"Esta experiencia se enmarca en la voluntad de legitimar el Taller de Vaciado no sólo como un espacio de prestación de servicios para los talleres de especialidad, sino como un lugar de trabajo en el que el aprendizaje técnico permita el desarrollo de procesos de carácter autoral teniendo siempre en cuenta la relación entre proceso y sentido", señala Luis Montes Rojas, escultor y profesor del Taller de Vaciado del Departamento de Artes Visuales, sobre las motivaciones que lo llevaron a organizar un ciclo de charlas a las que invitará a artistas que se caractericen por la capacidad de incluir significativamente el procedimiento en la obra.
Dicha actividad -que será abierta para todos los estudiantes de Artes Plásticas y que se realizará el segundo semestre de este año académico- comenzó con la charla que Daniel Yáñez dictó el pasado 20 de julio, oportunidad en la que los estudiantes pudieron conocer los orígenes y resultados de la investigación que este artista ha venido desarrollado en los últimos diez años. "Lo interesante del trabajo de Daniel es que la técnica ha sido desarrollada en virtud de los problemas que acontecen en el taller, donde se ha dedicado a investigar moldes de silicona y producciones en resina, obteniendo resultados de alta complejidad", explica Luis Montes Rojas.
Y es que ha sido precisamente el trabajo de taller realizado por Daniel Yáñez lo que le ha permitido colaborar no sólo con artistas o instituciones de carácter museal, sino también con profesionales que vienen del mundo científico, como médicos, dentistas o veterinarios, "porque ellos necesitan una precisión en las piezas que utilizan, lo que sólo puede ser resultado de un trabajo constante y una investigación persistente. Y eso es justamente lo que me interesa que aprendan mis alumnos, que los desafíos del taller son permanentes y que quienes trabajamos objetualmente nos vemos enfrentados día a día a ese tipo de problemáticas", agrega al respecto este profesor del Taller de Vaciado.
Para Daniel Yáñez, en tanto, estas actividades permiten a los estudiantes conocer desde la etapa formativa qué posibilidades existen y a qué pueden aspirar tanto en términos laborales como en sus proyectos de creación artística. "Cuando Luis me invitó a dictar esta charla acepté inmediatamente porque mi experiencia podría ayudar a desarrollar y solucionar problemáticas que yo alguna vez tuve", dice, agregando que "siempre recuerdo que Sergio Rojas decía que un artista tiene dos preguntas para desarrollar un trabajo: qué hacer y cómo hacer. El qué hacer lo define cada uno, pero en el cómo hacer es fundamental la universidad, el profesor y, en este caso, el taller que dirige Luis".
La contemporaneidad del procedimiento
Luis Montes Rojas se hizo cargo del Taller de Vaciado a comienzos de este año académico, planteándose como objetivo que sus estudiantes comprendieran la importancia del proceso en el desarrollo final de la obra. Para ello incorporó referentes visuales del arte contemporáneo que permitiesen verificar, justamente, la contemporaneidad de los procedimientos abordados por el Taller. "Es decir, que los estudiantes conocieran artistas que hoy están produciendo obras a partir de estas técnicas, tal como lo ejemplifica el trabajo de Gormley, Sánchez Castillo o Nicola Constantino, quienes no sólo se han visto beneficiados por adelantos de índole técnico o tecnológico, sino también por el aprovechamiento significativo de esos mismos procedimientos, los que se encuentran enraizados en la propia historia de la escultura", explica.
Junto a la actualización de los referentes que, desde su perspectiva, es lo que permite demostrar que los procedimientos técnicos que se enseñan en el Taller de Vaciado siguen siendo contingentes al arte contemporáneo, Luis Montes Rojas también puso énfasis en el aprendizaje básico de ciertas técnicas porque "es importante que los estudiantes conozcan herramientas que permitan, posteriormente, tensionarlas hacia y desde procesos de producción de obra. Por lo tanto, se trata de forzar ese conocimiento hacia proyectos de carácter autoral".
Luis, desde esa perspectiva, ¿qué rol juegan los artistas que invitarás a este ciclo de charlas?
