El próximo martes 14 de julio, a las 19:30 horas, la pianista y académica de la Facultad de Artes se presenta en el auditorium Alfonso Letelier Llona, del Instituto Cultural de Providencia. En dicha oportunidad la acompañará la contralto y también académica de la Facultad de Artes Carmen Luisa Letelier. Juntas serán las protagonistas de la segunda jornada del Ciclo de Cámara que el Departamento de Música está llevando a cabo todos los martes de julio y agosto en el Instituto Cultural de Providencia.
Para la noche del 14 de julio Carmen Luisa Letelier y Elisa Alsina nos entregarán un repertorio de obras para canto y piano de autores fundamentales de la música universal y nacional, como son: Johannes Brahms, Gustav Mahler, Francis Poulenc, Alfonso Letelier, Federico Heinlein, Carlos Guastavino y George Gershwin. Por otra parte, hace un par de meses, en la Sala Isidora Zegers, Elisa Alsina nos presentó su primer trabajo discográfico, una selección de obras para piano solo de Mozart, Chopin, Schumann y Alfonso Leng. Sobre como se concretó este disco, su preferencia por las presentaciones en vivo y las experiencias que le dejó esta primera vez en el mano a mano con la mesa de grabación, nos cuenta en esta entrevista.
-¿Cómo surge este disco?
Nace por casualidad, a partir de una conversación que tuve con Manuel Espinoza. Él me contó que Mario Silva, entonces Director del Departamento de Música, estaba interesado en que los académicos del departamento hiciéramos grabaciones para que quedaran de registro. Le dije a Manuel Espinoza que me parecía bien, siempre y cuando yo escoja el repertorio del disco, y me dijo que sí, que no había ningún problema. Ahí surgió la posibilidad de hacer este disco. Manuel me ayudó a hacer un proyecto, porque yo no sabía nada de estas cosas, y postulamos a los fondos que entregó la Vicerrectoría de Investigación y Desarrollo de la Universidad en 2006.
-¿Por qué escogió para este disco un repertorio con obras de Mozart, Leng, Chopin y Schuman?
De partida porque es un repertorio clásico para piano y a la vez bien ecléctico y variado. Son obras muy hermosas, muy completas, fundamentales dentro de la escritura pianística. Además siento una profunda afinidad con estos autores, me siento cómoda con estas obras y las disfruto cuando las interpreto. Siempre me involucro bastante con el repertorio que me encuentre estudiando, y en esta oportunidad sucedió lo mismo.
-¿Cómo fue el proceso de grabación?
Debido a que en los estudios de la Facultad no había pianos para grabar el disco, tuvimos que conseguirnos otro lugar. Ahí el señor Lovro Mrksa gentilmente nos facilitó un Bösendorfer y una sala de su Casa de Pianos Mrksa. Francisco Rojas se encargó de acondicionar el espacio y de llevar los equipos para hacer el registro. Luego de eso estuvimos grabando todos los sábados entre junio y octubre de 2007.
Fue un trabajo bien arduo y bien especial. Este es mi primer disco y también la primera vez que grabo de esta forma. Hasta entonces sólo tenía registros de mis presentaciones en vivo. Tuvimos que hacer varias tomas de cada una de las obras, porque como la sala no estaba completamente aislada varias veces se colaron los sonidos de afuera. Yo intentaba recordar bien como lo había hecho la primera vez y trataba de buscar que siempre me resultara mejor, pero siento que se pierde algo de espontaneidad al repetir de esta manera y bajo las condiciones de una grabación. Prefiero estar en un concierto, ahí me olvido de todo y toco con completa libertad.
Pero de todos modos este fue un trabajo bien bonito, en el que mucha gente me ayudó y puso lo mejor de si. Por ello estoy muy agradecida. Además siempre busqué marcar bien las diferencias estilísticas de cada obra, darle un aire y un sentido particular a cada interpretación, lo que espero la gente pueda sentir al escuchar el disco.
-Debido a que esta es su primera experiencia discográfica, ¿en que momento sintió que había cumplido con su trabajo?
Hubo varios momentos, el primero de ellos cuando escuché la mezcla que Francisco Rojas hizo de las grabaciones. Pero más importante aún fue el día de la presentación, ese fue el momento en que sentí que el disco salió de mis manos, se fue por completo. Siempre se puede hacer mejor, y creo que si no se hubiera fijado una fecha para el término del proyecto, yo seguiría grabando. Lo bueno es que ese día a todos los gustó lo que hicimos, si incluso se vendieron todos los discos que habíamos traído a la ceremonia que se hizo en la Sala Isidora Zegers.
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