El trabajo del joven artista de 26 años constituye una instalación compuesta por figuras construidas en yeso, unidas por medio de ensambles que configuran una construcción de vías del metro y que se instala a manera de juego mecano; como grandes puentes que unen territorios lejanos, desde la periferia hacia el centro. Se trata de una obra que reflexiona sobre el tema de la ciudad y al mismo tiempo apela a la metáfora de destrucción como crisis, una temática que el museo ha venido desarrollando todo este año a propósito del Bicentenario, y que marcó un hito con la muestra SCL 2110 en el MAC Quinta Normal.
En este contexto, la génesis de la instalación fue la observación de las estructuras que crean una ciudad: universalmente repetidas, en base a los mismos moldes y a los mismos materiales. Sin duda el hecho de que el artista transitara cada día por un lugar donde se amplía una de las líneas del Metro de Santiago, robusteció y enriqueció aún más esta idea a tal punto que la instalación simboliza una de esas líneas, que es una reconstrucción de las que ya existen a tamaño de escala. Por otra parte, la elección del yeso como materialidad constituye un guiño con la tradición de la escultura y del moldaje que alguna vez se concentró en este lugar (el edificio del MAC Parque Forestal fue una vez la Academia de Bellas Artes).
"Hago una instalación que reubica las cosas, como de un desastre, de un juego que está en construcción o deconstrucción, dejando esa inquietud. De hecho, este año se cayeron las estructuras, aquellas materiales y también las no materiales", dice Gómez aludiendo al terremoto y todos los acontecimientos extremos que han afectado al país este año.
"Esta construcción de figuras intenta cuestionar ciertas características que muestran los desastres, y el rompimiento de conexiones con las demás cosas, se rompen no solo las líneas comunicacionales, sino también los lazos, se cortan las raíces, se cortan los procesos, se interrumpen las historias, se cortan puentes..."
La instalación incluye también un maletín que contiene figuras de yeso, aludiendo a una maqueta de la ciudad, lugar que nos pertenece a todos y que día a día la transitamos de algún modo, llevando consigo alguna clase de objeto (como un maletín). Podríamos decir que cada persona es portadora de una ciudad, teniendo como aliciente la posibilidad de hacerse cargo de las cosas que ocurren en ésta.
Reconstruir el Desastre (27.02.2010;12.07.2010;05.08.2010;08.12.2010...), que constituye también el proyecto de examen de grado del artista, se realiza en una Zona de Riesgo que para el MAC es un espacio ambiguo donde el museo se arriesga en la presentación de obras de artistas jóvenes y donde ellos mismos se arriesgan al exponerse. Según Francisco Brugnoli, director del MAC, este riesgo se da en la pesquisa de obras que dificultan su articulación con definiciones reconocibles e instalan situaciones de campo que nos parecen confirmadoras de otro presente.
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