Jorge Pepi-Alos salió de Argentina rumbo a Europa hace más de 25 años, pero el destacado pianista y compositor cordobés aún mantiene fresco ese acento tan particular de los habitantes de su tierra natal. Después de muchos viajes esporádicos, el músico se radicó definitivamente en nuestro país con su esposa y dupla artística chilena, la pianista Edith Fisher, y se incorporó el año pasado a la Facultad de Artes como profesor de Composición.
Recién llegado, se integró con fuerza: formó parte de la comisión seleccionadora de obras para el VIII Festival Internacional de Música Contemporánea y se presentará el lunes 14 de enero en la sala Isidora Zegers, en el cierre del primer día del encuentro, como parte del Ensamble Contemporáneo dirigido por Aliosha Solovera, al que se integró incluso antes de llegar a Chile, a través de su amigo Alejandro Guarello.
"Antes de llegar le dije a Guarello que me venía a finales de octubre, y me dijo vamos a tocar con el Ensamble de Aliosha que es muy bueno, entonces me mandaron las partituras a Europa, llegué y a los dos días de haber llegado a Chile me puse a ensayar para el festival de noviembre de ese año", cuenta el compositor.
Así, tocó por primera vez con el Ensamble Contemporáneo en el Festival de Música Contemporánea de la UC, en el puesto que también ha ocupado el homenajeado del Festival de este año, Cirilo Vila, y ahora debutará en el Festival de la Universidad de Chile, donde interpretará junto a la agrupación tres obras chilenas escritas el 2007 y que ya forman parte del repertorio del conjunto. "Las tres obras tienen relación con la Universidad de Chile, dos de los compositores son profesores de acá y uno es uno de los mejores alumnos que tenemos en la universidad", dice Pepi.
Los compositores aludidos son los académicos Andrés Ferrari (quien presentará la obra "Suspiro piroclástico") y Óscar Carmona (con su obra "Le jeu suivant"), además del estudiante Miguel Farías, quien el año pasado obtuvo varios reconocimientos internacionales (uno de ellos en España por la obra que presentará en el Festival, "Mirando al cielo") y actualmente es alumno de Pepi.
"La obra de Miguel es muy buena, encuentro que en este momento él es muy joven, y que tiene obras todavía mejores que ésta, más profesionalmente escritas, pero es muy buena expresivamente y yo creo que es un chico que promete", dice el pianista, quien asegura que excepcionalmente le gustan las tres piezas que interpretará junto al Ensamble.
"A mí me gustan las 3, cosa que es rara. Lo mas especial es la obra de Ferrari, que es muy interesante por el hecho que hay una integración con electrónica en tiempo real y los instrumentistas, o sea que tenemos un aparato electrónico que nos está recibiendo y transmitiendo modificado, eso es muy muy nuevo, de los últimos 10, 15 años", dice Pepi.
El compositor agrega a su vez que "la obra de Carmona es muy fuerte, es una obra con mucha energía, muy difícil, pero si la tocamos bien yo creo que va a tener también mucha repercusión... Las 3 son muy diferentes, no se puede compararlas porque son de estilos diferentes, de estéticas diferentes, eso es lo bueno que tiene la música contemporánea, que es polifacética, entonces permite también elegir".
Entender es reconocer el lenguaje
Sobre los atractivos que traerá esta VIII versión del Festival Internacional de Música Contemporánea, el pianista se entusiasma al ver en el programa del primer día el "Cuarteto para el fin del tiempo" (1943) del francés Oliver Messiaen, que será interpretada por el Ensamble Trok-kyo en versión para teclados de percusión.
"Esta es una de las obras más importantes que se han escrito en la primera mitrad del siglo XX... verdaderamente esto se sabe, que esta obra forma parte del repertorio de la música del siglo XX", sostiene Pepi, quien cree que es muy bueno que obras ya reconocidas como ésta o como la del compositor Toru Takemitsu que se interpretará el segundo día del Festival compartan escenario con obras más recientes, pues el público puede ir a ver una y de paso conoce la otra.
"Hay una gran integración entre diferentes estilos y diferentes épocas, que es lo que puede llegar a atraer a la gente. Lo interesante es que los atrae algo pero a lo mejor les gusta la otra cosa que no sabían lo que era", dice el músico, quien destaca como rasgo característico del Festival la gran presencia de música chilena y de compositores jóvenes, algunos alumnos de la Facultad de Artes, como Pablo Galaz, José Manuel Gatica o Francisco Concha.
Pepi cree que "los festivales, si encima pudieran ser de música en general y no solamente música contemporánea, atraerían a más gente", experiencia que ha vivido en Suiza, donde organiza junto a Edith Fisher un festival de piano que sólo exige como requisito la presencia de dicho instrumento en el escenario. Así, los que van a ver a Brahms o a Beethoven pueden conocer también obras de piano de compositores contemporáneos.
Y es que ese es uno de los escollos que tiene la Música Contemporánea: lo difícil que le resulta a un oído profano o acostumbrado a otras cosas lograr apreciarla. "El problema es que la Música Contemporánea tiene un lenguaje que a veces es muy complejo, entonces no lo entendemos y lo que no entendemos no nos puede gustar", dice Pepi.
El pianista lo explica didácticamente: "Yo siempre doy el ejemplo que si voy a escuchar teatro chino, en el mejor de los casos me entretengo porque encuentro simpático como suena todo eso y a lo mejor encuentro lindos los vestuarios, pero después me aburro, porque no entiendo lo que está pasando, y la música contemporánea es lo mismo, si el lenguaje no lo conocemos a lo mejor nos entretiene un momento, pero después no hay caso, o decimos qué es esto que no entiendo, pero entender no es entender teóricamente, sino que reconocer el lenguaje, reconocer los signos".
Para esto, Pepi cree que la solución pasa por una mejor educación tanto familiar como formal, que no acote los horizontes musicales del niño y que al contrario lo estimulen a escuchar una mayor variedad de cosas, para así poder reconocer distintos lenguajes. "La música por muchos años tuvo signos que se repetían, entonces vamos aprendiendo a reconocer. La música contemporánea es de ruptura, es como la pintura abstracta", explica el pianista sobre la dificultad a la que tiene que enfrentarse el público.
Pero para el músico, esta dificultad no es nueva: "Hay que tener en cuenta que la música siempre fue contemporánea, siempre hubo una música contemporánea y siempre esa música tuvo algo nuevo, siempre esa música se rechazó parcialmente, en este momento mas que en otras épocas, pero siempre pasó eso".
Pepi sostiene finalmente que hay que entender que de toda la música que se está escribiendo hoy, sobrevivirá una mínima parte de real valía, pero eso sólo se sabrá con los años, por lo que ahora sólo queda tocarlo todo: "En la época de Beethoven había 40 compositores como Beethoven en Europa, y de esos 40 quedaron 3 más o menos y dos buenos y los otros no se nos ocurriría escucharlos, porque son más o menos mediocres. Entonces en todas las épocas pasa lo mismo, y de toda esta música si se salva el 20% sería genial, pero hay que tocarla toda, porque para poder seleccionarla tenemos que conocerla primero".
El Festival en el mundo vía video
Gracias al trabajo en conjunto entre la Dirección de Servicios de Tecnologías de la Información (STI) y la Dirección de Extensión de la Facultad de Artes, el VIII Festival de Música Contemporánea podrá ser visto vía video y por medio de un link especial, a través del portal web de la Universidad de Chile (www.uchile.cl). Lo anterior, debido a que el Festival será transmitido en tiempo real gracias al sistema de transmisión por Video Streaming, lo que permitirá que la actividad pueda ser vista por personas en Chile y el mundo.