Director de "Ensayo sobre Tío Vania"

Iván Parra: "Creo que no hay que santificar los textos"

Iván Parra: "Creo que no hay que santificar los textos"

"Ensayo sobre Tío Vania" aborda la angustia, el fracaso y la incesante búsqueda del hombre por dar sentido a su existencia. Dirigida por Iván Parra, esta versión libre de la obra de Anton Chejov cuenta con un premiado elenco compuesto por egresados y profesores del Departamento de Teatro de la Universidad de Chile.

"Tío Vania", obra que está a la base de este nuevo montaje, es uno de los textos dramatúrgicos más significativos del escritor ruso Antón Chejov. Escrita en 1897 en las postrimetrías del imperio zarista, la historia de "Tío Vania" sigue teniendo resonancias hoy en día en la medida en que Iván Parra realiza un puente emocional y humano entre ambos tiempos históricos, dejando en claro que las problemáticas que aquejaban a la Rusia pre-revolucionaria siguen causando efecto hoy en día, más de 100 años después.

La carencia escenográfica de la obra es compensada con una tensión constante en las narrativas actorales que, desarrolladas en el contexto de un espacio pequeño logran provocar un ambiente familiar e íntimo.

Con su minimalismo y particular propuesta de dirección, "Ensayo sobre Tío Vania" se hizo acreedor de un Fondart 2008. En esta entrevista, Iván Parra, admirador declarado del director argentino Daniel Veronese, revela los atractivos prinicipales de la obra, sus particularidades y las resonancias que existen entre dos tiempos históricos aparentemente disímiles en extremo.

En primer lugar, ¿por qué escogiste trabajar con Chejov?

Son varias razones del por qué Chejov. Lo primero, porque es una cosa casi de formación porque en la escuela es súper importante el semestre de realismo universal y ahí lo que uno ve fundamentalmente es Chejov. Él es también uno de mis autores favoritos, entonces como lector de Chejov también podría decir que es por eso mi elección.

Hace tres años atrás tuve un encuentro con una versión de "Las tres hermanas" dirigida por Daniel Veronese con la cual quedé fascinado. En esa oportunidad me dije 'así hay que hacer Chejov', y lo que él hacía era recontextualizar la obra. Desde ahí dije 'tengo que hacer una obra de Chejov', y elegí "Tío Vania" fundamentalmente porque me parece que es la obra con la que mejor se puede hacer el puente histórico entre esa Rusia pre-revolución y nuestra época. Además creo que es la obra más rara de Chejov, la más difícil, la menos hecha.

Si de alguna manera siempre está presente la idea de si el público va a entender o no las obras que ve, ¿no te complica el hecho de creer que "Tío Vania" es la obra más difícil de Chejov?

Cuando digo que "Tío Vania" es difícil me refiero fundamentalmente a que es una obra seca, tosca, muy íntima y en la que en apariencia no sucede nada. Pero justamente en su sentido y lenguaje me parece que está la gracia. Particulamente yo como director, después de observar el texto y sensibilizarme con él, me llevó a preguntarme ¿cómo puedo hacer que este sentir, esta experiencia que yo tengo con el texto, la pueda experienciar otra persona?

En alguna oportunidad leí en una biografía de Chejov que cuando montó "La gaviota" por primera vez fue un completo fracaso, por lo que se podría pensar que es un desafío intentar montar una obra de Chejov y hacerlo bien...

No sé si montar a Chejov sea más complejo, pero lo que sí creo es que hay algo así como un velo que dice que montar a Chejov es más complejo que hacer a Shakespeare, por ejemplo. Lo que pienso es que las tragedias en general son obras radicalmente distintas a uno, porque en las tragedias Edipo se saca los ojos, a los personajes les gusta caminar por los templos o van al oráculo. Entonces la única labor que queda para nosotros cuando tenemos esos textos es componerlos desde hoy.

Con Chejov hay una pequeña trampa, yo diría también una confusión, y es que Grotovsky dice que lo que conocemos de Chejov, lo que hemos denominado 'el estilo Chejov', no es propiamente lo que Chejov hizo de sus obras, sino lo que Stalivsnasky, que fue el director que montó sus obras, hizo de ellas. Entonces cuando uno dice 'esto es Chejov', 'esto no es Chejov' o esa complejidad a la que nos queremos acercar, realmente no es el texto ni es el dramaturgo, sino que es un estilo sobre Chejov, entonces creo que lo que hay que hacer ahí es tomar el texto y no santificarlo.

¿Cuál fue tu experiencia con el montaje de Veronese?

He visto muchas obras de él. Es mi director favorito, y cuando fui a Argentina estuve con él, conversé con él,  y dirigí una obra de él.

