Anualmente la Universidad de Chile escoge de entre sus académicos varones a dos personas que desde las diciplinas de Arte, Ciencias, Humanidades, Ciencia y Tecnología destaquen por su labor y compromiso ético. Los selecciones reciben la Medalla Rector Juvenal Hernández, distinción por su dedicación y fidelidad con la corporación.
Este año tan importante reconocimiento - en la mención Artes, Ciencias y Humanidades- recayó en el académico del Departamento de Teoría de las Artes y ex Decano de la Facultad de Artes, Pablo Oyarzún. En la mención Ciencia y Tecnología el galardonado fue el profesor Tito Ureta, docente de la Facultad de Ciencias y Medicina de la Casa de Bello.
La ceremonia de entrega de la distinción contemplaba la presentación de los galardonados de este año en palabras de los reconocidos el año 2009. En el caso de la mención artes, ciencias y humanidades, el encargado de enumerar los méritos académicos de Pablo Oyarzún fue el docente de la Facultad de Derecho Gonzalo Figueroa Yáñez.
El profesor Figueroa comenzó su intervención confensando que no conocía al ex Decano antes de su nombramiento. Sin embargo, destacó que cuando tuvo en sus manos el curriculum del filósofo quedó "gratamente sorprendido, yo diría virtualmente estupefacto, quizás e incluso anonadado cuando abrí un voluminoso dossier caratulado muy modestamente y sin mayor aparato con las palabras 'César Pablo Oyarzún Robles, profesor titular, académico de jornada completa del Departamento de Teoría de las Artes'". Tras enumerar los cargos, investigaciones y publicaciones del galardonado de este año el profesor Figueroa señaló que "no resulta aventurado afirmar que la medalla Rector Juvenal Hernández Jaque 2010 en la mención artes, letras y humanidades ha recaido en las mejores manos".
Misma impresión manifestó el Rector Víctor Pérez, quien señaló que "en una época de premios y de jurados, creo que estarán de acuerdo con nosotros en que el jurado hizo bien su tarea". Añadió también que "tanto Tito (Ureta) como Pablo (Oyarzún) han mostrado que están a la altura de lo que pensaría el rector Juvenal Hernández, que representa la esencia de su trabajo y de lo que es la Universidad de Chile. En ambos no solamente estamos en presencia del erudito sino que tenemos a constructores de universidad y en un mundo en que cada vez más se privilegia lo privado, lo individual, tener a dos personas que no han dudado un minuto en también dedicarle tiempo, esfuerzo, generosidad y compromiso a la labor de construir universidad, es un orgullo".
Al momento de referirse al reconocimiento, el profesor Oyarzún agradeció a la actual Decana de la Facultad de Artes, Clara Luz Cárdenas a quien señaló como "la encargada de dirigir la conspiración que me trajo a este podio". En vez de centrar sus palabras en el extenso camino recorrido dentro de la Universidad de Chile, el profesor del Departamento de Teoría de las Artes, decidió referirse al rol de la institución y la necesidad de estar en permanente diálogo con el exterior, aspecto que a su juicio es uno de los elementos destacados de la gestión del Rector Juvenal Hernández Jaque, quien da nombre a la distinción.
"Reivindico pues, para una universidad posible en toda la magnitud de esta palabra, para una comunidad posible, la fuerza del saber, que es fuerza de exposición a lo real y por eso mismo pasión de verdad. Hoy más que nunca necesitamos en Chile, donde todos los vientos parecen soplar en contra, de una universidad que entre en diálogo abierto y permanente con su exterior, que se deje de afectar por éste, por los saberes y discursos, por las formas de existencias que circulan en él, que le formulan las preguntas exigentes y se deje interrogar por ellos sin resguardo ni cohartada", comentó además de especificar que para pensar una universidad de ese modo es "es preciso pensarla desde su raíz misma, es decir, desde su posibilidad originaria".
El profesor Oyarzún además destacó a los estudiantes como parte fundamental de la constitución de universidad. "Nunca he estado y nunca podré estar de acuerdo con quienes identifican la universidad con su cuerpo académico y sientan sobre eso prerogativas. Cada estudiante es el lugar en que esa figura está en todo momento lista para actualizarse (...) No se trata sólo de la enseñanza, se trata de la generación misma de conocimiento la que está marcada por esta relación. (...) Porque nadie dirá que alguien alguna vez ha creado o de veras producido algo que merezca el nombre de creación en el encierro académico".
El ex Decano Oyarzún finalizó su intervención agradeciendo la distinción y felicitando al profesor Tito Ureta. Por su parte, el Rector de la Universidad de Chile, Víctor Pérez, concluyó la ceremonia anunciando que a partir del próximo año la Medalla Juvenal Hernández Jaque deja de ser "un club de Tobi y he decidio que esté abierta para los ex alumnos y ex alumnas de la Universidad de Chile", anuncio que generó aplausos espontáneos de los asistentes a la ceremonia.
