Este 5 de diciembre:

Bruno Cuneo presenta coloquio en Facultad de Artes

Bruno Cuneo presenta coloquio en Facultad de Artes

Este 5 de diciembre, a partir de las 18:00 horas, en la sala Adolfo Couve de la Facultad de Artes (Las Encinas 3370, Ñuñoa), Bruno Cuneo dictará el coloquio "La constelación filosófica del aburrimiento" que organiza el Doctorado en Filosofía, con mención en Estética y Teoría del Arte. En la ponencia, el académico de la Universidad Católica de Valparaíso, abordará los postulados de autores como Schopenahuer, Kierkegaard, Heidegger y Benjamin para "iluminar ciertos aspectos de la poética de Baudelaire", según señala.

"Descontando ciertas motivaciones biográficas, por supuesto nada desdeñables (las largas tardes de tedio de la infancia, por ejemplo), mi interés por el tema surge fundamentalmente de la lectura de Baudelaire y, en general, de la poesía moderna", explica Bruno Cuneo sobre la ponencia en que reseñará y problematizará algunas de las consideraciones filosóficas más relevantes suscitadas durante los últimos dos siglos por el fenómeno del aburrimiento.

¿Cómo nace la inquietud de trabajar en torno a las consideraciones filosóficas del aburrimiento?

Cualquiera que se enfrente a esa tradición (poesía moderna) se dará cuenta de que el tema del aburrimiento parece ser allí un tema obsesivo (v.g en Eliot, Pessoa, Beckett), tan obsesivo como lo es, de hecho, en la obra del mismo Baudelaire: la primera sección de "Las flores del mal" se titula "Spleen e ideal" (y cuatro poemas de esta sección se titulan "Spleen") y a los "Pequeños poemas en prosa" se los conoce también como Spleen de París. Fue precisamente hurgando el origen de esta palabra (spleen, un vocablo inglés para "aburrimiento"), que comencé a interesarme en el tema, que, por otra parte, con excepción de los ensayos de Walter Benjamin, no me parecía tratado en la bibliografía existente sobre la obra de Baudelaire con el rigor y la amplitud que requiere. Ni el mismo Benjamin fue capaz, o no alcanzó, a aclararlo del todo. El asunto, diría para simplificar, me ha llevado hasta ahora en una triple dirección: a indagar, primero, el cúmulo de representaciones literarias a las que ha dado lugar el aburrimiento, desde Petrarca a Samuel Beckett, pero volviendo siempre a Baudelaire; a indagar luego el tópico estético de la melancolía artificial, con el que creo el spleen de Baudelaire debe ser necesariamente confrontado, y, por último, a estudiar el cúmulo de indagaciones filosóficas a las que también ha dado lugar ese temple, desde Séneca hasta Lars Svendsen. Un balance muy sintético de esta última indagación es lo que presentaré mañana y en general sólo me concentraré en los análisis de cuatro filósofos modernos: Schopenahuer, Kierkegaard, Heidegger y Benjamin. De modo que mi interés prioritario no es la reflexión filosófica sobre el aburrimiento y sólo me parece importante en la medida en que me permite iluminar ciertos aspectos de la poética de Baudelaire.

¿En qué etapa de la investigación estás?

Las indagaciones generales que mencioné recién me han permitido ir elaborando algunas hipótesis sobre el tema que ya juzgo con cierta forma. Lo que sigue ahora (esto es, en los dos años que me quedan de doctorado) es volver a la obra de Baudelaire premunido de todo este aparataje, emprender un trabajo hermenéutico y filológico más acabado de su obra poética y esbozar luego algunas hipótesis sobre el alcance de este tema para la comprensión de algunos aspectos estéticos que considero característicos del arte y la literatura contemporánea. Yo, por ejemplo, ligo la problemática del aburrimiento a la emergencia de la estética de la ruina o del fracaso (la obra que se constituye como tal ante todo para decir que no puede decir lo que quiere decir) que me parece una creación singular del arte y la literatura contemporánea: su paradigma sería Beckett.

Entre todos los autores con lo que trabajas, ¿hay alguno que haya llamado especialmente tu atención por sus postulados sobre este tema?

