Por más de una hora, la sala Adolfo Couve de la Facultad de Artes se transformó en el escenario perfecto para que los estudiantes de los Talleres de Dibujo de los académicos del Departamento de Artes Visuales, Beatriz Espinoza e Iñaki Uribarri, conversaran distendidamente con uno de los más importantes directores de orquesta chileno, Juan Pablo Izquierdo, quien de paso por nuestro país se dio el tiempo para transformarse así en el primer invitado del Programa "Conversando con Maestros" que dirigen estos académicos.
Nombres como los de John Cage, Iannis Xenakis, Olivier Messiaen, Johann Sebastian Bach, entre otros, dieron paso a los de Jackson Pollock y Paul Klee, por ejemplo, puesto que a través de anécdotas vinculadas directamente a la vida de importantes compositores e instrumentistas extranjeros -"a John Cage le dijeron que era talentoso, pero que no tenía habilidades para la armonía por lo que debió buscar su propio camino", contó en su momento Juan Pablo Izquierdo- permitió que los estudiantes iniciaran una entretenida conversación con este destacado director de orquesta, quien compartió con ellos sus apreciaciones sobre la relación que existe entre la creación musical y la creación plástica.
"Para mí, la plástica es una necesidad. No soy pintor ni he pretendido nunca serlo, pero tengo la necesidad de ir a museos porque no sólo me permite concentrar la mente, sino que además me limpia los sonidos que están adentro de la mente", señaló Juan Pablo Izquierdo tras finalizar la actividad que se inició a las 11:00 horas de este jueves 6 de noviembre en la sala Adolfo Couve de la Facultad de Artes.
Y agregó: "Hace poco estuvimos con mi señora en el Museo Pompidou, donde había una exposición de Rouault, a quien admiro mucho. En una sala que se llamaba algo así como El Instrumento o Teclado de Rouault, se exhibía una gran cantidad de cuadros que él tenía en su estudio y no compartía con otra gente. Entre ellos, una serie de cuadros chicos que partían en un color y eran como variaciones de ese mismo color, algo tan próximo a la música. Estuve varias horas mirando cómo se van transformando, y cómo se van transformando también los sonidos. En esa serie de cuadros había un tema de variaciones muy similar al tema de las variaciones de la música".
Amablemente, Juan Pablo Izquierdo respondió todas las preguntas que hicieron los estudiantes de los Talleres de Dibujo así como los propios académicos de la Facultad de Artes que organizaron esta actividad, y que iban desde lo más cercano a la música, como es el proceso a través del cual se crean los signos que permiten que el sonido se transforme en partituras, hasta aquello más vinculado directamente con la plástica, como la relación que en ambas disciplinas existe a la hora de crear y la interpretación que puede darse sobre una obra.
"A mí me gusta conversar con los jóvenes y he tenido experiencia con ellos porque yo trabajo con mucha gente joven en mi orquesta en Estados Unidos. Eso da muchas posibilidades porque estamos tan rodeados de prejuicios que es muy bueno enfrentarse a una realidad más abierta y hacer todo lo posible porque los jóvenes también tienen prejuicios. Tratar de colaborar, ayudar en algo en ese sentido. Por eso me gusta. Yo recibo y mucho", señaló Juan Pablo Izquierdo antes de irse al Ministerio de Relaciones Exteriores.
Las sensaciones que le producen las artes plásticas con respecto a la música, ¿se dan también con otras manifestaciones artísticas?
Para mí, la más próxima es la plástica. Pero también se da con la poesía cuando la poesía se relaciona con la plástica. Por ejemplo, cuando uno mira un poema de Pablo Neruda. Dice Pablo Neruda en una línea de Machu Pichu: "El hombre arruga el pétalo de la luz que recoge". Eso es totalmente plástico. ¡Arruga el pétalo de la luz que recoge! Es salvaje, además, es una imagen muy violenta.