Tienes una relación mucho más directa con él entonces

Sí, porque me obsesioné un poco. Él es dramaturgo y director, uno de los directores más importantes de Latinoamérica. Veronese vino a Chile con "Mujeres soñaron caballos" y "Suicidio, Apócrifo I". Yo las ví y me cambió un paradigma. Después, el año 2006, yo estaba dirigiendo una obra con la cual gané el VI Festival de Dramaturgia y Dirección Víctor Jara, justo cuando Veronese vino al Festival Teatro a Mil con esa versión de "Las tres hermanas". Fui a ver su versión de "Las tres hermanas" en que los hombres hacían los papeles de las mujeres y las mujeres los de los hombres. Era una obra sin escenografía, tremendamente vacía, con una silla, una luz fija, y así lisa y llamamente, veíamos a Chejov.

Quedé fascinado con la obra, tanto que al final me quedé esperando a los actores. Nos pusimos a conversar, fuimos a tomar una cerveza con la gente del elenco y bueno, yo como cabro chico les pasé un flyer de mi obra y al otro día llegaron a verla. Ahí se entabló una amistad, después ellos me presentaron al director en Buenos Aires y así fue todo.

¿Por qué quisiste que el elenco de "Ensayo sobre Tío Vania" estuviese integrado por profesores y recién egresados? Si bien no es una idea nueva porque por ejemplo en el Detuch eso se hace, es así porque justamente ese es uno de los objetivos de la compañía y en esa decisión está primando el favorecer una instancia de formación, pero el hecho de que la idea  nazca de un egresado implica, creo yo, una propuesta distinta

Esa pregunta ha sido bien frecuente de parte de la gente de la universidad. No es nada nuevo lo que estoy haciendo yo, siempre ocurre que los estudiantes llamen a profesores a actuar, a trabajar con ellos. Creo que tuve la suerte de generar relaciones de amistad con profesores de la universidad, no sólo en el sentido de que nos caemos bien, sino por el hecho de poder pensar con ellos sobre lo que uno está haciendo. Apenas egresé tuve la oportunidad de trabajar con profesores de la universidad, y trabajé con Cristián Marambio, con Aliosha de la Sotta y con Raúl Osorio. Ahora en esta obra ellos ya son mis colegas, somos amigos-colegas, gente que admiro, entonces ¿por qué no trabajar con ellos? Así que en "Ensayo sobre Tío Vania" trabajé con Catalina Devia que es una gran diseñadora y con Aliosha de la Sotta, que es mi maestra.

¿Cómo fue la recepción de ellas cuando les propusiste la idea de trabajar juntos?

Me dijeron que sí altiro. Yo también pienso que hay una suerte de admiración mutua, y lo digo desde mi humilde lugar porque soy un recién egresado, pero supongo que ellos confiaron en la idea, lo encontraron interesante y por eso se sumaron.

El proyecto de "Ensayo sobre Tío Vania" se adjudicó el Fondart. ¿Cuáles son según tu opinión sus prinicipales atractivos y qué es lo que hace interesante a esta obra?

Son varias cosas... para mí, todo (risas). Creo que de partida hacer una obra de Chejov es entretenido, y que sea una obra escrita hace 100 años atrás, lo hace más interesante aún. Sobre todo creo que lo que más interesante es el traspaso, que la obra se vuelva actual, porque la puesta en escena y la adaptación que hicimos, lo que buscan es poner en contexto la obra, que remita a los seres humanos de hoy, haciendo evidente que problemas de índole universal puedan resonar desde nuestro contexto. Creo que eso es súper atractivo.

Pero la puesta en escena no remite a una época determinada, ¿no es así?

Con la puesta en escena trato de construir una cierta referencia al mundo propuesto a través del texto de Chejov, es decir, que es una casa, una familia, pero las materialidades y el modo como está configurado el lenguaje hacen referencia a la época actual: los personajes hablan de vodka y hay un pisco capel, un hervidor de plástico, sillas antiguas y sillas de plástico. Todo eso en el ámbito formal, pero también lo que trabajamos fue que los actores, a través del texto de Chejov, pudieran ponerlo en juego con un comportamiento actual. Y ahí está lo contextual para mí, que la misma evidencia emocional de un tipo de hace cien años atrás puede aún resonar en nosotros.

¿Por lo tanto la elección de ese texto en particular tiene que ver con hacer evidente que lo que hace cien años atrás nos hacía sentir fracasados y solos sigue teniendo el mismo efecto hoy?

