En 1916, luego de leer la partitura del concierto para violonchelo y orquesta de Pedro Humberto Allende, el afamado compositor francés Claude Debussy declaró: "Este es un trabajo muy distinguido, la escritura es absolutamente notable, posee una personalidad en el ritmo que se encuentra raramente en la música contemporánea". Hoy, el compositor y musicólogo Fernando García no pone en duda el peso que el autor del poema sinfónico La voz de las calles tiene en la historia cultural de nuestro país. "Pedro Humberto Allende es, tal vez, el compositor chileno más ilustre del siglo XX", dispara con pleno convencimiento el Premio Nacional de Música 2002.
Es por ello que en mayo pasado, gracias a las gestiones de sus descendientes, se creo la Fundación Pedro Humberto Allende, la que busca rescatar y difundir el patrimonio artístico del compositor. Además se abocará a ayudar jóvenes talentosos que aspiren a seguir una carrera musical y que tengan problemas económicos para solventarla. El primer gran paso en este sentido se dio al mediodía del pasado viernes 12 de noviembre, con la firma de un convenio entre quienes representan a la fundación y la Facultad de Artes de la Universidad de Chile.
Gracias a este acuerdo, la fundación entregará los recursos para la creación de becas destinadas a estudiantes de composición de la Facultad de Artes (sin perjuicio de que según los criterios de la comisión seleccionadora se incluya a jóvenes interpretes), mientras que el Departamento de Música se compromete a dar a conocer la vida y obra del destacado autor. De esta forma se aúnan varios de los elementos protagónicos en la vida de Pedro Humberto Allende: su talento como compositor, su amor por la enseñanza artística y su constante empeño por fortalecer la música chilena.
Pedro Humberto Allende, maestro de maestros
Hijo del periodista y dramaturgo satírico Juan Rafael Allende y de Celia Sarón, francesa aficionada al canto, Pedro Humberto Allende nació el 29 de junio de 1885 y creció en una familia de clase media, perteneciente a una burguesía pujante, liberal e ilustrada. Sus inicios en la música se dieron a muy temprana edad y al interior de su propia familia; luego, al ingresar al conservatorio en 1899 tuvo como maestros a Domingo Brescia, Enrique Soro, Luigi Stefano Giarda, Aurelio Silva y Federico Stöbel, y obtuvo los títulos de profesor de violín, profesor de armonía y composición y profesor de música vocal.
Según Fernando García hay tres grandes áreas en las que Pedro Humberto Allende dejó una profunda huella. Primero, su indiscutible talento como compositor, que nos legó obras como "La voz de las calles", su concierto para violonchelo y orquesta, "Tres tonadas para orquesta" y "La partida", entre otras, todas ellas alineadas con el naciente criollismo musical, el cual entrelazaba la tradición europea con la cultura indígena y popular de Chile y Latinoamérica. García afirma que a partir de Pedro Humberto Allende nació una escuela de composición que luego heredaron Gustavo Becerra Schmitd y Cirilo Vila, ambos premios nacionales de música y reconocidos a nivel internacional.
En este punto Fernando García explica que tanto Pedro Humberto Allende como sus contemporáneos se vieron enfrentados a resolver que eran la música chilena y latinoamericana. "Producto de la revolución mexicana, en toda la cultura y el arte del continente se produce un sentimiento americanista. Así, el mismo efecto que se vio en el muralismo se vio en la música", explica García y agrega: "si en el siglo XIX el movimiento independentista fue liderado por las elites, el de principios del siglo XX fue un movimiento popular, una especie de redescubrimiento de lo que es ser latinoamericano".
Este sentimiento americanista, junto con influenciar sus composiciones, lo llevó a ponerse en los zapatos de un investigador para descubrir que se fraguaba fuera del mundo de la música docta. "En ese momento surge la necesidad de conocer a fondo la cultura y la música indígena, la que había sido negada desde el nacimiento de la república", afirma tajante Fernando García. Como se hace necesario resolver que es la música chilena, nace la musicología en nuestro país y Pedro Humberto Allende se la juega haciendo la primera grabación con un grupo de mapuches de danzas y cantos indígenas.
Por último en su carrera también destacan sus contribuciones a la pedagogía musical y su constante labor en pos de fortalecer la institucionalidad cultural del país. Allende es autor de varios métodos para la enseñanza de la Armonía y Composición, una "Metodología para la enseñanza del canto escolar", una "Colección de piezas para diferentes grados del estudio del piano", un "Método original de iniciación musical", "Piezas para violín" y "Rondas infantiles", para coro, asimismo de carácter pedagógico. En el catálogo de sus composiciones figuran varias destinadas a la práctica de la educación musical en las escuelas.
Todo esto le valió en 1945 ser el primer músico en recibir el Premio Nacional de Arte, el cual en esos años se entregaba anualmente e incluía en un solo reconocimiento a todo el universo de artistas. Pedro Humberto Allende falleció en Santiago el año 1959.