Dibujos y pinturas:

Obras de Sergio Tapia llegan a Revista Electrónica de Artes

Obras de Sergio Tapia llegan a Revista Electrónica de Arte

"No es que haya sido un mandato divino, pero estando en segundo o tercero medio tenía mi propia biblioteca de libros de pintura. Sospecho que fue una cuestión educada en el tiempo". Así, el académico del Departamento de Artes Visuales intenta explicar su llegada al mundo de las artes. "No tengo antecedentes genéticos", se apresura a aclarar el artista, cuyas obras, próximamente, pasarán a formar parte de la Revista Electrónica de Artes, REA.

Sergio Tapia comenzó su formación en el desaparecido Instituto de Arte Contemporáneo de la Plaza Mulato Gil y llegó hasta la Universidad de Chile a cursar cuarto año de Licenciatura en Artes Plásticas. "Cuando llegué aquí, ya tenía currículo de exposiciones y todo. Di un examen de convalidación y entré en cuarto".

¿Con qué te encontraste acá?, ¿era parecido a tu antigua escuela?

Estaba el mismo profesor con que yo estaba en el Contemporáneo, así que fue bastante parecido, claro que la infraestructura y la población flotante era totalmente distinta. O sea, allá éramos 20 en todos los cursos y, por ejemplo, no teníamos biblioteca. Lo del Contemporáneo fue una súper buena educación porque fue como política de guerra. Tú tenías que sobrevivir de alguna manera.

¿Cómo se sobrevivía?

Había un hambre común allá. Llegaba un libro al lugar y todo el mundo tenía que leer ese libro. Se discutía mucho. Ahora, como académico, está dentro de mis planes que mis alumnos discutan, formar esa discusión. Lamentablemente, existe un temor a opinar mal sobre el trabajo de tus pares entre los alumnos y hablan desde un criterio de gusto más que de un criterio de lo formal, que debería ser su discurso. Hablan de me gusta o no me gusta y ahí se acaba la discusión porque yo no puedo discutir con nadie sus gustos.

¿A qué crees tú que se deba eso?

En principio, esa especie de política de guerra que te mencionaba al principio igual te obliga a tener que buscar recursos por ti mismo. Yo creo que aquí están todos los recursos dispuestos y que este es un muy buen lugar para estudiar arte. Tienes de todo. Nosotros no teníamos ni modelos. Si alguien quería trabajar con figura humana, por ejemplo, yo me conseguía revistas de moda y ese tipo de cosas. Cada uno se buscaba su propio imaginario, lo que te impone un auto conocimiento. Acá no están obligados a hacerlo. Hay gente que lo hace, pero son los menos y es comprensible que sean los menos.

¿Cómo fue que llegaste a la docencia?

Me interesa bastante la docencia desde que estaba en segundo del Contemporáneo.

¿Alguien te gatilló ese gusto por la docencia?

Nadie otra vez (ríe) No sé, supongo que soy copuchento. Algo tiene que ver, quizás, lo que decías tú al principio sobre el bajo perfil. Ejemplo, cuando tenía clases de dibujo, a mí siempre me costaba mucho concentrarme, entonces durante la clases yo me dedicaba a ver los trabajos de mis compañeros, escuchaba las correcciones, conversaba con el ayudante de esa época y después me quedaba dibujando hasta las 9 de la noche.

¿Te consideras un artista de bajo perfil?

Si me defines qué es un artista de bajo perfil.

Una persona a la que no le interesa darse a conocer públicamente.

Tal vez no he hecho mucho por darme a conocer públicamente, pero no sé si no está en mi interés.

¿No has hecho mucho porque no has tenido tiempo para producir o no te has movido lo suficiente?

Tal vez me he dedicado más a mi producción, a una cuestión más cercana al desarrollo de lenguaje si quieres. O sea, es el mismo hecho de cómo yo llegué a dibujar, independiente de lo que haga uno. En mi caso, habiendo salido del Contemporáneo, descubrí que no tenía idea de dibujar y me encerré dos años a dibujar en mi taller. Y yo me hice clases de dibujo. Me dediqué a dibujar con modelos que podían ser fotografías o lo que fuera y a desarrollar la disciplina.

¿Cómo así?, ¿desarrollar la técnica?