Yo siempre pienso qué obra habría que hacer, pensando en mi contexto, en los problemas, en lo que veo, en lo que recibo de mis amigos y de mi familia. Justamente el otro día fui donde mi mamá, y ella me contó que la psicóloga le había dicho que tenía que trabajar. Ella me contó un relato que era idéntico a una escena que ocurre en la obra de Chejov, entonces yo me fui muy tocado, porque dije 'bueno, estoy hablando de mí, de mi círculo, de mi contexto', por lo que creo que no es gratuita la obra en cuanto tengo la impresión de que nos refleja absolutamente.

Por eso te preguntaba, porque junto a la explosión de escuelas de teatro también hay una explosión de compañías y obras que se están montando. A veces tienden a ser muy repetitivas todas, en el sentido de que no salen de los límites de un lenguaje convencional en el teatro, lo que haría pensar que al parecer hay obras que sí son gratuitas. ¿Hay o no una responsabilidad de parte del director al momento de preguntarse qué quiere hacer y si eso es o no un aporte al teatro?

Yo me pregunto eso no sólo desde el tema de la obra sino también desde la forma. Para mí es fundamental trabajar así, porque sino no tendría ningún sentido. De hecho cuando tengo una idea lo que trato de hacer es que esa idea calce con lo que estoy haciendo. Creo que es muy coherente lo que dices tú sobre esta explosión y para mí no sólo pasa con el modo de producción del teatro sino que también en cómo se construye el lenguaje de la obra: hoy en día está lleno de obras con datashow y luces, cada vez el mercado nos tiene más sometidos, y cada vez queremos ser más como el SQP.

Alguien me decía el otro día 'no quieren pan, quieren glamour', y es que cada día el público quiere más bulla, más ruido. Ante eso yo dije 'tengo que hacer una obra que hable de esto y que formalmente sea contraria a todo eso. Voy a hacer una obra que no tenga data, no tenga luz, no tenga vestuario". Y eso fue justamente lo que más me impresionó de Veronese: que trata de eliminar todo lo que sea superfluo a la teatralidad. Él declara que sus obras son minimalistas en el sentido de que utiliza solo lo esencial para que suceda el hecho escénico. Eso me quedó dando muchas vueltas: el pensar qué es lo básico para que suceda el hecho escénico: un actor, una luz fija y alguien que hable. Eso se lo copié, lo admiré y creo que está bien copiado. Tampoco lo hice exactamente como él lo hace sino que le dí mi vuelta personal, y humildemente también, esperaré a ver si funciona, porque es un experimento.

Si bien  eres super joven esta no es la primera obra que diriges. ¿Tienes la aspiración de adoptar un estilo definitivo, o crees que cada obra hablará por si misma?

Creo que los textos y los contextos requerirán su forma particular. Soy joven y creo en la dialéctica, creo que todo se mueve, y a lo mejor mañana voy a estar haciendo una obra con datashow y con luces (risas). Quiero buscar tener mi propia autoría, porque a Veronese lo admiro a la distancia, tratando también de tener mi autoría en relación a lo tanto que uno admira.

Sí, porque en ese terreno es difícil definir el límite entre la copia y la admiración

Como dice la obra de Chejov, la gente es tan mediocre, todo el medio es tan mediocre y yo también me siento parte de eso, no me siento ajeno a esa mediocridad. Por eso hay que nivelar, hay que hacer algo. Hay que hacer teatro.

Últimas noticias

Exhibición en MAC releva veta de diseñador teatral de Guillermo Núñez

"TREGUAESCENA: el primer Guillermo", destaca la producción para obras de teatro realizada por el Premio Nacional de Artes Plásticas (2007) durante los años 60. Aunque comenzó a tomar forma en el año 2021, la muestra ahora se presenta como un homenaje póstumo, a quién dirigió el del Museo de Arte Contemporáneo de la Universidad de Chile a principios de los años 70.

Conformado por académicos de la Facultad de Artes:

Integrantes del Núcleo Emovere iniciaron residencia en Centro NAVE

"Espectra" es el nombre del proyecto que las académicas Francisca Morand, Mónica Bate y Eleonora Coloma y el académico Javier Jaimovich llevarán a cabo en el marco de la residencia que realizan desde el 8 de julio en el Centro de Creación Artística y Residencia NAVE. En la propuesta, que comenzaron a desarrollar a mediados del año 2023, trabajan a partir del registro de voces y sonidos en peligro de extinción.

Exhibición en MAC releva veta de diseñador teatral de Guillermo Núñez

"TREGUAESCENA: el primer Guillermo", destaca la producción para obras de teatro realizada por el Premio Nacional de Artes Plásticas (2007) durante los años 60. Aunque comenzó a tomar forma en el año 2021, la muestra ahora se presenta como un homenaje póstumo a quién dirigió el Museo de Arte Contemporáneo de la Universidad de Chile a principios de los años 70.