"En Chile el concepto de patrimonio no se comprende"

"Desde hace pocos años se ha venido dando más cuidado e importancia a lo que se entiende y se ha podido aceptar como patrimonio audiovisual", señala Francisco Miranda, en su oficina del Centro Tecnológico de la Facultad de Artes. Las imágenes y los sonidos, tan usuales para nuestra época, no siempre son valorados como patrimonio, pese a que hablan de nuestra cultura y le dan forma cada día.

El instituto ICCROM (International Centre for the Study of the Preservation and Restoration of Cultural Property) está impulsando la preservación de este frágil legado en todo el mundo y organiza este año en Brasil los cursos SOIMA 2007, que se realizarán entre el 6 y el 31 de agosto en distintas ciudades de ese país y al que asistirá Francisco Miranda en representación de la Facultad de Artes y de Chile.

"El objetivo es generar el expertizaje necesario para administrar correctamente colecciones audiovisuales con valor agregado, ya sea artístico, económico, documental, etc. En el caso de la Facultad de Artes, por ser una estructura de la Universidad de Chile que trabaja con productos artísticos, es justamente lo que producimos y almacenamos, elementos audiovisuales, fotos, películas, videos, mucho audio", afirma Miranda.

Así, el encargado del Laboratorio de Restauración Sonora dice que "viene totalmente al caso" su presencia en este tipo de actividades, "porque la Facultad está generando la historia a través de este tipo de productos, y la esta administrando apropiadamente. Es el único referente hasta ahora a nivel nacional en lo que es el tratamiento de audio y video", asegura.

Horas y horas de patrimonio

A nivel de patrimonio artístico, pareciera no valer lo mismo un viejo cassette que un cuadro. La pintura se preserva en los museos, pero muchas grabaciones yacen olvidadas y se pierden, y con ellas un trozo de nuestra vida y nuestra historia cultural.

El patrimonio sonoro se ha acumulado por años en la Facultad de Artes. Grabaciones de diverso tipo pueblan los archivos, compuestos principalmente de registros de música tradicional folclórica y música docta chilena. Recientemente fue editada una muestra del trabajo de digitalización del Archivo de Música Tradicional con el disco Pueblo en Fiesta, realizado por un equipo interdisciplinario de estudiantes de Historia, Antropología y Sonido, bajo la dirección técnica de Miranda.

Este disco (que se suma a otras ediciones de divulgación publicadas anteriormente por este centro, como registros de música de los años 30, cuecas y romances) es una selección del Archivo de Música Tradicional, conservado en cintas Reel (un formato arcaico y descontinuado), que ha sido digitalizado en cerca de un 50%.

"Hemos transitado por una serie de trabajos que tienen que ver con diferentes tipos de formatos obsoletos", cuenta Miranda. "Cuando te empiezas a dar cuenta que existen normas internacionales para digitalizar, procedimientos claramente estipulados para que sean llevados a cabo para que el trabajo sea válido, te das cuenta que no es un trabajo que se pueda hacer a la ligera. Una colección digitalizada apropiadamente es una colección que tiene valor agregado. Una que no ha tenido estos procedimientos, hecho por gente que no sabe lo que está haciendo, es trabajo perdido, invalida la colección", explica.

Y es que el traspaso al formato digital de colecciones grabadas en soportes más antiguos es el principal medio por el cual hoy se puede preservar la memoria audiovisual. "Todo lo que se generó hasta los años 80 se generó en plataformas que son denominadas analógicas, son registros magnéticos metálicos analógicos, que solamente pueden ser reproducidos apropiadamente sabiendo cuáles son las características propias de esos registros, y disponiendo de las maquinas apropiadas", cuenta Miranda. Estos soportes, ya obsoletos, hicieron necesario replantearse un cambio de formato, para que pudieran sobrevivir los registros y ser reproducidos.

