La estudiante de cuarto año de la carrera de Artes Visuales, Pilar Campos, fue reconocida por su destacado desempeño en los Cursos de Formación General (CFG) de Catalán de la Universidad de Chile, donde obtuvo un promedio de 6,9. Gracias a este rendimiento y a su motivación por aprender una lengua distinta, logró acceder a una beca otorgada por el Institut Ramon Llull, que le permitió viajar a Cataluña y Andorra para perfeccionar el idioma y vivir una experiencia cultural especial.
“En la carrera tenemos que tomar dos CFG para cumplir los créditos que solicitan en la Universidad y, viendo los cursos, estaban los de idioma, que siempre me llamaron la atención. Vi el catalán, que ya me interesaba de antes por la música o algunas series, y dije: ‘¿por qué no?’. Me metí y me gustó mucho desde el principio”, comenta Pilar sobre cómo inició este camino.
Desde la primera clase, el profesor a cargo presentó la posibilidad de postular a la beca que ofrece el Institut Ramon Llull, institución dedicada a la difusión de la lengua y cultura catalana en el mundo. Esta beca cubre alojamiento, comida y traslados, exigiendo solo que el estudiante financie los pasajes aéreos.
Pilar tomó dos semestres de catalán, presentó el examen oficial de certificación y alcanzó el nivel B1, lo que fue clave en su postulación. “El profesor nos incentivaba a rendir los exámenes para tener nuestros certificados de idioma. La mayoría daba el A2, pero yo quise sacar el B1, que es un nivel intermedio. Después de un par de meses me llegaron los resultados: lo había aprobado”.
Gracias a este logro y a la carta de recomendación de su profesor, la estudiante postuló y fue seleccionada para vivir la experiencia en Europa. Viajó en julio 2025 a Girona y Andorra, donde compartió con jóvenes de distintas partes del mundo en un campus de verano.
“Allá teníamos clases de catalán en las mañanas y, en las tardes, actividades culturales. Fuimos a muchos lugares, como la casa de Dalí o una exposición de Durero en Andorra. Para mí, como estudiante de arte, fue súper enriquecedor, porque son actividades a las que uno quizás no tendría acceso de otra manera”, relata.
La experiencia fortaleció su interés por la lengua, que también abrió nuevas perspectivas en su formación artística y personal. “Girona me encantó, la verdad. Me encantaría poder volver, quizás estudiar o trabajar allá. Aquí en Chile las oportunidades a veces son más limitadas, pero creo que esta beca te abre puertas”.
La estudiante ya cumplió con los CFG obligatorios de su carrera, pero asegura que habría seguido estudiando catalán de no haber tenido choque de horarios. “La Universidad de Chile es la única en el país que ofrece los cuatro niveles de catalán, desde el 1 al 4. La U. Católica solo da dos. Yo habría seguido, porque me gustó mucho el idioma”, cuenta.
Pilar guarda la certeza de que su curiosidad y dedicación la llevaron a vivir una experiencia que marcó su camino académico. “Siempre me han gustado más las lenguas romances: el español, el italiano, el francés. El inglés nunca me llamó tanto la atención. Creo que por eso conecté con el catalán. Y ahora que lo pude vivir en su propio territorio, me gustó todavía más”, puntualiza.