Una participación muy destacada tuvieron los estudiantes de la Facultad de Artes de la Universidad de Chile que se presentaron en la séptima versión del certamen nacional de guitarra "Liliana Pérez Corey", organizado por la Escuela Moderna de Música.
Los guitarristas de la Facultad obtuvieron la mayor cantidad de premios, entre ellos el más apetecido: el primer lugar en categoría superior, que obtuvo por votación unánime Danilo Cabaluz, alumno de Luis Orlandini.
"Es la confirmación total de sus cualidades indiscutibles y su temple a toda prueba. La final, que era un Concierto con Orquesta, fue un maravilloso ejemplo de madurez y de solidez musical. Para mí, una alegría difícil de describir, pues creo que es un músico de excelente nivel y que está ya preparado para las grandes ligas", afirma Orlandini, quien explica que ganar la categoría superior ya no es sólo un lindo estímulo sino "una validación absoluta como músico a nivel nacional".
El consagrado guitarrista y académico de la Facultad de Artes formó parte del jurado del concurso, del que debió retirarse en categoría superior al haber dos alumnos suyos en competencia: "Mi gran alegría es entonces que Danilo Cabaluz ganó el primer premio en forma unánime por decisión del jurado, sin presión de ningún tipo", afirma.
Cabaluz obtuvo, junto con su diploma, un set de cuerdas Savarez, accesorios donados por instrumentos musicales Mesko, una guitarra de concierto de lutheria Naty, partituras de autores chilenos editadas por el Departamento de Música de la Universidad de Chile, un concierto en temporada 2008 junto a Orquesta Clásica de la Usach y otro en las Semanas Musicales de Frutillar 2008, una inscripción en calidad de alumno activo en la clase magistral del maestro Leo Brouwer y el premio especial del Departamento de Música de la Facultad de Artes de la Universidad de Chile.
El boom de la Guitarra Clásica en Chile
Orlandini cree que el nivel en general del concurso fue bueno, sobre todo porque la calidad ya no está centrada sólo en la Región Metropolitana: "Fue una interesante muestra de las diferentes escuelas de guitarra de Chile, ya que no sólo hubo santiaguinos sino también de regiones hubo una interesante participación, incluyendo varios premiados, lo que habla de que cada vez se puede hablar mejor de Chile como el lugar del boom de la Guitarra Clásica, no acotado a Santiago".
El jurado incluyó, junto con el académico, nombres como Patricia Dixon, Jeffrey Van, Emilie Pélissier, Andrés Rosson, Diego Castro, José Antonio Escobar, Eugenio González, Jaime Calisto, entre otros, quienes premiaron a otros seis alumnos de la Facultad en las cinco categorías que contemplaba el concurso. Este año el certamen contó con 35 participantes, que fueron preseleccionados con mayores exigencias que en años anteriores.
"El hecho de que varios alumnos de nuestra Facultad hayan obtenido premios es una muestra palpable del buen nivel de los alumnos y de la enseñanza. Esto es ya una realidad a nivel nacional, y lo que es mejor aún a nivel internacional, pues muchos guitarristas jóvenes chilenos están haciendo una carrera de gran mérito en el mundo", afirma Orlandini. "Es ya reconocida internacionalmente la 'escuela chilena' en el sentido que aquí salen músicos en guitarra clásica con un gran nivel... nivel internacional", agrega.
Otros alumnos de Orlandini igualmente fueron galardonados. Alejandro Escobar obtuvo el tercer lugar en categoría superior y José Luis Riquelme obtuvo la primera mención honrosa en categoría media.
Luego, dos alumnos de Romilio Orellana también recibieron premios. Pablo Salinas alcanzó el primer lugar en categoría juvenil, además de obtener el premio SCD por su interpretación de música chilena, y Gonzalo Arias fue segundo en la categoría básica, en la que el primer lugar quedó desierto.
En tanto, Moisés Bobadilla y Sergio Bascuñán, alumnos de la profesora Ximena Matamoros, obtuvieron un tercer lugar compartido en categoría básica y una segunda mención honrosa en categoría media, respectivamente. Ambos participaban por primera vez y sintieron que fue una buena experiencia para ir entrando en el mundo musical. Bobadilla afirma que el concurso "fue una buena instancia para darnos a conocer, ya que uno le muestra su trabajo a gente nueva".