No. Disciplina no es técnica. Hay una cuestión metodológica de organización del trabajo, de cómo se plantea el trabajo con un objetivo. O sea, si quieres llegar hasta aquí, qué es lo que tienes que hacer para.

Y tú, ¿dónde quieres llegar?

En ese minuto, necesitaba una herramienta que me permitiera organizar mi trabajo y esa herramienta era el dibujo. Más de proyección que de otra cosa. Necesidad que sigo teniendo. Lo que pasa es que yo creo que la gente que empieza a dibujar en algún minuto, que le entra el virus, por decirlo de alguna manera, no puede dejar de hacerlo porque pierdes mucho si lo dejas. Es como un horno de Codelco, es muy caro apagarlo. Por eso es mejor tenerlo trabajando aunque no hagas nada. Esa disciplina que uno adquiere con el dibujo -que no tiene que ver con el grafismo- tiene que ver con la capacidad de proyectar trabajos, de jerarquizar. Tiene que ver con una estructura de pensamiento, conectivo incluso, que tal vez tiene como consecuencia, como extensión física, el papel con la rayita.

Pero, ¿es mucho más que eso?

Lejos. No conozco a nadie que me haya dicho hasta el minuto qué es lo que es el dibujo. Conozco mucha gente que dibuja, pero por distintos motivos y a todos les resulta útil por las mismas razones. El mismo Machuca, cuando te pide un trabajo te pregunta, ¿dibujaste algo? Tiene que ver con la proyección, con la capacidad que tú tienes de proyectar y organizar un trabajo. Y a la vez, no sólo un trabajo. Hay una herramienta en el dibujo que es súper fundamental, que es lo más útil que uno puede aprender dentro de muchas cosas y es la economía. El principio de economía del dibujo es lo único que lo rige, y es lograr un objetivo con la menor cantidad de movidas posible. Claro, uno no sabe cuáles son la menor cantidad de movidas posible.

Pero esa es la búsqueda constante, ¿o no?

Claro, pero varía en el objetivo, siempre. Un dibujo en pintura o un dibujo en sí mismo contiene la información de otra forma y tiene otro tipo de información. Cuando hablaste de técnica es justo lo contrario. La técnica es algo fijo, algo estándar, algo que tienes que hacer, un deber hacer. Aquí no hay técnica. Tú puedes dibujar con lo que quieras, sobre lo que quieras. Es un ejercicio meditativo, es estar ahí.

¿Cuánto demora ese ejercicio?

Cezanne decía que los artistas tenían que vivir dos vidas: una para aprender a dibujar y otra para aprender a pintar.

¿Y tú está en...?

Estoy como en pañales de algo, no sé. Uno está ahí tratando de armarse su cuento no más, darle algún sentido.

¿Hay una evolución en tu obra desde los inicios a la fecha?

Sí, claro. O sea, gracias a Dios sí y para mejor. En algún momento hice un ejercicio y reuní mis propios trabajos y los vi en retrospectiva. Eso lo hice en la intimidad de mi taller. Revisé todos los registros que tenía y descubrí que tienen un aire de familia. Todos se parecen en algo, hay algo en común detrás y hay cosas más allá del parecido "fenotípico" que podrían tener. Sí, tienen sentido, puedo decir que el tiempo no ha pasado en vano.

No es menor decir eso

Claro. Pero ahí podemos volver a la pregunta anterior de si yo era un artista de bajo perfil. Igual me ha tomado tiempo hacer eso. Entonces el tema de gestión, de autogestionarse no lo he manejado mucho por eso mismo. He beneficiado esa parte antes que la propia gestión.

¿Te sientes bien habiendo tomado esa decisión?

Yo creo que en algún momento las cosas eran, tal vez, un poco más incompatibles. Necesitaba hacer esa parte, necesitaba hacerla sin la presión de exponer -que siempre es una presión- y para poder tener un resultado más o menos óptimo, dejé de hacerlo. Igual hay una merma porque el ejercicio de la exposición también es otro ejercicio que está bien hacerlo y que es necesario. Es necesario exponerse porque mostrar tus pinturas fuera de tu taller es una especie de aislamiento que te permite ver cosas, entender cosas, creer que estás dando por cerrado algo. Pero es sólo un creer, no es que des por cerrado nada. En realidad es siempre el mismo cuento que cambia de forma, una especie de mismedad como dicen los teóricos. La obra es una constante mismedad.

