El próximo lunes 30 de marzo al mediodía la Sala Isidora Zegers será el centro de las celebraciones por el inicio del año académico en el Departamento de Música, cuyos grandes protagonistas serán el conjunto de música antigua Les Carillons y un importante staff de músicos que los acompañará sobre el escenario. Por otra parte, Mónica Retamal, Coordinadora de Extensión del Departamento de Música, aprovechará la oportunidad para entregarnos detalles sobre los conciertos que se realizarán en la Sala Isidora Zegers durante la temporada 2009.
Debido a lo importante del evento, donde estarán presentes autoridades de la universidad y personalidades ligadas al mundo de la cultura y la política, Les Carillons ha preparado un espectáculo muy especial centrado en obras de música sacra de la Inglaterra del siglo XVII. Pero en esta aventura no están solos, ya que el tenor Rodrigo del Pozo ha preparado a un conjunto coral que los acompañará en la ejecución de obras de Blow, Purcell y Humfrey. A ellos se suman Jorge Maraboli en violín, Fabián Esparza en viola y Sebastian Mercado con el violoncello.
-¿Qué significa para ustedes abrir la temporada 2009 con este concierto?
Es un honor ser considerados los iniciadores del ciclo 2009 y que nos hayan escogido para la celebración de la iniciación del año académico en la Facultad. Por otra parte, por primera vez vamos a tocar con tantos músicos sobre el escenario. Por las características del repertorio en esta oportunidad tendremos varios invitados, partiendo por Rodrigo del Pozo, quien dirigirá al conjunto coral que nos acompañará, además de dos violinistas y un violoncello barroco.
Además la preparación del repertorio ya ha sido un gran trabajo en sí. Vamos a estrenar varias obras en este concierto y que son muy desconocidas en Chile. Él único antecedente que tenemos es el estudio que hace algunos años realizó Alejandro Reyes en uno de sus cursos. Son obras bien difíciles que en esa oportunidad sólo se vieron desde la perspectiva académica y no llegaron a presentarse en un concierto, como sí lo será en esta oportunidad.
-Cuando formaron a Les Carillons el año 2000, ¿qué los motivó a hacerlo?
Cuando partimos ya había otros conjuntos de música antigua, como Syntagma Musicum y todo lo que se hacía en cuanto a música antigua en la Universidad Católica, los cuales fueron pioneros a nivel americano. Incluso acá en la Facultad de Artes hubo cursos y un movimiento ligado a la música antigua -prueba de ello son los instrumentos barrocos que aún existen-, pero de un momento a otro desapareció. Así que nos vimos en la necesidad de resucitarlo, para que en nuestra escuela también se de a conocer la música antigua. Además, no sólo nos hemos dedicado a la música barroca europea, sino que también a la música barroca y renacentista de origen latinoamericano.
Con los años se ha reafirmado la idea de que faltaba un espacio para la música antigua, porque hemos visto como a partir del trabajo de Les Carillons los jóvenes se han interesado por este tipo de música. Varios alumnos han empezado a explorar la música barroca y renacentista e incluso se han especializado en ese sentido. Un caso muy particular es el de caso de Dustin Cassonett, quien como alumno nos conoció en una de nuestras presentaciones en la Sala Isidora Zegers y actualmente es el violinista de Les Carillons.
-¿Cómo es su proceso de trabajo?
Es un trabajo muy intenso, porque es necesario investigar y muchas de las obras que presentamos no han sido presentadas en mucho tiempo y tampoco hay registro de ellas, por lo cual debemos tener una base histórica y teórica sólida para aventurarnos en su interpretación. Pero por otra parte, eso mismo nos da la posibilidad de realizar un trabajo creativo, ya que tenemos la libertad para montar la instrumentalización que deseemos, dando determinados colores y tonos a las obras. Eso sí, siempre basados en una sólida investigación de las obras.
En cuanto a la obtención del material, antes era una gran odisea buscar las partituras, porque no se sabía donde estaban y los canales de comunicación con otras escuelas y bibliotecas eran restringidos. Ahora, gracias a Internet, es más fácil llegar al material, nos podemos enterar del lugar donde se encuentran guardadas las partituras de determinadas obras e incluso descargarlas desde la misma Internet y compartir diferentes visiones sobre su interpretación con otros músicos e investigadores.
-¿Qué expectativas tienen como conjunto para este año?
Lo primero es que queremos hacer bastante extensión y hartas presentaciones. Ya tenemos fechas agendazas para tocar en el Teatro del Lago de Frutillar, estamos en la segunda fecha del Ciclo de Conciertos de Música Antigua de la Universidad Católica y con el Departamento de Música de la Universidad de Chile estamos preparando un ciclo de presentaciones en iglesias de la capital.
En cuanto a producciones discográficas ya contamos con dos, pero el público nos pide más y para grabar tenemos música de sobra. Contamos con repertorios inéditos que casi nadie conoce. Tenemos mucho material para grabar y para que la gente conozca la música antigua, pero siempre faltan los recursos económicos para concretarlo. De todos modos contamos con los registros de los festivales y las grabaciones audiovisuales de un programa sobre música antigua que saldrá en el canal 13C ("Ars Música").