El pasado lunes 26 de octubre, el contrabajista norteamericano Peter Domínguez llegó hasta la Facultad de Artes de la Universidad de Chile para realizar una Clase Magistral sobre la improvisación en el contrabajo. Ligado como intérprete al jazz y a la música docta, Peter Domíngez es profesor de la Universidad de Oberlin de Estados Unidos, y fue él mismo quien se acercó a la Universidad de Chile para presentarse ante los alumnos de contrabajo de la Facultad de Artes, según cuenta la académica Alejandra Santa Cruz.
Consiste en prácticas grupales e individuales para improvisación en el contrabajo, tanto en el estilo clásico como en el jazz, la Clase Magistral contó con 16 estudiantes del Departamento de Música, más otras personas ajenas a la universidad. Según palabras del propio Peter Domínguez fue una muy buena experiencia, donde los alumnos demostraron ser muy talentosos y estar abiertos a las ideas de la improvisación.
- ¿Qué le pareció su visita a a la Facultad de Artes de la Universidad de Chile y el encuentro con sus alumnos?
- Fue un encuentro excelente. Encontré alumnos con mucho talento, bien preparados técnicamente. Algunos estudiantes tenían algunas aprensiones frente a la improvisación, pero la gran mayoría estaban muy abiertos a las ideas de experimentación en improvisación, y al final todos entraron muy bien en la dinámica. Incluso varios alumnos me sorprendieron por su talento, y ellos mismos se sorprendieron con sus propias ideas.
- ¿Por qué optó por realizar un taller de este tipo en un conservatorio?
- Se puede aprender sobre la improvisación musical al escucharla, y eso ayuda a conocer mejor la música escrita. Existe una relación importante entre las dos formas de aprender música, tanto al leerla como al escucharla. Por ejemplo, cuando un músico aprende por oído, luego al leer las partituras puede entenderlas mejor y por lo tanto puede interpretarla mejor. La música debe conocerse a través de la escritura y del oído, además todas las músicas tienen las mismas leyes y es necesario romper las barreras del lenguaje para que el músico pueda desarrollarse en todas sus capacidades. Con este tipo de ejercicios existe una retroalimentación para el artista.
- ¿Cuál es su experiencia particular en este tipo de experimentaciones?
- Eso es algo que siempre ha estado conmigo. Otro tipo de instrumentos necesitan dos técnicas para interpretar la música docta y el jazz. Pero el contrabajo tiene una sola técnica para interpretar ambos estilos, es una técnica más versátil. En el contrabajo no existe una separación entre ambos tipos de música, por lo que hace más fácil el unir ambos estilos y uno como intérprete debe aprovechar eso. Además aprendí todos los tipos de música al mismo tiempo, rock, jazz y música docta convivieron constantemente. Mi padre era un pianista de jazz, por lo que siempre la música estuvo presente en mi vida. Estudié música docta en el conservatorio, pero al mismo tiempo fui creciendo como jazzista gracias a mi padre y con mi propia banda.
- ¿Qué recomendaciones le deja a los alumnos de contrabajo?
- Primero que escuchen todo tipo de música. Un bajista puede aprender de todo tipo de músicas y eso lo deben aprovechar en todo momento. Por ejemplo, yo siempre quedo prendido de la música que escucho en todos lados, siempre hay algo que me sorprende y mi recomendación es que ellos tampoco dejen de sorprenderse.