Cristián Sánchez, cineasta y académico del Departamento de Artes Visuales, no tenía idea que en el Festival Internacional de Cine de Valdivia se entregaba un premio a las películas que estaban en construcción (Work in Progress, WIP), el que se traducía en una cantidad establecida de dinero para usar en servicios que permitirían iniciar la etapa de postproducción del film ganador.
"Cuando me enteré, presenté la película como estaba. Es decir, sin tener las tomas definitivas porque el laboratorio me había entregado el material para corroborar que los rollos estaban bien y ni siquiera en un formato superior. Con eso fuimos a Final Cut e hicimos un primer montaje de 'Tiempos Malos'", recuerda Cristián Sánchez, quien luego de ello solicitó algunos planos que no estaban incluidos en la entrega para armar lo que finalmente presentó en el Festival Internacional de Cine de Valdivia.
Sólo tuvo dos semanas para preparar ese primer montaje de la película, el que entregó "creo que un día antes de que se cerrara la inscripción", cuenta. No sabía cuántas películas postulaban, y sólo un tiempo después se enteró que había quedado seleccionado junto a los trabajos de Sebastián Silva (La Nana), Sergio Castro San Martín (Paseo), Nicolás Acuña (Ausente) y José Manuel Sandoval (Te creís la más linda).
"Todas las otras películas eran hechas en digital, y quizás yo tenía cierta ventaja porque 'Tiempos Malos' estaba hecha en súper 16. De igual forma quedé a la deriva pensando que tenía una opción de ganar, pero no creí que eso sucedería", explica el académico, quien sólo se enteró de que su película había ganado Work in Progress cuando se anunció en la ceremonia de premiación. "Fue una sorpresa absoluta. Estaba tan emocionado que me olvidé de hablar. Fue inesperado y magnífico porque verdaderamente necesitábamos eso para poder empezar la postproducción", añade.
Este premio, ¿en qué se traduce en términos concretos?
Son montos establecidos, pero en servicios. Por ejemplo, 15 mil dólares en el Laboratorio de Cine y Color de Chilefilms, 15 mil dólares en una empresa internacional que subtitula películas y que va a subtitular la copia cero de "Tiempos Malos" al francés o al inglés, yo lo decido. Kodak te pone la cantidad de material suficiente para sacar la copia cero también. Y 10 mil dólares de la DIRAC (Dirección de Asuntos Culturales del Ministerio de Relaciones Exteriores) para festivales, pasajes, viajes o cóctel. Pese a ello, con este premio sólo cubro el 40 por ciento de lo que necesito, por lo que estoy postulando a otras instancias, como Banco Estado, que premia a los largometrajes de ficción que salen comercialmente en Chile, y cuyos resultados conoceré a fines de noviembre.
Pero según tengo entendido, usted pretende estrenar "Tiempos Malos" comercialmente en mayo del próximo año.
Es una fecha tentativa, pero hay varias cosas que tenemos que barajar antes de establecer el estreno definitivo, por ejemplo, que le empiece a ir bien en los festivales. Por eso es que prefiero que haga toda la rotación de festivales aunque me demore un año, porque es mejor que llegue con muchos premios acuestas y con críticas, cosa que la gente esté desesperada por verla.
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Claro. Y para que no digan que es una de las tantas películas chilenas que se están estrenando. Lo que pasa es que si la gente no tiene antecedentes, elige las películas al azar cuando las va a ver al cine, pero yo creo que "Tiempos Malos" merece que el público la vea en ese primer estreno comercial, por llamarlo de alguna forma. En todo caso, sigue dependiendo de ese financiamiento que aún requiero y necesito.
"Tiempos Malos"
"Ángel, un adolescente cuyo padre muere asesinado en un tugurio, deja el liceo y se dedica a frecuentar una boite, seducido por una bailarina. Casualmente salva de un rapto a la nieta de un capo de narcotraficantes que regresan al país después de vivir en Holanda. Interesado por la muchacha, participa de las actividades delictivas del grupo hasta que disensiones internas y una delación, terminan con el hampón en la cárcel y otros miembros fugados o regresando a Europa. El capo, cuya voluntad el adolescente se ha ganado, desea que éste quede al mando de los negocios familiares".
