"Mean Streets", "Goodfellas" y "Casino" fueron las películas que el académico del Departamento de Teoría de las Artes, Luis Cécéreu, escogió para ejemplificar los resultados del trabajo que durante dos años lo mantuvo investigando la obra del cineasta italoamericano. "Revisé todo lo que había en el entorno de Scorsese, todas las películas que él cita, todo su universo. Cuando lo tenía más claro, comencé a escribirlo", señala el profesor Cécéreu. El resultado fue "Martin Scorsese: Apuntes para una trilogía del crimen", publicación perteneciente a la Colección de Cine del Departamento de Teoría de las Artes y que apareció en 2005.
En el texto se conjugan dos de las pasiones de este profesor. Por un lado, su interés en los directores de cine católicos, y por otro, la reflexión en torno a la violencia, "soy un estudioso de la violencia", agrega. Pero el libro también deja entrever otras de las características de la obra de este director, como su afán documentalista "tiene un equipo de investigadores que toman hasta los más mínimos detalles sobre personajes que utiliza y sobre las épocas en que se sitúa", señala Cécéreu-, su gusto por la música popular y la relevancia que tiene la propia historia de este cineasta en el tratamiento de algunas temáticas de sus películas.
"Martin Scorsese: Apuntes para una trilogía del crimen" es la primera parte del trabajo que el profesor Luis Cécéreu prepara sobre este director de cine. "En seis meses más", calcula el académico, estaría lista la parte en que aborda el papel de las mujeres en la filmografía del cineasta, para luego dedicarse a analizar la perspectiva cristiana de sus películas.
-¿Cómo nace su interés en estudiar la violencia?
-Porque la veo por todas partes. Es una cosa, a mí juicio, omnipresente. Yo creo que occidente está ya desintegrándose en la violencia, en la comunicación de masas, en la televisión, en el arte. En el trato en la sociedad, de todos nosotros, hay una permanente agresión. No hay tranquilidad. Es como un castigo que arrastramos, es tremendo. Yo trabajo mucho ese tema, en los seminarios. Incluso, a veces trabajamos con los alumnos a pintores renacentistas y son extremadamente violentos.
-Como profesor, ¿usted busca dar cuenta de esta violencia o teorizar en torno a ella?
-Reflexionar. Yo les doy un marco teórico, bibliografía pertinente desde el punto de vista filosófico, desde le punto de vista sociológico y eso lo buscamos en expresiones artísticas. Hay un imaginario en donde hasta los más inocentes son de una violencia increíble.
-Y en Scorsese, ¿qué pasa entonces con la religiosidad entre tanta violencia?
-Ahí está la redención. El final, por ejemplo, de Calles Peligrosas es prácticamente místico. La mano que sale, el otro que se arrodilla, el otro que arrastra la cruz. En el cine de Scorsese hay una esperanza, incluso en películas donde no hay violencia física, como La edad de la inocencia.
-En el resto de las películas de Scorsese, ¿también está presente la religiosidad y la violencia?
-Claro, salvo algunas como El Aviador que se centra en las contracciones de Howard Hughes, no en el mito. A Scorsese le gustan mucho los personajes fracasados, oscuros, llenos de contradicciones. Él entiende el problema de la integridad del hombre que no se expresa en toda su dimensión, sino que persiste esta idea dual de occidente, esa dimensión dual, sobre todo en sus personajes.
-¿Cómo es la estética en el trabajo de Scorsese?
-Es una puesta en escena con una estética depurada, aún cuando esté vinculando temas violentos. Él trabaja siempre con muy buenos directores de fotografía y ha trabajado muchos años con una montanista muy buena. El montaje de Los Infiltrados es un verdadero poema, tiene un sentido visual bellísimo. No es sólo narrar una historia, es tener toda la coherencia. Tiene un staff que es notable. Aquí, la narración y la estética están muy equilibrados. Siempre está construyendo, aportando cambios y eso lo hace muy interesante.
-¿Se puede definir la obra de Scorsese?
-Sus películas son él. Yo diría que es un discurso coherente, un cine personal, honesto y que tiene muchas lecturas hacia el cine, la sociedad y el hombre, que estudia acuciosamente. Un cine muy vivencial. Creo que lo que busca es la libertad expresiva y artística. Trata de establecer, dentro de todo lo que es la industria cinematográfica, un discurso personal.
Luis Cécéreu, autor del libro "Martin Scorsese: Apuntes para una trilogía del crimen", dice de su texto: "es una trabajo bastante acotado, tanto sobre la violencia como con temas más profundos relacionados con la fe, la trascendencia, la lucha, con el ser humano".
El libro, perteneciente a la Colección Cine del Departamento de Teoría de las Artes, puede ser adquirido en dicho departamento (Las Encinas 3370, Ñuñoa o contactando a Claudia Alonso en calonso@uchile.cl) y en el Centro de Ventas de la Facultad de Artes, ubicado en el primer piso de la sede Alfonso Letelier Llona (Compañía 1264).
