La danza chilena escrita por sí misma. Esa fue la premisa que guío el trabajo del equipo multidisciplinario encargado de reunir y gestionar el contenido de El Libro de la Danza Chilena, texto cuya versión online fue lanzada el 28 de abril pasado. Los artistas escénicos Marcela Olate, Ignacio Vargas, Andy Dockett y Poly Rodríguez -quien es académica del Departamento de Danza- son los editores y creadores de esta publicación pluriautoral, transversal y colaborativa, construida a partir de 130 testimonios y más de 150 autores.
El propósito que dio origen a este proyecto -que se financió, en parte, con aportes del Área de Danza del actual Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio- "fue, por una parte, democratizar la participación y los modos de generar conocimiento, y por otra, llevar la danza a un formato de escritura y gráfica. Siguiendo esta especie de ideología, durante el proceso de gestación del proyecto creamos los sentidos que luego definieron la convocatoria de El Libro de la Danza Chilena", explica la prof. Rodríguez, quien añade que "dichos sentidos se sintetizan en estos conceptos: pluriautoría, transversalidad y colaboración. El objetivo fue generar una plataforma que permitiera contener, relacionar y visibilizar la diversidad de experiencias en danza, para así colaborar desde múltiples perspectivas a la memoria de la danza, entendiendo memoria desde su cualidad dinámica, singular y plural."
Respecto de la manera en que se decidió organizar las experiencias contenidas en la publicación, la prof. Rodríguez comenta que "la autocuraduría fue nuestra premisa. Por lo mismo, cuestionamos toda decisión que generara unidireccionalidad. Dentro de este contexto, vimos en el azar la manera de evitar cualquier clasificación que restringiera la propuesta del autor."
Temas como la creación y la composición colectiva, la labor de un coreógrafo y la búsqueda creativa de los bailarines -abordados desde la mirada de creadores, colectivos artísticos, intérpretes, artistas escénicos, pedagogos, dramaturgos, practicantes y académicos- son parte de este texto inspirado en ejercicios similares realizados Uruguay y Suiza. "La idea surgió en mayo del 2016 cuando Ignacio Vargas volvió del Festival Internacional de Danza Contemporánea de Uruguay, donde presenció el lanzamiento de El Libro de la Danza Uruguaya, nuestro referente directo. Al llegar a Chile armamos el núcleo y comenzamos las coordinaciones con el equipo de Uruguay. Lanzamos la convocatoria el 20 de julio del 2016. Todo el proceso duro casi dos años", señala la académica.
Entre los autores de El Libro de la Danza Chilena, además de la prof. Rodríguez, figuran los académicos del Departamento de Danza Daniela Marini, Francisca Morand, Macarena Campbell, Rolando Jara, Luis Corvalán y Carlos Delgado. A ellos, se suman estudiantes y egresados de la Facultad de Artes, quienes también aportaron con sus experiencias en el ámbito de la danza. "No se realizó una petición especial para participar en el libro. Quienes se sintieran vinculados a esta propuesta, podían participar. Como parte del núcleo gestor, es muy interesante que esta cantidad de académicos participe en un proyecto de esta naturaleza, en el que se subraya la perspectiva contemporánea del arte, un arte que problematiza sus formas de generar conocimiento en relación a su contexto, que genera modos de vinculación y formas de dar sentido, desde estas relaciones", sostiene la prof. Rodríguez.
Según la académica, esta publicación resulta "de vital importancia" para el desarrollo de la disciplina en Chile, "no solo porque visibiliza una diversidad de experiencias en danza, sino también porque propone modos de construcción y producción de conocimiento y de legitimación de éste: modos basados en la colaboración, participación, horizontalidad, vinculación e inclusión, problematizando y resignificando nuestras maneras de concebir el conocimiento."
El Libro de la Danza Chilena está disponible en formato digital en el sitio http://www.ellibrodeladanzachilena.cl, desde donde se puede descargar gratuitamente.
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