Esa es la sinopsis de la película de Cristián Sánchez que obtuvo el premio Work in Progress en el Festival Internacional de Cine de Valdivia y que ya había ganado un premio CORFO el año 2001 para el guión y proyecto de desarrollo, y un Fondo de Fomento Audiovisual el año pasado para financiar el rodaje. Con estos antecedentes, Cristián Sánchez espera actualmente los resultados en Banco Estado, de lo que dependerá la búsqueda de nuevos financiamientos para terminar esta película.
Para Cristián Sánchez es de vital importancia que "Tiempos Malos" sea exhibida primero en festivales internacionales para luego planificar su estreno comercial en las salas de nuestro país. El BAFICI en Buenos Aires, el Toulous y San Sebastián, son algunas de las instancias en las que le gustaría mostrar esta película, la que califica de intensa, con buen ritmo, "profundamente chilena pero con claves muy hispanoamericanas", razones por las que podría funcionar en el exterior.
¿Cómo fue el proceso del rodaje?
El rodaje fue muy intenso y se ajustó a los tiempos porque sólo nos pasamos 3 días de lo que habíamos pronosticado. Eso tuvo algunas repercusiones en el equipo técnico porque uno hace contratos por cierto tiempo, y hubo algunos conflictos de horario que yo desconocía. Lo que pasa es que siempre había hecho películas un poco por amistad, incluso Cautiverio Feliz, que fue una situación muy excepcional. En esta oportunidad me vi sujeto casi a horarios de oficina y, al principio, uno no toma bien eso. Sólo después se da cuenta que es una variable que hay que manejar y solucionar porque es importante que un proyecto artístico no se vea afectado por este tipo de medidas que pueden ser extraordinarias desde el punto de vista gremial, pero burocráticas desde el punto de vista de la perspectiva creadora. Sin embargo, creo que los actores y los técnicos dieron mucho de sí porque la película quedó muy bien -lo que es visible, como la imagen y el sonido, que está muy bueno-.y están ansiosos porque se termine luego. Tenemos que empezar a hacer el montaje definitivo, la conclusión sonora, la música, y todo eso lleva tiempo.
El montaje que se presentó en el Festival, ¿permite apreciar completamente las características de esta película?
Yo creo que sí. A pesar de todo, creo que el 60 por ciento de los planos son los que van a ir finalmente en la película. Lo demás, son las mismas tomas que reemplazaré por otras mejores. Si esas funcionaron, las otras van a funcionar mucho mejor. Por eso es que pienso que no va a cambiar mucho, sino que va a mejorar. Imagínate, todavía falta la narración en off del protagonista, la música. Uno siempre piensa que la última película es la mejor, y yo, casi objetivamente, diría que es de las mejores que he hecho. Además, tiene una ventaja respecto a los reproches que se me han hecho por películas anteriores. Por ejemplo, un amigo mío que vio el montaje en Valdivia me agradeció por pensar en el pueblo porque esta película le llega a todo el mundo.
¿Fue concientemente pensado así?
No fue una estrategia. Fue simplemente por el mundo de los personajes que yo estaba explorando. El hampa chileno, la familia, etc., entonces, ahí hay una cosa muy sabrosa, fresca y chistosa. En el fondo, es una comedia dramática. Tiene elementos de humor, de no tomarse en serio los personajes. Y eso le gusta mucho al chileno porque, en general, las películas que tienen éxito son las que tienen humor. No es que yo haya buscado una estrategia para llegar a un determinado público o para tener éxito. No lo he buscado, pero creo que se daban las condiciones. Hay un rescate de los términos del léxico chileno de los bajos fondos y del hampa, el carácter de los personajes, entre otras cosas, y se da algo entrañable.
¿Se mantiene fiel al guión original?
Yo diría que nunca soy muy fiel a los guiones originales. Aunque los escriba yo, después me gusta tensionar eso. Empiezo a buscar, a cambiar un poco la escena porque me encuentro con que el lugar que había imaginado no es como el que finalmente tengo ante mis ojos. Entonces, adecuo la situación. Yo diría que en un 60 por ciento mantengo el guión, incluido los textos, y en el otro 40 me gusta improvisar.
