Con un concierto que promete sorpresas, el Taller Tambor invita a los niños a tomarse la sala Isidora Zegers junto a su familia para el lanzamiento de su segundo disco, titulado "Redoble de Tambores", el sábado 10 de noviembre a las 17:00 hrs., con entrada liberada.
"Este sábado está invitada toda la familia a disfrutar de este espectáculo. Se presentarán todas las canciones del disco en vivo, pero no puedo decirte más, porque arruinaría la sorpresa... Sólo puedo decirte que es un espectáculo y con un repertorio que no se ha visto en nuestro país", asegura su directora, la académica del Departamento de Música, Tania Ibáñez.
El conjunto, formado el 2005 bajo el alero del Departamento de Música y Sonología de la Facultad de Artes, estuvo conformado en un principio por un grupo de egresados de dicho Departamento que fueron alumnos de Tania Ibáñez y que ella "escogió con lupa", según recuerda. "Hoy el Taller Tambor lo conformamos Fernanda Vera, Roberto López y Esteban Oyarzún, todos ellos egresados de Licenciatura en Música de nuestra Facultad, Carla Moraga y Constanza Vásquez, ambas terminando la licenciatura en Música, Jeremías Núñez, gran intérprete egresado de Flauta traversa de nuestra Facultad y yo, también egresada de Licenciatura en Música y Musicoterapia de la Facultad", cuenta la académica.
A su vez, Ibáñez dice que hay otros integrantes que complementan las presentaciones en vivo: "Se ha integrado un octavo integrante en el último tiempo, Víctor Guzmán, un estudiante de 2º año de Licenciatura en Música que nos apoya en aquellas canciones en que todos estamos tocando y en que requerimos de una performance más completa. Entonces él y eventualmente otras personas más nos apoyan en las performances con bailes o dramatizaciones musicalizadas en nuestras presentaciones en vivo".
El primer disco del conjunto, distribuido principalmente "mano a mano", se tituló "Hablando, cantando y palabreando" y estuvo enfocado en música para niños en edad preescolar. Ahora las quince nuevas composiciones de "Redoble de tambores" apuntan a niños de hasta 10 años de edad y esperan poder tener una difusión mayor que el anterior y presentarse en vivo en colegios y jardines.
"En nuestro grupo es primordial la versatilidad y el dominio de más de un instrumento musical, además de sentirse felices y motivados por realizar música para niños. Es necesario poder cantar, bailar, actuar, tocar, para así lograr un espectáculo de mucho dinamismo como el que realizamos", dice Ibáñez.
-¿Por qué y desde cuándo te interesa hacer música para niños?
-Por alguna razón toda mi vida laboral ha estado ligada a los niños. Primero trabajé en un colegio, luego en el conservatorio, luego haciendo Musicoterapia con niños de necesidades educativas especiales. Entonces en cada una de estas labores he compuesto música para ellos y en el Taller Tambor, creado hace dos años y medio, las hemos llevado a escena, junto con otras creaciones de otros integrantes del grupo.
-¿Qué estilo de música abordan y cómo fue el proceso de composición de los temas?
-Abordamos una variada gama de estilos, con una muy rica combinación instrumental. Tenemos cuecas, rap, sones, jazz, baladas y otros. Las canciones fueron surgiendo dependiendo de las necesidades educativas o terapéuticas de los niños y niñas con los que yo estaba trabajando, y luego cuando el Taller Tambor se hace un grupo más consolidado, las composiciones se hacen pensando en las fortalezas interpretativas del grupo, siempre pensando en los niños. En esta etapa del grupo hay varios temas que son de creación de otros integrantes. Nosotros llevamos las canciones hechas y luego se enriquecen con el aporte del grupo. Hay arreglos notables realizados dentro del grupo que le han dado mucha fuerza a las creaciones.
-¿Cómo se diferencia un disco para niños en edad preescolar de uno para niños de hasta 10 años? ¿Hay un enfoque distinto de la música? ¿Cuáles son las continuidades y diferencias de ambos trabajos?
-El primer disco, "Hablando, cantando y palabreando", fue pensado para niños en etapa preescolar. Entonces el énfasis está en el desarrollo del lenguaje y en entregar imágenes sonoras atractivas para ellos. En este disco hay muchas rimas musicalizadas además de canciones, y está muy ligado a una relación de la música con el movimiento, un movimiento adecuado para los más chiquititos. Entonces, priman los textos breves y entretenidos y ritmos que movilizan a la primera escucha. En cambio este disco, aunque apropiado también para preescolares, ya que hemos comprobado en terreno que ellos lo disfrutan igualmente, tiene más texto y una textura sonora más compleja en cuanto a timbres y armonía.