Ese cambio, como explica Francisco Miranda, "es hacia un nueva plataforma, que es la plataforma digital. Entonces necesitamos expertizaje, estar permanentemente en contacto con las nuevas tecnologías que tienen que ver con el almacenamiento y por supuesto este curso al cual voy a asistir es parte de esa intención"

-¿Cuáles son las principales dificultades que se tienen a la hora de preservar este material?
-Las principales dificultades vienen de dos grandes mundos. Uno son los recursos necesarios para poder disponer de bóvedas de almacenaje apropiadas, no existen todavía bóvedas específicamente acondicionadas para almacenar materiales de audio y video, debido a que existe poco conocimiento todavía en nuestro país de la importancia de realizar esa actividad. La segunda gran barrera que existe es la ausencia de personal altamente calificado para tomar la administración de esas grandes colecciones. Específicamente me refiero a las grandes colecciones que se van a ir creando, debido a que hay una proyección del crecimiento de las colecciones que existen en distintos lugares de nuestro país. Si tú piensas, lo audiovisual en Chile es parte de la cotidianidad, sea en tu hogar, en el colegio, en la universidad o en los centro de investigación o en el trabajo incluso, todo se documenta. Ya no se documenta necesariamente en papel, sino en documentos digitales, por lo tanto se está creando una necesidad de generar el expertizaje adecuado para esa administración. Pero sin embargo creo que el principal escollo que existe es que como país estamos subvalorando nuestra herencia cultural, debido a que no ha habido una correcta conceptualización de lo que significa realmente el pasado y la identidad nacional.

-Es decir, ¿tú crees que esta poca conciencia que existe respecto a la preservación del patrimonio audiovisual tiene que ver con una poca conciencia más amplia de lo que es el patrimonio cultural en nuestro país?
-Claro, es evidente que en Chile el concepto de patrimonio no se comprende, porque no se ha puesto el debate en los colegios, en las universidades, y si bien es cierto hoy está de moda puede que en tiempos cercanos deje de estar en el tapete. Sin embargo, no hay que olvidar que un país que se llame desarrollado, y a los ojos de los países que son efectivamente "desarrollados", y que se relacionan económicamente y culturalmente con nosotros, también se fijan en que el país pueda por un lado ser respetuoso con la biodiversidad, con los pueblos indígenas, con los derechos humanos, pero fundamentalmente con su herencia patrimonial. Si un país quiere crecer tiene que alinearse en esas nuevas maneras de auto verse, el tema de saber quienes somos. Si nosotros no sabemos quienes somos, no podemos plantearnos un trabajo a futuro que nos defina una identidad, aunque sea mestiza como somos nosotros. Somos chilenos, y por lo tanto tenemos identidad, y esa identidad es la que permite también la interrelación con otros pueblos, permite el comercio y las relaciones culturales en general. Es decir, un país que sabe quién es, sabe adónde va.

-¿Qué esperas de los cursos a los que asistirás en Brasil?
-Lo que yo espero, primero, es validarnos aún más a nivel internacional en esta actividad. Luego, hacer que las autoridades de la universidad tomen conciencia del valor que tiene la Facultad de Artes en esa área, en ser depositario de nuestra herencia cultural musical-artística. Y por otro lado tenemos que vincularnos más internacionalmente para generar recursos, porque realizar actividades de digitalización y manejo de archivos digitales implica un alto costo, que la Facultad ha realizado y ya está viendo los resultados. Estos también se van a ver por ejemplo con mi responsabilidad frente a algunas páginas web, o en el sitio de "arte sonoro", que está bajo mi administración, donde tengo la misión de generar la memoria digital actual, que es otro concepto. Entonces también una de las maneras de aprovechar estos cursos es insertar a la Facultad de Artes en el mundo digital de la memoria actual, porque estamos generando la memoria de lo que fue, la de los años 60, 80, pero también hay que generar memoria viva, que es la memoria digital de lo que se está haciendo ahora, que se maneja bajo los parámetros de la digitalización y las redes.