Johanna, una mujer con mundo, que ha pasado gran parte de su vida de un lugar a otro en diferentes rincones del planeta ejerciendo una infinidad de cargos y actividades en prestigiosas instituciones relacionadas con el patrimonio, tiene una particular visión de cómo los chilenos apreciamos lo nuestro y de qué manera ven desde el exterior el interés que le ponemos al cuidado de nuestra historia material.
Johanna ¿En que situación quedó el patrimonio material en Chile después del terremoto y como ha sido su recuperación?
"El daño patrimonial después del terremoto fue mayoritariamente arquitectónico. Muchas iglesias y colecciones se perdieron, y su recuperación ha sido lento principalmente porque la cultura y el patrimonio en nuestro país no es una prioridad". Así de enfática comienza su análisis y no se queda ahí, cuando agrega que en Chile muchas veces el cuidado del patrimonio es visto como un capricho, no se aprecia y por tanto no se invierte en su recuperación. Por otro lado, comenta, "es entendible también que el estado priorice la recuperación de hospitales y colegios por un tema de importancia pública".
Theile, reconoce que la Institucionalidad cultural ha intentado hacer cosas para la recuperación, sin embargo los recursos que se manejan son precarios y hay que preocuparse por gestionarlos de manera externa para solucionar un tema que, como vuelve a insistir, no es prioridad dentro de la reconstrucción. "Por otra parte sucede que en ocasiones es más económico hacer una iglesia nueva que arreglar lo que se dañó y bajo ese precepto se perdieron varios edificios históricos". Expone la académica.
¿Y cómo juegan los privados en este escenario?
"El rol de los privados tampoco se convierte en fundamental ya que ellos invierten cuando les conviene, como imagen, y te das cuenta con la Ley Valdés, estuve 14 años a cargo de la Colección del Museo Histórico y eran contadas las personas que llegaban a donar por amor al arte, siempre se usa como imagen, el uso de la marca con los logos de las empresas, etc. Sin embargo considero que esta ley es importante porque con ella han donado mas dinero los privados, por tanto es necesario que se concrete la reforma a la Ley Valdes".
Situación en el extranjero
Consultada si la situación fuera de nuestras fronteras es similar o si existe mayor conciencia respecto a la importancia de mantener vivo el legado material, la memoria histórica de un pueblo, Johanna Theile considera que eso es relativo, pues si bien en ciertos puntos del planeta donde efectivamente hay una preocupación, hay en otras que definitivamente la situación es caótica.
"En los países en guerra la situación es terrible, la destrucción en Irak e Irán es inimaginable, bibliotecas destruidas, robos de colecciones, museos saqueados, etc. Por ejemplo en el museo de Egipto destrozaron momias y objetos únicos, entonces en esos casos el patrimonio se ve particularmente afectado pues no hay posibilidades de restaurar algo".
Actualmente la profesora ahora se encuentra estudiando los problemas en los museos y sitios arqueologicos de Libya, donde ya está recibiendo los primeros informes.
¿Qué pasa en los países desarrollados que se enfrentan a catástrofes, como Japón y Estados Unidos?
"En países desarrollados donde hay catástrofes naturales tampoco se han registrado mayores daños, por ejemplo en el caso de California, ellos no han pedido muchos recursos a Unesco para recuperar su patrimonio, también se debe a que no tienen mucho, es más bien un patrimonio más actual, réplicas o cosas compradas en Europa".
Con cierto aire de preocupación, Theile insiste en que el cuidado del patrimonio siempre se ha mirado como un capricho, "un status, no como una necesidad, y eso es en muchas partes, pero acá se genera de manera más patente el fenómeno de que no queremos lo propio". Sin embargo, recalca, "a veces uno encuentra situaciones contrarias como en México por ejemplo me tocó un pueblo con gente que vivía descalza, entre ellas una señora de edad que nos mostró una iglesia y que al sacar una foto con flash nos dio toda una explicación de porqué no se podía hacer eso. Entonces el interés, el conocimiento y la preocupación por lo suyo es impresionante si es que contextualizamos la pobreza social de ese poblado".
Volviendo a una mirada introspectiva, apunta Johanna, "hay que decir que afuera tenemos una pésima fama por la poca preocupación, por ejemplo estos jóvenes que rayaron en el Cuzco, es tema que a nivel internacional aún se comenta frecuentemente".
Entonces la situación no da para ilusionarse en cuanto a una recuperación y una conciencia de cuidado de lo nuestro.
Evidentemente hay varios grupos importantes que están rescatando iglesias, gestionando recursos y estoy segura que lo van a lograr. Y hablo de iglesias porque en este terremoto el daño en esos edificios fue mayoritario, a diferencia de 1985 donde los museos se vieron más dañados.
Profesora ¿En qué proyectos se encuentra actualmente?
En este momento estoy desarrollando un proyecto muy interesante que es la restauración de las partituras de los premios nacionales de música, en un taller en la Sede de Compañía. Son partituras hechas a mano en las décadas del 30 al 50, que retomaré prontamente, ya que con mi viaje debido al nombramiento en la UNESCO lo dejé stand By.
¿Cuál es su reflexión final respecto a lo que hemos conversado esta tarde?
Lamentablemente se da un fenómeno global en que las masas no cuidan los lugares históricos, por ejemplo el Forum Romano, en Italia, a estas alturas está súper restringido en cuanto a los sectores donde pueden moverse los turistas, al final no se ve mucho y eso sucede porque tiraban basura, rayan, etc. Lo mismo en Machupichu, están restringiendo los pasos por la ciudad. En tanto en Chile, nuestro ejemplo más cercano es Valparaíso donde existe una inseguridad enorme, muchos asaltos, es sucio, y en definitiva el nombramiento de Patrimonio de la Humanidad sólo sirve como un título para que lleguen turistas, lo cual no implica recibir recursos, ni generar conciencia. Lamentablemente su población no le da la debida importancia.
