Programa Académico del Departamento de Artes Visuales:

Arturo Valderas: "La Etapa Básica es un nicho de posibles talentos"

Arturo Valderas: "La Etapa Básica es un nicho de posibles talentos"

"Desde un punto de vista pedagógico, lo que hicimos fue una innovación curricular, una revisión de los planes y programas de la Etapa Básica. Las asignaturas son las mismas, pero como queremos darle mayor énfasis a los procesos, se revisaron los contenidos de éstas así como las metodologías de trabajo para lograr nuestros objetivos", cuenta Arturo Valderas, Coordinador Académico de la Etapa Básica en Artes Plásticas, programa que promueve competencias artísticas en las artes visuales e introduce a los estudiantes en el conocimiento y apreciación de los distintos lenguajes, técnicas y representaciones visuales, incentivando el desarrollo de la  singularidad en  la creatividad personal.

Arturo Valderas asumió la Coordinación Académica de la Etapa Básica en enero pasado, luego de que se realizaran una serie de entrevistas a estudiantes y apoderados de este programa académico para conocer las fortalezas y debilidades que éste tenía. "Tengo experiencia tanto en programas de arte enfocados desde la educación y dirigidos a jóvenes, como en la evaluación de dichos programas, la que adquirí como par evaluador acreditando carreras de otras universidades. A ello se suma el trabajo investigativo que desarrollé durante once años en otras universidades y el de consultor evaluador de proyectos de investigación de la universidad UMCE", cuenta al respecto Arturo Valderas.

Fue esa experiencia la que motivó a este artista y profesor del Departamento de Artes Visuales a aceptar el cargo que ocupa hoy en la Etapa Básica, puesto que ese trabajo fue el que le ha permitido "comprender la importancia que tiene potenciar y valorar los procesos de cada estudiante y conocer lo que ellos piensan a través de los relatos de su experiencia en cada taller", agrega Arturo Valderas, quien ve este programa como una oportunidad para que los estudiantes desarrollen una mayor sensibilidad estética, reconozcan y plasmen su identidad personal y cultural, promuevan su singularidad e incentiven una percepción reflexiva de los aspectos visuales de su entorno cotidiano.

Con esos objetivos en mente, ¿qué fue lo que hizo, concretamente, cuando asumió la Coordinación Académica de la Etapa Básica?

Armar este nuevo paradigma que guiará a la Etapa Básica, con énfasis en los procesos particulares de cada estudiante y de la docencia. De allí la importancia que tiene el revisar constantemente los programas académicos, un deber que tienen las instituciones que los dictan y que en este caso surgió de la Dirección de Jorge Gaete. Pero, para hacer eso, es necesario tener visible la cartografía que se va construyendo con los propios estudiantes, es decir, qué es lo que piensan ellos de lo que está pasando con su propio proceso. Por eso es que yo le doy mucha importancia a los procesos y no tan sólo a los productos, porque el proceso es el que entrega información respecto a la construcción de saberes.

¿Esa es la metodología que está aplicando actualmente en la Etapa Básica?

Claro, una metodología de trabajo constante con los estudiantes que surge, precisamente, a raíz de una práctica que he desarrollado durante once años y que ha sido valorada en el extranjero. Me explico, Jorge Mario Flores, en ese momento Director de Investigación de la Universidad de Morelos, vino a Chile a un congreso de educación que lideró la UMCE y la Universidad Arcis, oportunidad en la que conoció mi trabajo y se interesó en cómo yo, a través de la importancia que le daba al proceso de cada estudiante, construía un imaginario, una cartografía de subjetividades sin darme cuenta. Me pidió permiso para trabajar con el material que yo había recopilado, el que siguió investigando hasta armar una triangulación de relatos, estudio que fue publicado y presentado en la Universidad de Matanzas, en Cuba, donde aparezco como co-investigador. Y bueno, esto es lo que estamos replicando en la Etapa Básica, un trabajo que tiene como antecedente lo que te estoy contando.

¿Cómo fue el proceso de incorporar esta metodología de trabajo en la Etapa Básica?

Hasta el momento no ha habido problemas. Los estudiantes de primer año llegan a algo nuevo, por lo tanto, no ha sido problemático para ellos, mientras que en los estudiantes de segundo año ha sido muy bien recepcionado. Esto que te cuento lo hemos podido constatar porque estamos aplicando evaluaciones docentes constantes, cuestión que nos permite conocer cuáles son nuestras fortalezas y debilidades y también el parecer de nuestros estudiantes. De allí la periodicidad de éstas, que se están haciendo cada 60 días.

En estas evaluaciones, ¿qué ha sido lo más destacado por los estudiantes?

Ellos valoran ciertos aspectos respecto a los contenidos, porque éstos les permiten entender contemporáneamente los problemas del arte. Eso es un objetivo dentro de la Etapa Básica, razón por la que también estudiamos los contenidos que se estaban ofreciendo en cada asignatura para que este nuevo enfoque de enseñanza estuviera a la altura de lo que pretendíamos. Además, se le da mucho énfasis al taller como experiencia y no como evangelización de contenidos, de allí que creáramos superficies de relatos como el blog, donde los estudiantes constatan y reflexionan cotidianamente sobre su quehacer.

¿Cómo se han ido integrando los profesores de la Etapa Básica?

