Hace cerca de un año el Laboratorio GEMA (Gabinete de Electroacústica para la Música de Arte) salió a la luz pública con un concierto que de inmediato marcó lo que sería su camino a seguir: música instrumental y electrónica en tiempo real sobre el escenario de la Sala Isidora Zegers. La performance de los músicos estuvo acompañada por proyecciones audiovisuales, conectividad e interactividad con músicos de la Universidad de Stanford (California, Estados Unidos) y la exposición de experimentos tecnológicos, que dejaron en claro que lo del GEMA es la conjugación de los conceptos de arte de vanguardia con la tecnología informática de nuestro tiempo.
Este viernes 16 de octubre, a partir de las 19:30 horas, se vive en la Sala Isidora Zegers la tercera cita del Laboratorio GEMA con su público. El centro de estudio y ejecución de la música electroacústica contemporánea de la Facultad de Artes continúa presentando en público el resultado del trabajo de sus participantes, pero está vez con la colaboración de nuevos personajes. Entre ellos destaca el compositor norteamericano Mark Applebaum, quien -luego de visitar la facultad en septiembre pasado- dejó especialmente para este concierto su obra "Plundergraphics", para instrumento en vivo, electrónica en tiempo diferido y difusión sonora. Así nos lo cuenta Mario Mora, Coordinador del GEMA.
Con la incorporación de nuevos actores, ¿este concierto marca una apertura del Laboratorio GEMA?
Desde siempre estuvo la idea de establecer redes, pero lo primero fue hacerse de un espacio y darle un cuerpo al Laboratorio, un cuerpo como un eje de la institución y que le permita tener movimiento. Ya en los primeros conciertos hubo interacción con otra gente, como las conexiones por internet con la Universidad de Stanford, pero igual estuvieron marcados por la presencia de profesores y de gente que trabaja en el GEMA. La gran diferencia con este tercer concierto es la presencia de alumnos y de gente externa, de otras instituciones, como Rodrigo Cádiz que es de la Universidad Católica, o de Mark Applebaum, compositor estadounidense que visitó la facultad y dejó una de sus obras para este concierto.
¿Por qué esta apertura en esta oportunidad?
Ahora queremos que el GEMA sea un espacio para la gente que trabaja en este ámbito de la música y tiene interés en el trabajo con las nuevas tecnologías. La idea es que quienes quieran experimentar o ampliar sus horizontes tengan un espacio en donde no solo pueda trabajar con esto, sino que también mostrarlo. Eso es fundamental para quienes están involucrados con la creación; al final tu proyecto lo tienes que ver realizado. y la idea es que GEMA sea un vitrina para lograrlo.
El GEMA ya es un laboratorio que tiene una presencia importante y está asociado a la enseñanza de materias muy específicas. Lo que faltaba era que esto tuviera un resultado tangible, en la música, y que no se quedaran los proyectos en el papel, sino que tuvieran la oportunidad de ser mostrados. Ya en el segundo concierto un alumno de pregrado y otro de posgrado tuvieron la oportunidad de mostrar sus creaciones. Ahora la presencia es mucho mayor, es algo que se ha ido incorporando paulatinamente y es algo muy valioso, ya que les da un espacio para mostrarse. No es que no hayan espacios. El problema es que muchas veces vas a esos espacios, muestras un poco de lo que tienes y de ahí a otra cosa. Pero en cambio acá en la facultad el espacio está perfilado, tiene un soporte y está dentro del curriculum de estudio. Hay un ciclo de trabajo, la gente estudia, arma sus proyectos, prepara sus composiciones para los exámenes y luego los muestra e público. Eso es fundamental para todo tipo de formación musical.
¿Por qué crees que es tan importante la existencia de un espacio para el desarrollo del GEMA?
Mientras existan las instancias gente interesada va a haber. Por eso le di tanta importancia a la creación de un espacio. Cuando hay un espacio la gente llega y se reúne en torno a él. En cambio sin espacio toda esa energía se disuelve. Con un centro como el que hemos construido en torno al GEMA confluyen las ideas, se cuenta con un lugar donde trabajar, se invita a otras personas y se arman conexiones. Este espacio integrado con los conciertos le da sentido a que exista un laboratorio, le da cobertura, hace que la gente que trabaja en el GEMA pueda hacerse conocida y presentar su trabajo, hace que los que estudian puedan formarse completamente en torno a este laboratorio. Además de abrir una ventana esto nos da un presencia en el medio. Antes el GEMA era una sala de clases, tenía el nombre de laboratorio pero no tenia una proyección.
