Para Daniel Saavedra, pianista de 20 años de edad y que cursa actualmente Tercer año Superior de Interpretación Musical en la Facultad de Artes, el concierto del próximo sábado 17 de octubre en el Teatro Universidad de Chile no será la primera vez que se presente junto a la Orquesta Sinfónica de Chile, pero sin duda será la más importante hasta el momento. El mismo recuerda que con apenas 13 años de edad se subió al mismo escenario de uno de los conjuntos orquestales más importantes de nuestro país. "Fue muy impactante, pero esa vez sólo toqué un movimiento junto a la Orquesta y fue parte de un concierto en el que participaron otros músicos infantiles como yo", rememora.
Sin embargo, en esta nueva oportunidad contará con un papel protagónico gracias al primer lugar que obtuvo en la versión 2009 del Concurso Jóvenes Solistas de Chile realizado el pasado 15 de septiembre en la Sala Isidora Zegers. Luego de dos participaciones fallidas, en las que asegura haberlo entregado todo pero que a la vez estaba consciente de que aún le faltaba camino por recorrer, Daniel sintió que esta era su gran oportunidad. Las razones: se sentía más maduro y con mayor experiencia, y además llegaba al concurso con el Concierto para piano y orquesta Op.54 de Robert Schumann, un desafío -según él mismo- mucho mayor que el Concierto para piano y orquesta Nº1 de Beethoven, con el cual se presentó el año anterior.
Admirador de los pianistas Claudio Arrau y Arthur Rubinstein, sus primeros pasos en el piano los dio a los 11 años cuando poco a poco fue interesándose en el teclado de su profesora de coro del colegio. "Desde que entré al coro me llamó la atención el teclado de mi profesora, así que de metido comencé a tocarlo y llegué incluso a sentarme frente a él y tocar en los ensayos". Casi por instinto, y sin antecedentes de familiares ligados a la música de por medio, su vida comenzó a girar en torno a este instrumento. "Incluso un día, así súper chico, le dije a mi mamá que quería ser pianista", declara. Gracias a su temprano entusiasmo y al esfuerzo de sus padres, a los 13 años Daniel ya era parte del Conservatorio de la Universidad de Chile.
Discípulo de la maestra Elisa Alsina, los primeros años de estudio los conjugó con su antiguo colegio, lo que cada vez se le hizo más difícil. "La jornada en el colegio era muy larga y me dejaba muy poco tiempo para estudiar piano y lo único que quería era tocar", afirma Daniel. Es por ello que los últimos años de la enseñanza media los realizó en el ISUCH; su destino como pianista profesional ya estaba completamente decidido.
Siempre apoyado por sus padres, Daniel cuenta que para las competiciones anteriores se habían ilusionado con verlo tocar con la Orquesta Sinfónica de Chile, por lo que será una enorme alegría cumplir ese antiguo sueño esta vez. "Pero lo que son las cosas de la vida, esta vez no me pudieron ver en el concurso porque los dos estaban en el sur, así que les tuve que contar después por teléfono y se pusieron súper contentos", confiesa.
Sobre el concurso declara que para él siempre ha sido extraño que se mezcle a todos los instrumentistas, ya que no se pueden medir con la misma vara. Para solucionar ese problema propone que además del primer lugar existan menciones para cada instrumento y que se aumenten los cupos para tocar con la Orquesta Sinfónica. Por otra parte espera que este premio sea el primer paso de una carrera que siga mucho más adelante. "Quiero titularme acá en la Universidad de Chile y luego salir a especializarme en el extranjero", declara y agradece todo el apoyo que a lo largo de los años ha significado para su carrera la maestra Elisa Alsina.
Otra de sus grandes pasiones musicales son los compositores románticos alemanes, como Schumann y Beethoven, autores con los que se ha presentado en los concursos de Jóvenes Solistas de Chile. Precisamente la obra con la cual ganó la versión 2009 será con la que se presentará en el Concierto para la Familia de la Orquesta Sinfónica de Chile de este sábado 17 de octubre.