Tres instalaciones sonoras ocuparon la noche del viernes 15 de mayo el Museo de Arte Contemporáneo de Quinta Normal. A cargo de los músicos Antonio Carvallo, Mario Mora y Andrés Ferrari, el montaje mezcló electroacústica, movimiento corporal e instalaciones audiovisuales para dar vida a una experiencia cuyo objetivo fue romper con el concepto tradicional de un concierto. Una exploración de los espacios en un tránsito constante del sonido que sorprendió a las cerca de 80 personas que asistieron al evento.
Planteadas como tres obras cíclicas e independientes entre sí, Antonio Carvallo cuenta que la idea fue jugar con el concepto de linealidad que posee una composición tradicional, propiciando quiebres en las obras a partir de la percepción e interacciones que el público generaba con ellas. "Esto es más fácil de lograr en una instalación" declara Carvallo en alusión a su montaje, "una obra hecha y derecha" -como el mismo la define- y donde la secuencia electroacústica de algo más de 20 minutos evolucionaba poco a poco y dirigía sutilmente la performance de las dos bailarinas que participaban de la situación.
En el otro extremo se encontraban las creaciones de Andrés Ferrari y Mario Mora, dos montajes que exigían la intervención del público para su desarrollo, al cual pillaron completamente desprevenido. Según explica Antonio Carvallo, en el caso de la obra de Andrés Ferrari el público cumplió un rol fundamental en su desarrollo, a través de la generación de sonido propios que fueron captado por los micrófonos estaban instalados en la sala. "En este caso existe una clara interacción entre el autor, la obra y su público" -declara- "al igual que en la instalación de Mario Mora", quien desarrolló una obra centrada en el movimiento del agua, a través de proyecciones audiovisuales y sonidos procesados donde la intervención del público también fue protagónica.
Sin duda, la intención de romper con las ideas preconcebidas en cuanto a una obra y un concierto estuvieron presentes desde mucho antes que comenzara el concierto. "Se le pidió a la gente que llevara un cojín, porque como el piso es alfombrado queríamos que sentaran y se instalaran como quieran dentro de las salas, al contrario de lo que es un concierto tradicional donde te sientas en las butacas y ahí te quedas hasta el final", declara Carvallo. Por otra parte, como las tres creaciones tuvieron un ciclo rotativo el público pudo transitar libremente de sala en sala, "lo que se escucha tiene un rol distinto, no tiene ese rol dictatorial que tiene un concierto tradicional", sentencia Carvallo.
Generando nuevas formas de ver el arte
Con el tiempo Ferrari, Mora y Carvallo se han transformado en un ícono de la música contemporánea, ya que han compartido en varias oportunidades experiencias que buscan transgredir las fronteras conceptuales del sonido. Durante la entrevista Antonio Carvallo además nos contó de los fundamentos de su obra y de cómo se enmarca este montaje tripartito en su carrera y en la de sus compañeros.
-¿Cuáles son los fundamentos que sostienen esta obra?
Es lo que trato de hacer siempre: generar una obra que sea unitaria, no una pieza que tenga secciones ni subdivisiones. Siempre dejo todo dispuesto para que se genere esa unidad que busco, y en este caso desde la música y el movimiento. Para este montaje la música fue creada antes del movimiento corporal, el que finalmente se supedita a la parte musical. Así, los movimientos tienden a reforzar el carácter de cambios graduales, de evolución casi imperceptible de la obra. En la parte corporal no existen movimientos bruscos, así como tampoco hay cambios radicales en la música. Por otra parte, desde la percepción del público se plantea una relación de equilibrio y unidad que es muy sutil, y es el tema de que tanto público como las bailarinas estuvieron a nivel del suelo. La disposición corporal equilibrada ayudó a que el ambiente también fuera unitario.
- ¿Cómo se enmarca en la carrera de ustedes esta presentación?
Tenemos un interés particular en aprovechar los recursos tecnológicos para la generación de las obras. Pero con las nuevas herramientas tecnológicas también viene una expansión creativa, la que queremos acompañar de una expansión de las ideas. Buscamos generar nuevos conceptos y reformular las ideas que ya conocíamos, para así crear y desarrollar nuevas situaciones sonoras. Y si estas ya son completamente nueves, es importante plantearse nuevas opciones de montaje o un concierto distinto a lo ya conocido. Por ejemplo, gracias a estos mismos avances tecnológicos, existe la posibilidad de reproducir en tu casa prácticamente lo mismo que en un concierto stereo, por lo que se nos plantea un nuevo desafío, el de hacer algo diferente: poner las herramientas nuevas en una situación nueva y generar un momento irrepetible
- ¿Por qué han decidido trabajar juntos en tantas oportunidades en torno a experiencias como esta?
Trabajamos juntos porque existe una afinidad artística, tanto en el qué hacemos y en el cómo hacemos las cosas. Por ejemplo, las ideas fundamentales de este montaje las compartimos todos. Nos interesa más la música en tiempo real, porque es interesante incluirla en el concierto, en el instrumento y en la ejecución electrónica. Así generamos la situación real de un concierto, en la que no lo puedes manejar todo; al final no sabes a ciencia cierta cual será el resultado de las piezas que creaste. Es el momento único lo que nos importa en este caso... una pieza no será la misma interpretada de concierto a concierto.
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