¿Qué ideas que se discuten actualmente en el GEMA?
El GEMA está en una etapa de formación. La gestación de un proyecto de este tipo lleva tiempo, es de largo aliento. En estos momentos estamos preocupados de la infraestructura. No podemos depender todo el tiempo de lo que tengan el CENTEC y la Sala Zegers. La mejor forma de implementar todas estas ideas es tener un soporte que nos permita llevar a cabo los conciertos de la forma en la que todos quedemos conformes. Estamos buscando el profesionalismo en los conciertos que hacemos, estamos tratando de hacerlos con un sentido, que tengan fluidez. Creemos que se pueden hacer conciertos con buen sonido y con una buena puesta en escena, que tengan un concepto. Los pasos que hemos dado van en esa dirección.
También queremos empezar a trabajar bajo el concepto de work shop. Queremos abrirnos como un espacio en donde se puedan hacer cursos de corta duración, tanto para la gente de la facultad como a la de afuera. por ejemplo un taller dedicado a la generación de imagen y uno dedicado a la electrónica en tiempo real. Nosotros enseñamos y estudiamos cosas que la gente piensa que no se enseñan en ninguna parte.
¿La idea es seguir abriendo con estas instancias de trabajo?
Para nosotros es importante la diversidad. La Universidad de Chile y nuestro departamento siempre se han destacado por la heterogeneidad de sus cuerpos. Eso le da riqueza a un medio. Cuando se plantean estas ideas es importante que sean lo mas abiertas posibles, que la gente llegue de diferentes lados y con sus ideas nuevas y ahí se produzca una interacción. Si el GEMA esta en la Chile debe respetar esa heterogeneidad. Los talleres van a estar abiertos a todo tipo de gente, porque estas son herramientas que se pueden aplicar a diferentes proyectos. La Universidad de Chile siempre se presenta en la sociedad como el pilar de la cultura y el conocimiento en nuestro país, por lo tanto es fundamental que también seamos vistos como un referente en este tema.
¿Para cuándo proyectan la realización de estos talleres?
Queremos hacerlos prontamente, por ejemplo a fin de año. La idea es hacer un plan piloto y luego ir mejorándolo. Esto es algo que nos sirve a todos y si nos podemos ampliar hacia el exterior va a ayudar a la universidad a cumplir con su misión. Piensa que el GEMA antes estaba sólo en el subterráneo y nadie sabía que existía. Ahora ya no es tan así porque están los conciertos y hay gente trabajando, son cosas que le dan movimiento a este proyecto.
Pasaste una temporada en el Center for Computer Research on Music and Acoustics (CCRMA) de la Universidad de Stanford y buena parte de las otras personas que trabajan en el Laboratorio han pasado por experiencias similares, ¿qué tan importante ha sido esto en la construcción del GEMA?
Indudablemente muchas de las ideas que estoy aplicando acá las tomé como referencia de Stanford. Allá vi la forma de trabajo que tenían, las ideas que aplicaban, vi todos los ámbitos de su trabajo. Allá me toco participar en varios conciertos y conocí el engranaje que utilizaban para mover todo el proyecto y la mentalidad que aplicaban, algo fundamental: es una forma de pensar destinada hacia un fin practico, no se enredan en otras cosas y van directo al punto que quieren lograr.
Allá vi un centro de investigación tecnológica que era muy moderno y que tenia una cantidad de movimiento impresionante. En comparación con ellos nosotros no existimos. Cuando volví me di cuenta de que esto estaba en un punto que estaba dormido y que había que despertarlo, ya que podía dar mucho. Hay gente interesada y que tiene potencial, el ambiente ya está armado. Además la tecnología en nuestro país se ha metido con mucha fuerza.
Algo importante que tome como referencia fue la forma de organizar los conciertos y la idea de darle un concepto al proyecto. Por ejemplo el GEMA ha trabajado la idea de la electrónica en tiempo real, porque ya hay otros lugares donde se trabaja la electrónica pura, por decirlo de una manera, sin instrumentistas y sólo por parlante. Tienen un cuento armado y un espacio ganado con eso. Entonces no podíamos repetir lo mismo, teníamos que hacer algo que nos conecte con el lugar donde estamos: tenemos instrumentistas, tenemos un conservatorio, tenemos una carrera con tradición, entonces unimos lo instrumental con la tecnología y comenzamos a trabajar la electrónica en tiempo real, acompañada por otras experiencias como la generación de imágenes, proyecciones y otros.