Un pantalla grande y varios módulos en un costado, provistos de audífonos. Al centro cuatro cubos para sentarse. Imágenes que nos inquietan o complacen, proyectándose continuamente. Todo con un motivo central: el turbio fluir del río Mapocho.
"Escogimos el Mapocho porque en definitiva es la columna vertebral de la ciudad, un lugar que ha sido escenario de diversos sucesos culturales" dice Julio Espinoza, quien junto a Francisco Huichaqueo y Rodrigo Gómez se propusieron tematizar al río desde distintos frentes, pero teniendo como soporte básico la pintura. Más bien, la video-pintura.
"Yo estaba haciendo mucha pintura, pero luego llegué a este formato casi de casualidad, que es más barato, más inmediato. Cambiamos los pigmentos por el software" dice Huichaqueo, quien ya cuenta con una gran cantidad de trabajos audiovisuales a su haber, al igual que sus compañeros. Explica que la pintura está a la base de cada video, los que fueron tratados digitalmente, de una forma muy cercana a la animación pero con las libertades y ahondamientos estéticos del arte, pincelada por pincelada.
"Es una forma más íntima de exponer un video. Cada módulo es una suerte de extrapolación de la galería de arte", dice Espinoza. Es un acercamiento con guiños al video clip y a la música electrónica, formas que los alejan del video-arte: "Nosotros no queremos hacer video arte, aunque lo sea en la medida en que es video y es arte, pero no en la manera en que tradicionalmente se ha entendido ese concepto. Estamos proponiendo algo estético, no conceptual y utilizamos el video como un soporte en sí mismo", dicen los artistas.
Rodrigo Gómez confiesa su interés por lo derruido y el río Mapocho con su carga de decadencia y suciedad lo sedujo. Su video, "Hidden. Lanzado", tiene un mayor énfasis narrativo, pues trata de un caso particular: un hombre que fue asaltado y arrojado al río y fue salvado milagrosamente por dos indigentes.
El trabajo tiene un tratamiento documental a base de testimonios e imágenes de prensa, pero con una estética que en cierta forma evoca lo bizarro de la historia y la esquiva verdad de lo sucedido.
Gómez aclara que están lejos de querer hacer una instalación. "El formato digital audiovisual que ocupamos está más cerca de la idea de laboratorio, es otro tipo de taller, pero sin caballete".
Taller de rock visual electrónico
Los tres amigos reconocen una importante filiación musical. Prefieren representarse a sí mismos como una banda de rock: "El 2005 anduvimos de gira por Valdivia, íbamos con nuestro disco a los bares y ahí se proyectaba sin previo aviso", cuenta Francisco refiriéndose al proyecto de video experimental y animación "Álbum doble" en el que también participaron los tres.
Julio Espinoza evoca a Joe Division al referirse a la importancia de la música en su obra. Sus "Visiones discursivas del Mapocho" transitan entre un diálogo cultural con textos que hacen referencia al sentido del río como concepto y mismo tiempo despliega un contrapunto visual-sonoro entre la vivacidad -a ratos cruda- de sus imágenes y una banda sonora en base a loops y efectos.
La composición de estas obras se acerca de alguna forma a las técnicas de la música electrónica, "en que los videos son la base sobre la que vamos improvisando, aplicando el loop a lo audiovisual", apunta Espinoza.
Francisco Huichaqueo cuenta que a la manera de la animación ("pero sin hacer animación, sino pintura"), pintó cuadro por cuadro las imágenes del video. Su obra, dividida en tres ("Vogos Illuminati", "Vogos Neopren" y "Ses Errati") evoca pasajes oníricos y utiliza técnicas digitales diversas, sobre algunos registros escénicos actuados y utilizando también una banda sonora como otro elemento pictórico adicional. "Son pinturas con tiempo y sonido", dice Huichaqueo.
El grupo tiene en carpeta un catálogo del proyecto y nuevos montajes en la Biblioteca de Santiago (donde se estrenó la obra en una exhibición única y sin gabinetes personales en agosto del 2006) y luego en la Casa de la Cultura de El Bosque. Actualmente desarrollan un taller de video y animación en Curaco de Vélez, frente a Dalcahue, en Chiloé, donde 15 entusiastas alumnos serán capacitados en nuevas tecnologías.
Adscriben a la idea de sacar el museo a la calle y apostar por una cultura más abarcadora. Han participado en festivales de cine y exhibiciones televisivas. "A Francisco Brugnoli no le gustaban mucho estos trabajos cuando era mi profe", recuerda Francisco Huichaqueo, ilustrando la resistencia de ciertos académicos y artistas a su propuesta. "En verdad prefiero que esto salga en televisión a que esté encerrado en la galería", remata Rodrigo Gómez.
Así, estas "pinturas en movimiento" se exhibirán en el Metro Bellas Artes hasta el 31 de enero, con horarios de proyección entre las 10 y las 12 hrs y luego entre las 17 y las 21 hrs.