Sí, y eso fue un error, casi escolar, porque no voy a poder cumplir con lo prometido. Durante la preparación de este coloquio me vi obligado a simplificar (no es mucho tiempo el que uno tiene) para abordar la cuestión más en su espíritu que en su letra. En un comienzo pensaba hacer una suerte de historia filosófica del aburrimiento en la modernidad pero me di cuenta de que eso me sería imposible, además de que me pareció innecesario, sin contar que también pensé que para los oyentes algo así podría resultar un tanto "aburrido" y no tengo intenciones de probar preformativamente el asunto. Al final lo que haré será esto: me explayaré sobre las particularidades del aburrimiento, tal como nos son presentadas en las cuatro disquisiciones filosóficas más relevantes a las que ha dado lugar durante los últimos dos siglos, y si es cierto, como dice Heidegger, que cada época está dominada por un estado de ánimo que estructura su desarrollo, sobre su esencial pertenencia y significación para la experiencia histórica moderna.

¿Hay características que crucen los planteamientos de todos estos autores?

A pesar de que se trata de autores muy distintos (me refiero a Schopenahuer, Kierkegaard, Heidegger y Benjamin) y que cada uno habla desde una perspectiva filosófica y metodológica diversa, existe un acuerdo al menos en que el aburrimiento (me refiero al que todo ellos señalan como "profundo" y que, por lo tanto, no es equiparable a la mera lasitud o desgano circunstancial), debe ser considerado ante todo como una "enfermedad del tiempo", esto es, como una enfermedad en la que lo que le duele al sujeto es su propia duración, precisamente porque se le presenta como una continuidad homogénea y vacía, incluso si se producen pequeñas alteraciones, pequeños acontecimientos. El aburrimiento, como decía Vladimir Jankélevitch, "no tiene un lugar en los tejidos sino una fecha en el tiempo" y esta es ya una diferencia importante con la melancolía. Por otra parte, con exclusión hasta cierto punto de Schopenahuer, todo estos autores consideran que este malestar temporal está ligado específicamente a ciertos fenómenos característicos de la modernidad como son, por ejemplo, la negativa hacerse cuestión de la propia existencia (una actitud que Heidegger asimila al nihilismo), la rutinización de la novedad que produce el impulso tecnológico y comercial constante, los traumatismos psíquicos producidos por los ritmos repetitivos del trabajo industrial o de la vida en las grandes metrópolis, la expropiación del tiempo libre por parte de la industria del entretenimiento, que favorece experiencias estandarizadas del goce, entre otras cosas.

¿Estás de acuerdo en considerar que el aburrimiento es característico de la modernidad?

Sí, por supuesto, y no lo digo sólo yo sino que también lo dice explícitamente Heidegger; también lo dice Pablo Oyarzún en un ensayo que ha sido muy importante para mi propio trabajo: "La desazón de lo moderno". Pero prefiero no responder a esta pregunta ya que es lo que intentaré hacer en el coloquio. El aburrimiento, dice Benjamin por ahí, "surge sobre todo cuando ya no tenemos qué esperar".

Últimas noticias

Exhibición en MAC releva veta de diseñador teatral de Guillermo Núñez

"TREGUAESCENA: el primer Guillermo", destaca la producción para obras de teatro realizada por el Premio Nacional de Artes Plásticas (2007) durante los años 60. Aunque comenzó a tomar forma en el año 2021, la muestra ahora se presenta como un homenaje póstumo, a quién dirigió el del Museo de Arte Contemporáneo de la Universidad de Chile a principios de los años 70.

Conformado por académicos de la Facultad de Artes:

Integrantes del Núcleo Emovere iniciaron residencia en Centro NAVE

"Espectra" es el nombre del proyecto que las académicas Francisca Morand, Mónica Bate y Eleonora Coloma y el académico Javier Jaimovich llevarán a cabo en el marco de la residencia que realizan desde el 8 de julio en el Centro de Creación Artística y Residencia NAVE. En la propuesta, que comenzaron a desarrollar a mediados del año 2023, trabajan a partir del registro de voces y sonidos en peligro de extinción.

Exhibición en MAC releva veta de diseñador teatral de Guillermo Núñez

"TREGUAESCENA: el primer Guillermo", destaca la producción para obras de teatro realizada por el Premio Nacional de Artes Plásticas (2007) durante los años 60. Aunque comenzó a tomar forma en el año 2021, la muestra ahora se presenta como un homenaje póstumo a quién dirigió el Museo de Arte Contemporáneo de la Universidad de Chile a principios de los años 70.