Inquieto por naturaleza, el talquino Ricardo Herrera -recientemente egresado de Interpretación Musical- desde que se incorporó a la Facultad de Artes ha buscado nuevos caminos de expresión en torno a la música. Con los años ha demostrado ser, además de un hábil percusionista, un artista completo y ansioso por experimentar. Con este espíritu inició hace algunos meses la formación Dakelyekant, conjunto de percusión que partió su carrera el pasado 22 de enero con una serie de presentaciones por barrios emblemáticos de la Séptima Región.
Financiados por el Consejo de la Cultura y con el apoyo de la Facultad de Artes, Ricardo Herrera y sus compañeros Félix Iglesias, Gonzalo Ortiz y Víctor Aliste crearon el montaje "Marimba del Sur" para dar inicio a sus actividades. La primera parada la realizaron en el Barrio Villa Esperanza de Cauquenes y luego continuaron por la Población Padre Hurtado de Talca y la escuela Pedro Aguirre Cerda de Linares. Así hasta completar las cuatro fechas programadas con la presentación que dieron en el Barrio Santos Martínez de Curicó.
Ricardo Herrera explica que la ideología en la que se sostiene este proyecto es el trabajo en equipo de sus cuatro integrantes, quienes aprovechan la versatilidad que poseen tanto en la interpretación de diversos estilos como en la ejecución de múltiples instrumentos de percusión. Gracias a estas ventajas montaron un espectáculo dividido en cuatro capítulos y cuyo elemento conductor es la marimba, instrumento que guía a los espectadores en un viaje simbólico por elementos (tierra, agua, viento y fuego) y sensaciones, el que se ve concretado en cuatro estilos en particular: minimalismo, ritmos africanos, rock progresivo y percusión japonesa contemporánea. Un desafío no menor, ya que tomaron cuatro obras independientes (entre ellas "Marimba Spiritual" del compositor japonés Minoru Miki y "Aires nuevos" del chileno Marcelo Stuardo), las cuales debieron adaptar para integrarlas al montaje y lograr una línea de desarrollo coherente.
Sin embargo, el generar puestas en escenas complejas no es el único reto que se auto impusieron los integrantes de Dakelyekant. Desde la gestación de este proyecto uno de sus principales objetivos es llegar de forma didáctica a un público no familiarizado con este tipo de expresiones y espectáculos. "Queremos llevar la música a la gente, hacerla más cercana y que la gente interactúe con ella", declara Ricardo Herrera y agrega: "idealizamos un mundo donde todos tengan la posibilidad de convivir con la música y nuestra misión es hacer eso posible".
Y para lograr que esta experiencia sea lo más profundo posible, además de las presentaciones, durante la gira estuvieron realizando talleres para niños y jóvenes de todas las edades en cada uno de los lugares por los que pasaron. Poniendo a disposición sus propios instrumentos y también utilizando todo tipo de elementos -como tarros, palos y ollas- los integrantes de Dakelyekant generaron espacios educativos y de interacción en torno a la música. Concientes de la diversidad de intereses y conocimientos al respecto, hasta la séptima región llegaron con una oferta variada de talleres, la que incluyó Tambor Rudimental a través de Fila de Tambores, Percusión Africana, Percusión y Movimiento, Percusión Japonesa, Percusión Brasileña y Percusión de Orquesta, entre otros.
Con la generación y éxito de este proyecto, todo en la carrera musical y artística de Ricardo Herrera se va encadenando, según él mismo declara. Ligado desde hace años a la fundación holandesa "Caja Musical Mundial" -que busca incentivar con recursos simples y métodos didácticos el desarrollo de la música en los niños- e involucrados con diferentes proyectos educativos en torno a la música, reafirma que la misión de Dakelyekant no es sólo montar espectáculos, sino que permitir a la gente interactuar con el arte musical y fomentar su desarrollo. Por otra parte, Dakelyekant será parte de la temporada de conciertos 2009 de la Sala Isidora Zegers.