El ciclo expositivo Cabo de Hornos, iniciativa impulsada por el Departamento de Artes Visuales (DAV) de la Facultad de Artes de la Universidad de Chile en convenio con la Subdirección de Cultura y la Subdirección de Patrimonio y Ciudad de la I. Municipalidad de Santiago, presenta una nueva exposición doble en la Galería Posada del Corregidor. La muestra reúne los trabajos de los artistas prof. Pablo Rivera y Andrés Bortnik, y podrá visitarse hasta el 9 de agosto de 2025 con entrada liberada.
Este proyecto de arte, docencia y extensión, coordinado por el académico y artista Enrique Matthey, propone el cruce de imaginarios visuales a partir del diálogo entre dos artistas que, desde materialidades y enfoques diversos, activan una reflexión compartida sobre el tiempo, el desplazamiento y lo cotidiano. Desde 2019, Cabo de Hornos ha presentado exposiciones en formato de duplas, generando también espacios de mediación y extensión en el Centro Patrimonial Posada del Corregidor.
En esta oportunidad, una de las exposiciones corresponde al artista visual y profesor del DAV, Pablo Rivera, quien presenta Variaciones de cosas sin importancia, una instalación que surge de un ejercicio acumulativo y ritual: pelar manualmente 1001 mandarinas a lo largo de cinco años. Las cáscaras modeladas, frágiles y secas, componen esculturas efímeras que reflexionan sobre la fugacidad, la memoria y el vacío. Rivera explora aquí la insistencia en lo mínimo como gesto poético, en una obra donde la materia, el tiempo y la luz dialogan silenciosamente.
“Cada pieza es resultado de un gesto diminuto que bordea el silencio, que coquetea con la nada. Lo nimio adquiere valor al repetirse, al entregarse con paciencia a su propio desgaste”, comenta el artista y académico.
Junto a él, Andrés Bortnik presenta Divagancia, una recopilación de dibujos y bocetos realizados en diferentes momentos y ciudades a lo largo de los últimos ocho años. Más de treinta habitaciones y geografías íntimas quedan registradas en papeles diversos, páginas de atlas antiguos, tapas de vinilos, hojas de cuadernos personales, intervenidos con herramientas cotidianas como lápices grafito, bolígrafos y acuarelas.
“Más que una serie unificada, estas imágenes conforman un archivo afectivo en constante movimiento. Dibujar es una forma de acompañarse en el desplazamiento”, señala Bortnik.
Ambas exposiciones se pueden visitar hasta el 9 de agosto en Centro Patrimonial Posada del Corregidor (Esmeralda 749). Horarios: martes a viernes de 10:00 – 13:00 horas y de 14:00 – 17:00 horas. Sábado 10:00 – 13:00 horas. La entrada es liberada.