura y no con un ojo en lo comercial o la industria, pero sí creo que debe haber una relación en ambos campos de acción, en ese contexto con mi grupo de trabajo estamos cooperando con empresas privadas interesadas en esta tecnología. Para mi es casi una obligación desarrollar estas disciplinas, nosotros como académicos debemos estar concientes de generar un bien cultural como beneficio social y no necesariamente un bien económico.
¿Cómo ha sido tu experiencia académica en Europa desde que realizas tus estudios de postgrados?
Me encontré con un modelo de funcionamiento universitario distinto al chileno en cuanto a la dinámica académica. Durante mi doctorado me ha tocado hacer muchas clases tanto con alumnos de pregrado como a estudiantes de magíster donde colaboré en el planeamiento de los cursos. Es interesante ver como se organiza el horario de los profesores ya que lo hacen de tal forma que las actividades académicas se complementan con el tiempo que le dedican a la investigación. Desde esa perspectiva rescato ese tipo de aprendizaje para ver de qué manera se puede aplicar en Chile.
¿Y en lo propiamente investigativo?
El Sonic Art Research Centre está orientado a la investigación en áreas del sonido y es muy potente a nivel de postgrado más que pregrado. Todos sus profesores tienen trayectoria y potencial investigativo tal que las carreras se van modificando según las áreas de investigación de los docentes. Acá en Chile el fuerte está en pregrado, en fortalecer esos ramos y veo que no se deja tanto espacio para que los académicos hagan extensión e investigación.
Estímulo a la investigación
Jaimovich ve como muchos de los estudiantes chilenos quieren obtener su título y rápidamente comenzar a trabajar, lamentablemente - comenta - "la actividad académica se ve como algo desligado a la sociedad y de esa manera desmotiva a los estudiantes a seguir esa línea. Yo prefiero vincularla con lo que pasa afuera, con la industria, con lo que ocurre en la calle y eso quiero traspasar como parte de mi experiencia. Por ejemplo, en m caso trabajo con un trío de música interactiva con una violinista, una persona que controla sensores y un compositor que recibe estas señales con los cuales hace la obra en el computador. Ahí recolecto datos del público, las señales fisiológicas de la audiencia y se las envío al compositor para que genere sonidos en tiempo real". Comenta el docente.
¿Cómo se da ese proceso de trabajo?
Se miden señales como el pulso cardiaco, ondas cerebrales, tensión muscular, etc, tanto de músicos como del público (con previa autorización). La gente responde bien ya que les gusta ser parte del concierto, se generan cambios de dirección bien interesantes en las presentaciones gracias a las respuestas del auditorio.
Agrega que de esta manera se sale del paradigma de estar en un concierto como mero espectador y sólo recibir la obra. "Ahora se abre la puerta para desarrollar un canal de comunicación de participación directa de la gente y que ese aporte sirva para controlar otros parámetros de la música. Y ojo, considero que no es tan innovador en el sentido que históricamente la música se hacia en familia, en la tribu, una experiencia de colaboración colectiva. Cuando regrese a Chile me interesa hacer este tipo de conciertos. Finaliza Jaimovich.