La idea de que tus trabajos ahora se trasladen a la REA, ¿qué te parece?

Me parece total. Yo tuve una página, pero después no volví a contratar el dominio. Me parece que está bien que se divulgue el patrimonio porque finalmente, uno puede estar en tránsito aquí, pero en ese transito uno es patrimonio de la Facultad. Yo vengo haciendo clases aquí desde el 2002, lo cual es harto tiempo igual. Algo le meterá en la cabeza uno a los alumnos y eso significa, en algún momento, un valor específico. Un valor, tal vez, que es difícil de mesurar porque además tiene que madurar en el tiempo porque hacer clases de dibujo es proyectar el valor, el objeto en el tiempo. Es un trabajo súper especulativo con los alumnos.

¿Cómo te responden los estudiantes?

A veces, uno ni siquiera lo sabe. Este año, una chica a la que le hice clases hace 3 años, se me acercó y me dijo que recién estaba entendiendo lo que le enseñé. A la larga, depende mucho de lo que uno como alumno es capaz de hacer. Después de todo, uno necesita perder la urgencia para poder aprender a dibujar, la urgencia de ver resultados. Acá llegan los alumnos muy atrasados y a la media hora tienen el mono terminado, pero eso es lo último que uno puede llegar a necesitar. Hay una cuestión de lenguaje mediante que tienes que desarrollar y es lenta y no se ve porque es súper ingrato porque el resultado está siempre de lado por el proceso. Además que haya un buen dibujo una vez, no significa nada. Uno tiene que lograr hacer una cuestión que es casi un acto de fe. Uno hace la misma raya 30, 40 veces y no está bien y a la 87, funciona, y es la misma. Hay un tema de crear condiciones que tiene el dibujo, condiciones que son intransferibles y eso yo no lo puedo enseñar. Nadie lo puede enseñar. En el fondo es para qué quieres dibujar.

¿Para qué quieres dibujar tú?

...

¿Todavía estás tratando de responderte esa pregunta?

No, tal vez me perdí en el placer de dibujar. Encuentro exquisito dibujar. El ejercicio lo encuentro total. Pero es perderse en una cuestión muy abstracta. Es una placer 100 por ciento perverso.

¿Uno no debe querer dibujar por el placer de dibujar?

Sí, supongo.

Pero tú dime, eres el profesor.

Supongo que sí. Los dibujos contienen cierta información específica. Un manual de instrucciones para armar un computador, es un dibujo, y no un mal dibujo en tanto puedas leerlo y entenderlo y armar tu computador. Hay otra cosa que también es un buen dibujo. Volvemos al mismo punto. Por qué quieres hacerlo tú. Ahora, yo no le pido a nadie que me diga para qué quiere hacerlo. Problema suyo. Yo creo que por lo general, uno tiene que hacer las cosas y la información de toda índole te sirve. Voy ajustando.

Últimas noticias

Exhibición en MAC releva veta de diseñador teatral de Guillermo Núñez

"TREGUAESCENA: el primer Guillermo", destaca la producción para obras de teatro realizada por el Premio Nacional de Artes Plásticas (2007) durante los años 60. Aunque comenzó a tomar forma en el año 2021, la muestra ahora se presenta como un homenaje póstumo, a quién dirigió el del Museo de Arte Contemporáneo de la Universidad de Chile a principios de los años 70.

Conformado por académicos de la Facultad de Artes:

Integrantes del Núcleo Emovere iniciaron residencia en Centro NAVE

"Espectra" es el nombre del proyecto que las académicas Francisca Morand, Mónica Bate y Eleonora Coloma y el académico Javier Jaimovich llevarán a cabo en el marco de la residencia que realizan desde el 8 de julio en el Centro de Creación Artística y Residencia NAVE. En la propuesta, que comenzaron a desarrollar a mediados del año 2023, trabajan a partir del registro de voces y sonidos en peligro de extinción.

Exhibición en MAC releva veta de diseñador teatral de Guillermo Núñez

"TREGUAESCENA: el primer Guillermo", destaca la producción para obras de teatro realizada por el Premio Nacional de Artes Plásticas (2007) durante los años 60. Aunque comenzó a tomar forma en el año 2021, la muestra ahora se presenta como un homenaje póstumo a quién dirigió el Museo de Arte Contemporáneo de la Universidad de Chile a principios de los años 70.