Patricio Salazar, baterista de dilatada trayectoria tanto en escenarios populares como doctos, ve con entusiasmo los avances del curso de extensión de "Música Popular en Aula" (Muspop), el que está programado para cinco años pero con certificaciones en cada semestre, que hacen que solo los realmente interesados continúen estudiando.
"Aún, equivocadamente, se maneja entre la juventud una asociación de la música popular con alcohol, luces, juerga, entonces somos muy rigurosos en la parte académica para cambiar la mentalidad de nuestros alumnos", afirma Salazar, y agrega: "Eso conlleva que queremos trabajar solo con alumnos contentos, felices, vamos seleccionando a la gente con ese sistema, por eso es semestral".
El programa, que ofrece formación instrumental para Guitarra Eléctrica, Bajo Eléctrico, Batería, Percusión Latina, Teclado, Canto Popular y Coros, incluye desde este año también clases de Trompeta, Saxo, y Trombón: "La novedad más importante que presenta el curso es la integración de un equipo de bronces formado por profesores destacados, de gran trayectoria, para que podamos empezar a formar y toquemos arreglos de estilo Big Band... un estudiante de música popular no puede dejar de tener la experiencia de haber tocado en una Big Band", afirma.
A su vez, Salazar cuenta que el curso también hace énfasis no solo en los conocimientos académicos, sino también los escénicos: "Damos una formación tanto en la parte académica como en la parte de escenario, de conjunto, tenemos horas de escenario para que pierdan el pánico escénico. En prácticas de conjunto estamos desarrollando óperas rock y comedias musicales, para poder montar esas obras en el futuro, con puesta en escena y todo".
El baterista cree que la calidad del programa está garantizada por sus profesores de gran nivel, como Roberto Trujillo en Teclado, Santiago Retti en Canto Popular y Coros, Carlos Corales en Guitarra Eléctrica , Antonio Mondaca en Bajo Eléctrico, Tito Arriaza en Teoría y Solfeo, entre otros. "Sabemos lo que tenemos que hacer, porque todos hemos sido exitosos en la música popular y hemos vivido de esto", afirma.
Salazar está consciente de la ardua competencia que hay en el mercado para los músicos populares y el programa está pensado para poder sortearla: "El objetivo del programa es formar a músicos profesionales que salgan con respaldo académico al mundo laboral. El objetivo es que estén preparados para el mercado laboral, el mercado es muy duro y por eso somos tan rigurosos", dice, al tiempo en que defiende la seriedad y la disciplina que exige: "¿Por qué la música docta se tiene que hacer con disciplina y la música popular no?".
El curso tiene sus matrículas abiertas hasta el 24 de agosto. Antes, el 12 de agosto, habrá un examen público de los alumnos de este programa en la sala Isidora Zegers, donde se podrá apreciar el avance de los futuros músicos populares.