Lo que ocurre es que en la escultura toda reflexión debe darse desde la praxis, por lo tanto, no puede haber una escisión entre materia y sentido. Desde ese punto de vista, este ciclo de charlas permitirá que los alumnos se den cuenta de que, efectivamente, la apropiación técnica colabora en la construcción significante de la obra. En definitiva, y por el carácter material de la escultura, no es posible construir conceptualmente una obra sin identificar e incorporar los significados que los materiales y el proceso conllevan. Por lo tanto, hay que estar constantemente investigando para encontrar soluciones a los problemas formales que descubre el trabajo en taller porque obviamente los resultados técnicos inciden, de una u otra manera, en el contenido significante de la obra.
¿El objetivo de estas charlas es que los estudiantes conozcan de estas experiencias de investigación en taller y de sus posibles resultados?
Efectivamente. En ese sentido, lo ideal sería que nuestro Taller pudiese cambiar de nombre porque el vaciado hace mención a un procedimiento en particular, y lo que hacemos nosotros es moldaje y reproducción, y dentro de ese universo tenemos una infinidad de caminos. Pero como sucede en cualquier escuela, tenemos un programa y un tiempo determinado para cumplir los objetivos planteados, por lo que es muy complejo cubrir la especificidad que requiere el aprendizaje de cada técnica. De allí la importancia de la realización de estas charlas, donde tenemos planificado invitar a artistas que no sólo tengan un manejo técnico experto sino que hayan sido capaces de incluir el procedimiento en la concepción de sus obras.
De acuerdo a lo que me cuentas, ¿qué es lo que buscas lograr en tus estudiantes en términos de resultados?
La verdad es que si bien es importante lograr un manejo apropiado de ciertos procedimientos básicos, el logro más relevante de un taller de esta naturaleza es -junto con la comprensión acerca de la importancia del rigor y el trabajo- permitir que los estudiantes perciban la implicancia de los procesos de producción en la construcción de obra, y que desde ahí nazca la necesidad de apropiarse y forzar el procedimiento hasta dar con la solución técnica que equilibre la ecuación entre materia y sentido. Y que de esa forma no se queden sólo con el conocimiento que pueda entregar el docente.
¿Cómo reaccionaron los estudiantes después de esta primera charla?
El Taller de Vaciado recibe no sólo a alumnos inscritos en éste, sino también a alumnos de otras especialidades, lo que es un aliciente porque da cuenta de cierta confianza en lo que el docente les podría aportar. Eso quedó de manifiesto en la asistencia a esta primera charla, donde efectivamente no sólo fueron alumnos del electivo, sino también algunos que están asistiendo al taller de forma libre, incluso otros que nunca han ido. Esto da cuenta de la forma en que trabajan los alumnos, con un interés permanente en aprender, y esto también sirve de estímulo para que aprovechen las instancias que les ofrece la Universidad y descubran los modos de hacer que les sean más pertinentes al trabajo que están desarrollando. Éste es el lugar propicio para hacerse de estas herramientas, porque como demuestra el tema de la charla que nos ofreció Daniel Yáñez, muchos de los materiales y procesos que utilizamos en escultura no están destinados a artistas, sino son apropiaciones del mundo industrial para la producción de obras de arte. Y esa misma apropiación abre el camino para que el procedimiento se convierta en una herramienta importante y no lateral; que el hacer no sea lateralizado.
¿A quiénes más tienes planificado invitar?
A artistas en cuya obra sea posible dar cuenta de cómo ellos han ido incorporando a su vocabulario visual los procesos que son cercanos al interés de nuestro Taller. Por ejemplo, Carlos Fernández, con quien ya comenzamos a conversar para que dicte una charla en el segundo semestre. Espero que las próximas conversaciones sean tan fructíferas como la que sostuvimos con Daniel Yáñez, donde los alumnos quedaron tan interesados que surgió la posibilidad de hacer un pequeño taller práctico que, de concretarse, podría abrir un interesante campo de pruebas con nuevos materiales, técnicas y soluciones.
