Tras una exitosa convocatoria para exhibir durante el 2024 en la Sala Juan Egenau, a la que postularon más de 90 artistas visuales de todo el país, el comité evaluador compuesto por los académicos Carlos Gómez, Ángela Cura y Mónica Bate, seleccionó 18 proyectos que este año se alojarán en el espacio expositivo del DAV en formato grupal e individual.
Comienza el ciclo con una muestra bipersonal de los artistas visuales Pablo González Chamaca y Boris Jimenez Figueroa, cuyos trabajos confluyen en la visión pictórica de la observación desde el aire. Es decir, proponen escenarios que interpelan la linealidad de la mirada y la experiencia.
“Las imágenes aéreas, ya sean vistas desde el lente de una cámara o desde sistemas satelitales, otorgan perspectivas que distorsionan la manera horizontal con la que comprendemos la visión. En este campo, el cuerpo y los paisajes se abstraen y pasan a ser elementos constitutivos de una imagen con fines funcionales. Ya sea para relatar acontecimientos o para generar registros de territorios, la imagen aérea establece una mirada que comprende una totalidad de datos”, explicaron los expositores.
Desde allí que, la propuesta de Boris Jimenez Figueroa titulada Campo de Juego, establece una conexión entre una cancha de fútbol y la pintura, a través de experiencias observadas tanto en un estadio como a través de la televisión.
“La visión de una cancha desde lo alto permite apreciar las tácticas y los movimientos, quizás similares a las manchas estratégicas en una obra pictórica”, aduce el artista visual, para quien el césped es un lienzo donde predominan los matices verdes, ofreciendo un contraste que realza la visibilidad no solo de las líneas del terreno, sino también del balón y de los jugadores: “Estos últimos, desde una perspectiva aérea, se perciben como pequeñas manchas de colores vivos que se desplazan y dan vida a una extensa alfombra”, señaló.
En sus pinturas, Jimenez se centra en el campo de juego con las variaciones de luz y sombra que se producen por las condiciones climáticas o de la iluminación natural y/o artificial. Así, estas contribuyen a crear una atmósfera que evoca la técnica de pintar y repintar en un gran espacio, uniendo el fútbol con la pintura y al respecto aclara: “Campo de juego es la captura de un momento, de un gol que comienza desde las alturas y culmina en un primer plano, definiendo el instante."
Por su parte, la obra pictórica de Pablo Gónzalez Chamaca, perteneciente al proyecto Geografía Oscura, surge desde la pregunta por el devenir de los paisajes, en un presente mediado por los sistemas de visualización aéreos y satelitales de los territorios.
Para el artista, esos son modos de observar totalitarios que reducen el fenómeno del entorno a una cantidad inabarcable de datos que dan cuenta de aspectos geomorfológicos y topográficos, lo que altera la experiencia sensible y la memoria asociada a los lugares que habitamos.
“Estas condiciones, que reflejan la frialdad de la mirada de las máquinas, suponen también nuevas formas de articular sentido sobre sitios que han perdido su relato”, aseveró González, quien usó como lugar de referencia para sus pinturas la Estación Pintados, “un pequeño pueblo abandonado en medio del desierto de Atacama, último rastro de una genealogía marcada por la herida colonial y la vergüenza de reconocerse indígena, lo que ha roto los lazos de pertenencia a este territorio y a ese origen”, añade.
De este modo, a través de la recopilación de datos e imágenes aéreas y satelitales, y su reconfiguración mediante softwares, sus obras plantean lenguajes para representar este paisaje, y así abrir posibilidades de acceso a lo que se ha extraviado: “¿Es posible imaginar un relato desde el código vaciado de cualquier memoria afectiva?¿Podrá la base de datos permitirnos reconstruir estos paisajes fracturados?”, se cuestiona el artista visual.
La exposición Visión de Campo: Cartografía y Perspectivas del Terreno de Boris Jimenez Figueroa y Pablo González Chamaca se inaugura el 3 de abril en la Sala Juan Egenau y permanecerá hasta el 19 del mismo mes. La entrada es liberada y la ubicación es Las Encinas 3370, Ñuñoa. Horario de lunes a jueves de 10:00h a 17.30h y viernes de 10:00h a 17:00h.