"Me parece notable que se realicen este tipo de iniciativas. Ojalá fueran muchos más acuerdos y en muchas más comunas porque tenemos una universidad 'publica' y esa debería ser la premisa: 'para todos'". Así, simple y directa son las palabras de Catalina Viera, estudiante de Licenciatura en Artes Plásticas que junto a Consuelo Achurra se transformó en una de las primeras estudiantes de la Universidad de Chile en emplazar una obra en el espacio público de la comuna de El Bosque tras el acuerdo de colaboración suscrito entre ese municipio y el Departamento de Artes Visuales, DAV.
Liderado por la Coordinación de Extensión del DAV, el acuerdo contempla, además del emplazamiento de al menos dos obras por año en los espacios públicos de esta comuna, dos exposiciones colectivas o individuales realizadas por docentes y/o estudiantes en la Galería de Arte Guillermo Núñez; becas de participación sin costo económico para cinco artistas locales de El Bosque para que participen como alumnos invitados a las clases impartidas en el Dpto. de Artes Visuales; y pasantías para estudiantes o académicos del DAV para realizar proyectos de obra y talleres con la comunidad local.
En la ceremonia realizada para dar a conocer a la comunidad este acuerdo de colaboración, la que fue encabezada por el Director (s) de la Galería de Arte Guillermo Núñez, Jorge Moraga, y la Directora del Departamento de Artes Visuales, Susana González, las estudiantes Catalina Viera y Consuelo Achurra se enteraron además de que habían sido seleccionadas como las primeras pasantes que recibirá ese municipio, lo que les permitirá desarrollar proyectos de obra para instalarlas en el espacio público de esa comuna, y para lo cual contarán con todo el apoyo que las autoridades pertinentes de El Bosque puedan brindarles.
En el frontis de la Casa de la Cultura Anselmo Cádiz
Hechas en serigrafía sobre cerámica, las obras "Caída Libre" de Catalina Viera, y "Calle Final" y "Educación" de Consuelo Achurra, están en plena Gran Avenida, eje principal de la zona sur de Santiago, ocupando los muros exteriores de la Casa de la Cultura Anselmo Cádiz de la I. Municipalidad de El Bosque como parte de la Galería a Cielo Abierto de esa comuna. Instaladas por las propias estudiantes durante los últimos días de noviembre y los primeros de diciembre, las tres obras fueron presentadas en el marco de la inauguración de las exposiciones "Mirada Tachada", de Jorge Gaete, académico del DAV, "Este no es el sueño americano", de Diego Campillo, estudiante de Lic. en Artes Plásticas, y "Almacenaje Femenino", de Jazmín Cifuentes.
Catalina Viera venía trabajando en su obra desde hace bastante tiempo, siendo presentada para el pedido de formato grande y el de intervención pública, y para lo cual trabajó la misma imagen de "Caída Libre" pero en un esténcil de 1.50 por 1.90 aproximadamente que instaló en la fachada de un edificio. Por ello es que la estudiante explica que "este trabajo ya estaba concebido para que fuera justificado por el espacio en blanco. Siempre lo pensé para lugares abiertos y grandes, y mientras más grande el espacio en blanco, la imagen mejor se sostenía".
Y agrega: "En términos conceptuales, el trabajo tiene que ver con lo que vengo realizando en mi taller central con Pablo Rivera, poner en práctica la puesta en escena de lo inmaterial y la semantización del espacio. Me refiero a los aspectos del significado o interpretación del significado de un determinado símbolo, palabra, lenguaje o representación formal. A partir de la experiencia, busco someter la realidad, deconstruyendo, construyendo significado y sentido, tomando como material de obra el entorno, la cotidianeidad, los lugares, la escritura, el tiempo, la memoria, etc.".
Pese a que la especialidad que tomó Catalina Viera es la escultura, no tuvo ningún problema en hacer serigrafía sobre cerámica, "de hecho, aprendí bastante y no me alejaba mucho a mi trabajo central", dice, añadiendo que "no veo la escultura y todas las especialidades como un fin en sí mismo, sino como una herramienta para lo que uno propone". Para Consuelo Achura, en tanto, esta fue su primera experiencia con cerámica y la labor desempeñada por Jaime Zelada, Técnico Asistente del Taller de Serigrafía, fue fundamental "porque traspasó todo su conocimiento técnico para poder realizar la obra", dice.
También era la primera vez que ella emplazaba una obra de carácter definitivo en el espacio público, antes de esto había trabajado con obras efímeras de las que sólo quedaba el registro fotográfico. "Pensar en que la obra quedaría en el lugar fue bueno, pero también hay algo de autocrítica al pensar justamente en ello. Pese a que quedé conforme, no es por nada que uno es siempre más crítico que el resto. Pero el hecho de que esté a la vista de todos por tener un carácter público, hace que me sienta mucho más conforme y satisfecha", señala la estudiante.
Pese a que debió enfrentar dificultades, sobre todo a la hora del montaje -"problemas que surgen al momento de instalar la obra y que nunca me habían sucedido, como que hay cosas que hay que adaptar o piezas que cortar", cuenta-, está absolutamente convencida de que este tipo de acuerdos deben multiplicarse porque, como concluye Catalina Viera, "participar con gente de mi escuela y con personas que intenten expandir el arte a todo nivel sociocultural es una experiencia notable. No podemos hacernos los ciegos y quedarnos dormidos mientras unos pocos deciden para dónde va la cosa, hay que crear muchas más de estas iniciativas e instancias de trabajo porque así se construye: abriendo puertas, incentivando, proponiendo, creando".