"Un compositor chileno ganó el Premio Leonor Hirsch para música electroacústica". Así tituló la revista Ñ de cultura del diario El Clarín de Buenos Aires la extensa nota en que da cuenta de la destacada participación del compositor y académico de la Facultad de Artes de la Universidad de Chile, Andrés Ferrari, en la primera edición de este certamen internacional patrocinado por la fundación Bunge y Born.
El músico chileno se hizo acreedor del premio de 10 mil dólares por "Silakitpo", pieza de electrónica e imagen en tiempo real de 19 minutos y 54 segundos que se impuso en el Concierto Internacional de Música Electroacústica y Video que se llevó a cabo miércoles 22 de octubre en el Centro Cultural Recoleta de Buenos Aires, donde se presentaron las tres obras finalistas que fueron elegidas por concurso.
Según declaró el autor, la obra "parte como un estudio de búsqueda de posibilidades para la comunicación de datos entre Puredata y Povray, software enfocado al manejo audiovisual en tiempo real y un trazador de rayos 3D de alta definición, respectivamente".
Andrés Hax, de revista Ñ, sostiene frente a esto que "esta descripción tan técnica no le hace justicia al extraño liricismo gráfico y musical de la obra. Si Internet sueña por su cuenta mientras nadie lo está utilizando, esta pieza podría ser uno de sus sueños".
El jurado, compuesto por Gerald Bennett (Suiza), Nina Colosi (Estados Unidos) y Francisco Kröpfl (Argentina) fue unánime en destacar los méritos de la obra del académico de la Universidad de Chile. Bennett, compositor y profesor en el Conservatorio de Baselia, Suiza, dijo de "Silakitpo": "Esta obra tiene una consistencia interior dado que fue creada por un solo compositor. Esto fue un factor importante al elegirla para el primer premio. El segundo factor es que esta pieza representa un logro tecnológico extraordinario y una virtuosidad de composición en dos categorías: lo visual y lo musical".
Además, por el alto nivel artístico de las obras finalistas, se otorgó un segundo premio a la obra "Despojos de una partida", de los compositores argentinos Matías Hancke de la Fuente y Juan Ignacio Guerra, quienes recibieron cinco mil dólares, y una mención honoraria para "A siete Kilómetros de acá", de Nicolás Testoni y Ricardo de Armas, también argentinos.
El Premio Leonor Hirsch se instauró en memoria de la homónima promotora y mecenas argentina de la música docta contemporánea y estuvo dirigido a creadores de todas las nacionalidades, sin límite de edad, con el solo requisito de presentar una obra inédita. La Fundación Bunge y Born informa que "es primera vez se lleva a cabo en Argentina un concurso internacional de estas características, destinado a apoyar la creación artística de vanguardia utilizando música electroacústica e imagen".
El proceso de selección constó de tres etapas: en la primera fueron seleccionadas 13 obras, de las 57 que llegaron de todo el mundo, por un comité de preselección argentino integrado por Raúl Lacabanne, Carmelo Saitta y Julio Viera. En la segunda etapa fueron elegidas las tres obras finalistas por un jurado internacional y la tercera etapa se cumplió en el concierto donde se ejecutaron las obras finalistas.
Nacido en 1971, Andrés Ferrari comenzó a estudiar piano a los 11 años. En 1990 continuó sus estudios en la Sociedad Bach de Concepción, su ciudad natal, con la profesora Cecilia Chiang. Paralelamente estudió teoría musical con el pianista Mario Alarcón. En 1992 ingresó a la carrera de Licenciatura en Teoría de la Música en la Facultad de Artes de la Universidad de Chile, el mismo lugar donde proseguiría en 1996 la carrera de Licenciatura en Composición. Allí tuvo como profesores a Cirilo Vila, Juan Amenábar, Juan Lémann, Eduardo Cáceres, Miguel Letelier, Aliocha Solovera y Rolando Cori. En 1999 obtuvo su grado y desde ese mismo año es miembro de la Asociación Nacional de Compositores.
En 1999 también comienza a incursionar en la música electrónica, donde ha desarrollado un fecundo trabajo como compositor, mezclando distintas técnicas y donde ha incluido proyecciones de imágenes en tiempo real y animaciones en 3D. Desde el 2007 participa junto a Óscar Carmona y Ramiro Molina en el proyecto de improvisación libre y electrónica en directo "Doctor Equilátero", y este año estuvo nominado este año al premio Altazor por su obra "Suspiro Piroclástico".