Acaba de terminar el periodo electoral estudiantil en nuestra Universidad, este elefante blanco (o a estas alturas, mejor llamarlo "cachalote varado") de la educación chilena, y una vez más nos repetimos el plato amargo de las candidaturas mediáticas.
Desde las movilizaciones secundarias vimos levantarse una figura casi mesiánica para el estudiantado: el mismísimo Nicolás Grau. Nuestro hiperventilado y sobreexpuesto presidente de la FECh, quien habló de las "masas organizadas", del verdadero movimiento estudiantil y otras lindas cosas, pero cuando había que decidir si mantener este movimiento hasta las últimas consecuencias (recordemos la consigna de perder el año si era necesario), todos fuimos testigos de cómo le fue bajando el tono a uno de los tantos movimientos que le han movido el piso a este gobierno disfrazado de izquierda, pero que casi no puede andar con su conducta neoliberal, imperialista o derechamente derechista.
En las últimas semanas vimos a un Grau cansado, al mostrarse como el guerrero que de tanto luchar, ya no da más. Y más encima le damos tribuna (en esta misma página por ejemplo) con lo que parecía ser un atisbo de conciencia real, pero que al final fue lo de siempre: una pataleta de cabro chico ante uno de sus mayores. Ni siquiera trató los temas de fondo y más encima habla de mantenerse en el Consejo Asesor de la Presidencia por el alto nivel del primer documento.
Para todos nuestros compañeras y compañeros que votan por la "Izquierda Amplia", habría que hacerles una clase explicativa de que si bien se llaman izquierda, estos dirigentes lo menos que tienen es conciencia social. La "Izquierda Amplia" se conforma por grandes grupos amarillos dentro del espectro político chileno: La Fuerza Social y Democrática y el Movimiento SurDa.
La FSD y la SurDa son parte de una nueva generación de universitarios que astutamente se dan cuenta que la Universidad puede ser una magnifica plataforma para ocupar cargos de Gobierno. Es por esa razón que se visten de izquierda, pero en el fondo le llevan las de abajo a la Concertación. No es casualidad que ocupen términos o conceptos como libertarios o autónomos, ya que la idea es parecer lo más "outsider" posible. Se agrupan y alianzan con la CUT y el Colegio de Profesores, como actores sociales, pero en rigor la CUT y el Colegio de Profesores no han sido capaces siquiera de dar una opinión en los temas reales del pueblo, como la salud, la educación, la vivienda o, simplemente, el derecho a una vida digna para todos.
También integran esta "Izquierda Amplia" organizaciones como el Movimiento Nueva Izquierda o el MAL, Movimiento Autonomista Libertario, que usan símbolos como el rojo y negro, himnos anarquistas o la palabra libertario, pero al final no son más que el brazo universitario de la Concertación.
En este panorama de "amarillismo juvenil" ha aparecido un nuevo engendro: la "U Social", que vuelve a repetir el discurso ya manoseado por la Izquierda Amplia de la no militancia, del no partidismo, de construir alternativas, en fin, de dividir y confundir más a los estudiantes que sin informarse mucho, se dejan llevar por estos llamados unitarios que al final utilizan a las masas como instrumentos para desviar la atención y prestarle ropa a un gobierno anti-democrático. Esta "U Social" es armada por Felipe Hazbún, un "critico" ex militante de las Juventudes Comunistas y actual vice-presidente que pareciera haberse dado cuenta que la gallina de los huevos de oro no esta precisamente en el lado de los que queremos igualdad social y una Universidad para el pueblo, sino que esta del lado de los que nunca quedan mal con nadie, de los que no son ni chicha y limona`, en el lado de los que se visten de izquierda, pero les gusta como esta nuestra Universidad. No es de extrañar que el próximo año, cuando se quiera levantar alguna movilización, sea la mesa directiva entera quien envoline la perdiz.
Son Hazbún y Giorgio Boccardo (militante de la SurDa y actual secretario de comunicaciones de la FECh) nuevamente elegidos para integrar la directiva de la Federación, directiva de la que siendo parte en el periodo que termina, no fueron capaces de llamar a un Congreso resolutivo (que no ocurre desde el 2000), que no fueron capaces de dar solución a los grandes temas de nuestra Universidad (privatización, reforma de pregrado, funcionarios), que hicieron caso omiso de las mas de 2.400 firmas recolectadas para llamar a un Congreso Refundacional, y muchas cosas más que dan cuenta que al final no hicieron nada. ¿Son ellos mismos a los que les damos una segunda oportunidad para hacer lo que no han hecho? ¿Es la Izquierda Amplia la encargada de hacer lo que no hicieron con Melo, Grau y, ahora Boccardo?
Esta Izquierda Amplia y su prima hermana la U Social, son los encargados de dirigir los destinos de esta decadente federación, con sus dirigentes en la directiva y con su gran cantidad de consejeros electos. Pero ojo son los mismos consejeros y dirigentes que entre sus programas y propuestas hablaron mucho de fuerza cohesionada, de convertir a la Chile en la vanguardia social, pero de cosas concretas, nuevamente nada.
Esperemos que para el próximo año, nos demos cuenta quienes son realmente los compañeros que tenemos al lado y sepamos informarnos y reflexionar sobre la verdadera federación que esperamos tener.
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