La Dirección del Departamento de Artes Visuales, en base al perfil que se determinó, decidió llamar a nuevos profesores que cumplieran con ciertos requisitos y con las competencias para integrarse a la Etapa Básica. Por lo tanto, son profesores que tienen el perfil y la experiencia que se necesitaba para este tipo de docencia. En definitiva, aquí se trata de reconocer la experiencia y el saber que traen los estudiantes, teniendo siempre en cuenta que tenemos una población muy variada, lo que requiere una pedagogía del escucha, de escuchar al otro porque desde ahí se constituye, arma y piensa el mundo. Por eso es que ellos se sienten escuchados, porque los estamos haciendo partícipes al reconocer sus saberes.

¿Las problemáticas que se abordan en la Etapa Básica son transversales?

Tenemos contenidos que son absolutamente transversales, como es, por ejemplo, la línea y su desplazamiento como operación, que se trata desde la espacialidad y espaciamiento a partir de lo gráfico. En ese sentido, también hemos creado un espacio curricular que nosotros hemos llamado Articulación, que se traduce en que, en cada semestre, hay un espacio de tres semanas en el que los estudiantes pueden dar cuenta de las experiencias de los talleres a través de un proyecto personal. ¿Qué es lo que se pretende con todo esto? Desarrollar la singularidad y la integración de las experiencias y saberes del semestre en las distintas actividades curriculares.

¿Desde el primer semestre?

Desde el primer semestre. Este periodo de Articulación ya comenzó, por lo que nuestros estudiantes están actualmente articulando un proyecto. Y es que, finalmente, toda la metodología que estamos empleando busca que los estudiantes puedan enfrentar sus problemas de tal forma que los puedan expresar como proyectos, que sean capaces de desarrollar sus proyectos. Todo esto, acompañado de la asignatura Apreciación del Arte que dicta Arturo Cariceo, una asignatura teórica que está directamente vinculada a lo que estamos haciendo en los talleres y que va reforzando nuestro imaginario y nuestro ideario. 

¿Cuáles fueron las principales dificultades que enfrentó al trabajar en un programa que busca responder a los objetivos y metodologías que está planteando?

La principal dificultad que uno enfrenta es la cultura, que en el caso de varios de nuestros estudiantes es una cultura escolar. Y bueno, esa cultura es transversal hasta después de la universidad. Por lo tanto, romper esa cultura no es tan fácil, y eso ha sido lo que más tensión ha podido producir.

Y a un semestre de asumir la Coordinación Académica, ¿se ha logrado terminar con la escolaridad? ¿Hay avances al respecto?

Sí. Inicialmente hubo cierto desconcierto entre los estudiantes, pero como ven que todos los estamos incentivando para que sean sujetos reflexivos, se han ido adaptando hasta que ha aparecido el estudiante que nosotros estamos perfilando: un estudiante que sea capaz de preguntar, de interrogarse, de reflexionar y reconocer su lugar de habla y su proceso, dando cuenta responsablemente de eso. Y desde ahí la construcción de obra y del pensamiento artístico. Es que lo primero es saber qué quieres hacer y, de acuerdo a eso, ver la forma más adecuada de resolverlo. Es decir, antes de preguntar cuáles son las herramientas que se necesitan para resolver esa idea que tienes, lo primero es que esa idea exista, que haya cierta claridad en el estudiante. Ahí comienza la guía del profesor y se empieza a definir de forma particular y singular el apoyo técnico, apareciendo una diversidad de posibles futuros mundos y modos de lenguajes.

Tienen el perfil del estudiante sumamente claro, ¿es igual con el perfil del egresado?

Tenemos claras ciertas características, como la singularidad, la autogestión, la proactividad, las que están declaradas en los logros de competencia que queremos con respecto a las habilidades que tienen que desarrollar nuestros estudiantes en estos dos años. Pero no podemos evaluarlo todavía porque llevamos recién un semestre, por lo tanto, sólo el próximo año estaremos en condiciones de señalar si hemos logrado esas características, contenidos, saberes y competencias en el estudiante. Pero, por lo que hemos visto hasta ahora, los estudiantes van bien encaminados.

¿Qué es lo que han visto hasta ahora?

Concretamente, hemos visto resultados con respecto a los trabajos, con respecto a cómo los estudiantes han desarrollado aptitudes. Hay una cuestión de comportamiento investigativo e indagatorio, y de reconocerse también en sus propios trabajos. Con respecto a la modalidad de los proyectos, también están las competencias de acuerdo a las unidades, por lo tanto, los logros de las competencias se han cumplido efectivamente. Podemos decirlo porque tenemos procesos y productos en los estudiantes en la Etapa Básica, que claramente es un nicho de posibles talentos.

La Etapa Básica en Artes Plásticas tiene una duración de dos años, tiempo en el que los estudiantes deben cursar y aprobar las asignaturas taller Superficie, Volumen y Dibujo, y la asignatura teórica Apreciación del Arte. Este programa académico se dicta en dos horarios, el diurno, dirigido a jóvenes de entre 16 y 21 años que estén cursando los dos últimos años de la enseñanza media o que hayan egresado recientemente de ésta, y el vespertino, dirigido a personas mayores de 18 años con inclinaciones artísticas, quienes, una vez cumplidos los requisitos que la Etapa Básica determina, tienen la posibilidad de ser promovidos a la Etapa Superior Universitaria de la Licenciatura en Artes Plásticas.

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