Dos años lleva trabajando Pablo Chiuminatto en esta exposición y eso le acomoda. "Yo trabajo a largo plazo y en Sala Gasco me ofrecían muchas facilidades para lo que yo quería hacer y cómo quería relatar esto que, finalmente, quedó armado en estas tres series que se llaman Visible", cuenta el artista visual.
Y es que la muestra reúne trabajos realizados por Chiuminatto en distintos momentos de su carrera: "Paisaje Colonial", una serie de pinturas de óleo que datan de 2006; "Otros Paisajes", conformada por siete fotografías del año 1998 y tres acuarelas de 1994; y "Atlántico", pintada también el 2006. La razón, explica, era desmarcarse de la idea del progreso del artista - "como si uno supuestamente debiera haber avanzado de la exposición anterior" - para centrarse en "el diálogo que se produce al interior de la misma obra con procesos muy anteriores, como puede ser el caso de las acuarelas del año 94 y que forman parte de la muestra Visible", explica Pablo Chiuminatto.
Al ser consultado sobre la distancia que hay entre sus exposiciones, el académico señala: "Yo no soy un pintor que pinte mucho. A mí me gusta más el diálogo que se da cuando, efectivamente, se muestra porque se hace necesario mostrar, no por el sólo hecho de estar presente en un contexto de exhibiciones locales o de calendario. Si tienen que pasar cuatro años, pasarán cuatro años, o como pasó ahora, que es un año y medio después de mi última muestra del 2005 titulada Todavía Paisaje".
¿Qué relación hay entre estas tres series que presentas aquí?
La intención fue generar un diálogo al interior de la misma obra pero que además fuera didáctica y no quedara demasiado hermética. Gasco es una galería a la que llega una cantidad de público enorme, entre 4 mil y 5 mil personas durante la muestra y había que construir algo que fuera entendible para cualquier espectador. Eso lo logramos por medio de esta especie de reunión entre las pinturas, las acuarelas y las fotografías. Evidentemente, la gente puede pensar que estas pinturas son abstractas, pero tienen un referente puntual, real, que la fotografía de paisaje clarifica.
¿Por qué trabajas en torno al paisaje?
La razón del por qué no creo que exista, yo creo que existe un para qué. Y ese para qué tiene que ver con la recuperación de la tradición de la pintura de paisaje en Chile, que tienen tantos años como la historia de la pintura misma. Por ejemplo, los pintores viajeros, la idea de taxonomía del paisaje versus la pintura de paisaje europeo que podrían haber traído quienes emigraron y cómo eso tiene una relación profunda con la constitución de una "identidad". A mí me interesa pensar que hay algo así como un paisaje chileno y eso toca temáticas universales de la representación del paisaje. Sin embargo, al mismo tiempo tiene una profunda raigambre en el cuestionamiento de lo que uno podría llamar identidad, cosa que a mí me parece, todavía, importante preguntarse.
Esta exposición se presenta en el catálogo como aquello que está entre lo invisible y lo visible y, sin embargo, tu muestra se llama Visible, ¿por qué?
Precisamente porque la discusión que hay aquí pasa por ciertos aspectos de lo real o de la realidad, de lo que un artista podría pintar o fotografiar, que tiene que ver con lo visible. Con lo que es visible para todos. Pero el juego que hace Bruno Cuneo en el texto (del catálogo), tiene que ver con el hecho de que hay ciertas cosas que están en lo visible y que no necesariamente son apreciables por todos, si no se da el paso a lo visual.
¿Sería el caso de esta exposición?
Sería el caso, más bien, de la experiencia, de permitirse ver un paisaje. O sea, el paisaje puede estar allá afuera. Miramos por esta ventana hacia afuera y podríamos simplemente no leer eso que se nos presenta. Si tuviéramos una mayor cultura visual, lo que lograríamos sería leer esos elementos, hacer relaciones de color, de sentido y, por supuesto, de significación respecto de las referencias culturales que existen, por ejemplo, en eso que llamamos lo urbano. Sin embargo, en el paisaje la lectura que se hace muchas veces es entendida como naturaleza, pero estos paisajes no son naturaleza, tampoco son una postal. Hay algo aquí que queda invisible o que es invisible para quien no hace el trabajo, el ejercicio de ver. Y por eso la muestra se llama Visible.
"Visibles", de Pablo Chiuminatto, estará abierta al público desde el 8 de junio y hasta el 3 de agosto en la Sala Gasco, ubicada en Santo Domingo 1061, Santiago, y la entrada es liberada.
